Una excursión a tumba abierta por Gorafe

Igual que, en Casablanca, todo el mundo iba a Rick's, en Gorafe, los parroquianos se encuentran en el mesón La Ilusión que, a mediodía, ofrece el mejor refugio posible contra la sentencia dictada por un sol de justicia que nos fustiga sin piedad.

Hemos estado visitando algunos de los monumentos funerarios del Geoparque del Cuaternario, una denominación sobre la que convendría reflexionar, dicho sea de paso. Y su centro de interpretación. Hemos estado haciendo fotos del entorno desde diversos miradores y nos cobijamos en la penumbra del mesón buscando un ambiente fresco y unas cervezas heladas.

Nada más entrar nos encontramos con Antonia, una antigua compañera de trabajo, junto a un grupo de familiares y amigos. Acaban de terminar un recorrido por el parque en 4x4 y están, como nosotros, tratando de hidratarse y de recuperar fuerzas, comentando algunos de los intensos momentos vividos esa mañana.

Aprovechamos para hablar con Manuel Bustamante, el guía y asesor turístico que ha dirigido la ruta en todoterreno. Es natural de Gorafe y, tras años y años de actividad incesante y compromiso con su tierra, empieza a recoger los frutos de lo mucho que ha sembrado. Una de mis asignaturas pendientes es conocer el Geoparque en profundidad.

Le prometo a Manuel que, en otoño, me embarco en un viaje de aventura con él. Y le pregunto por la famosa casa de cristal, la Casa del Desierto que pudimos ver en un episodio de 'Black Mirror', hace unos meses.

Manuel reconoce que está teniendo un efecto arrastre brutal, sobre todo entre el público extranjero. Desde que salió a la palestra y se hizo pública su instalación, el goteo de visitantes foráneos que vienen a conocerla es constante. Y da la casualidad de que el propio Manuel está autorizado para mostrarla, por dentro y por fuera, cuando no tiene inquilinos. Ahí lo dejamos…

Cuando dudamos entre pedir una segunda cerveza o seguir nuestro camino hacia Exfiliana, donde tenemos una cita ineludible con los chorizos y la morcilla del Magán, icono hostelero para el gremio de los ferroviarios, entran en La Ilusión los tres chavales con quienes nos cruzamos unas horas antes, visitando el Llano de Olivares. Vienen sudorosos, pero contentos. Mientras empezamos a pegar la hebra, pedimos una nueva ronda.

Sus nombres: Miriam, Eva y Gerardo. Miriam es de Granada. O, al menos, vive aquí, que su acento no es muy de la tierra. Eva y Gerardo vienen de Teruel y se han puesto en manos de su amiga para conocer nuestra provincia en profundidad. –«¿Qué te llamó la atención para venir a Gorafe y traer a tus amigos?», preguntamos a Miriam

–«Que se conozca a esta zona como el Gran Cañón del Colorado de Granada», responde con convencimiento.

La ropa de montaña que viste Miriam nos permite suponer que es buena aficionada y mejor conocedora de la Granada más abrupta y rocosa. De la Granada de los espacios abiertos, las altas cumbres y la mirada larga. Nos recomiendan visitar el dolmen 65, en la zona de las Majadillas, que les ha flipado.

–«¿Por qué otros lugares tenéis pensado ir estos días?»

–«El puente del Hacho y Güejar Sierra, esta tarde. Mañana, ya veremos».

¿Quién dijo ola de calor y alerta roja por altas temperaturas? Brindamos con nuestras cervezas con los arrojados y curiosos aventureros y, antes de salir con rumbo a Guadix y Exfiliana, miramos alrededor. Ya hubiera sido casualidad, pero me hubiese gustado que Rocío, la responsable del Centro de Interpretación del Megalitismo de Gorafe, estuviera allí. Para volver a llenar y charlar un rato más con ella.

¡Qué visita más interesante, la del centro! Una ajustada combinación de vídeos –uno de ellos en 3D–, explicaciones de viva voz y objetos expuestos nos permite hacernos una precisa idea de cómo se conformó esta zona, la mayor concentración de dólmenes de toda Europa.

Dolmen: Palabra de origen bretón que se podría traducir como 'mesa de piedra'. Dolmen, enterramiento funerario de carácter colectivo dirigido al sol naciente en el solsticio de invierno, fruto del culto al sol y a la madre tierra. Dolmen, elemento de unión entre las tradiciones funerarias atlántica y mediterránea que, en nuestra tierra, se erige como símbolo del cruce de culturas y del extenso mestizaje que, desde hace miles y miles de años, es santo y seña de nuestro ADN.

Rocío nos invita a imaginar cómo era este entorno hace cinco mil años. En Egipto ya se construían las pirámides. Y Babilonia era una pujante urbe. El entorno del río Gor era verde y feraz. Había caza y pesca. Y ya se cultivaban cereales, por ejemplo. A lo largo de una hora, nos sumergimos en los secretos más antiguos del entorno geológico, cultural y antropológico de la Hoya de Guadix. Conocemos el proceso de descubrimiento y estudio de los diferentes dólmenes, protagonizado por Manuel de Góngora y Martínez, Luis Siret y la pareja de investigadores alemanes G. y V. Leisner.

Rocío nos marca en un mapa las diferentes rutas que podemos hacer para conocer y disfrutar de los distintos conjuntos funerarios. Una vez contemplados los que se encuentran arriba del todo, en el mencionado Llano de Olivares, cuyas vistas del cañón resultan espectaculares, visitamos los del Conquín, donde destacan el famoso dolmen 134 –¡creo que es el 134, enorme!– y el 132, muy largo, con un corredor de hasta dos metros.

Para una próxima visita, más tranquila y con menos calor, nos dejamos las Majadillas, los Corralones, Alicún y sus acequias, el Mirador de la Sabina, los Petroglifos del Cerro de la Mina o la cuesta del Almial. Como les he dicho otras veces, lo mejor de este Verano en Bermudas es tanto lo que vamos viendo y descubriendo cada día, como las puertas que nos abre a futuras excursiones y viajes por nuestra provincia.

¡Y la estela, Lens! ¡Déjate de palabrería hueca y recuerda la maravillosa estela funeraria situada a la salida del Centro de Interpretación!, una instalación que tiene forma de dolmen en sí mismo. ¡Una virguería arquitectónica que se ha integrado a la perfección en el paisaje de Gorafe!