«En California tenemos nuestra propia Sierra Nevada»

Trabajar en Silicon Valley es el sueño dorado de la mayoría de informáticos y amantes de la tecnología, sea cual sea su procedencia. Pero ser de Granada y acabar viviendo en la Bahía de San Francisco por amor, tiene mucho más de azar que de ambición laboral. Es el caso de Carlos Barbero, un granadino nacido en Baza que ya suma más de 10 años en California, un matrimonio feliz y dos preciosas hijas americanas.

Carlos conoció a Amy hace más de una década, durante la estancia de ella en España como profesora residente. Una experiencia que le retuvo en Granada durante unos años y que le llevó a conocer a su futuro marido. Cuando llegó el momento de regresar a EE UU, mantuvieron su relación en la distancia durante un par de años. Pasado este tiempo, decidieron que uno de los dos debía mudarse. «Como mi especialidad era la informática, decidimos que el Área de la Bahía era el mejor destino para los dos», relata recordando que dejó su plaza de profesor de FP en Andalucía, asumiendo los riesgos que esta decisión suponía.

Silicon Valley es la sede de muchas compañías emergentes y globales de tecnología. Entre ellas, se encuentra DocuSign, la empresa en la que Carlos trabaja como 'language manager-spanish'. Su trabajo consiste en supervisar idiomas en la aplicación (está especializado en el español de España y Latinoamérica) y el objetivo, según relata, es que los clientes tengan la mejor experiencia posible utilizando la versión de español más cercana a ellos. «¿Sabes que el árabe tiene singular y cinco tipos diferentes para lidiar con la pluralización? Ese es uno de los ejemplos en los que nos tenemos que fijar para asegurarnos de que nuestros clientes reciben una traducción óptima», añade Barbero.

Los últimos veranos de Carlos y Amy, a excepción del pasado y el actual, han sido más granadinos que americanos, ya que en sus respectivos trabajos les proporcionan muchas facilidades para que puedan pasar prácticamente todo el verano en España. Desde que se desató la pandemia, sin embargo, este granadino y su mujer decidieron quedarse en EE UU para no poner en riesgo a la familia. Ahora, con casi todos sus miembros vacunados, miran hacia la Navidad con la esperanza de volver a abrazar a los suyos en pocos meses.

«Es muy curioso que en San Francisco hace fresquito en verano y la gente intenta salir para pasar un poco de calor», dice Carlos. Entre los destinos favoritos de los sanfranciscanos en la época estival, según indica, están Sierra Nevada (la estadounidense); Sonoma y Napa, para disfrutar de los vinos; o las playa Santa Cruz y Monterrey. «El océano aquí es bastante frío y peligroso por el oleaje y los tiburones, por eso es tan común practicar surf. Con los trajes de neopreno la gente no pasa frío y con las tablas están a salvo», explica.

«Echamos mucho de menos a la gente de España y también la playa, el Mediterráneo es bastante calmado y calentito», recuerda Carlos con cierta añoranza. No obstante, en el área de la bahía ha formado su círculo de amigos, con los que se reúne de vez en cuando para hacer barbacoas, paellas y otros platos españoles o viajar al lago Tahoe, en Sierra Nevada. «Para que te hagas una idea de lo grande y profundo que es, el lago podría cubrir el Empire State Building», apunta sobre este lugar, ubicado en un paraje de nombre muy granadino.

«También solemos ir a Santa Cruz, a cualquiera de los muchos parques estatales y federales o los Redwood Trees (secuoyas). En cuanto a la ciudad, San Francisco tiene multitud de sitios para visitar y pasar un buen rato, como el parque de Dolores o el Golden Gate Park. Hay montones de sitios que no te cansas de ver».

Uno de los eventos más típicos y celebrados del verano es el 4 de julio, Día de la Independencia de los Estados Unidos, cuando los ciudadanos se reúnen desde media tarde en el patio de amigos, familiares o vecinos para hacer barbacoas hasta que llega la noche y empiezan los fuegos artificiales. Una tradición que también entraña ciertos peligros y que les ha obligado a llevar mascarilla, antes incluso de la era covid. «En los últimos dos o tres veranos ha habido grandes incendios. Han sido tan fuertes que teníamos que usar mascarillas N95 para estar en la calle», recuerda Carlos que, aunque ya se ha hecho a la vida americana, no descarta establecerse en España en un futuro no muy lejano.

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