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Panorámica de Ciudad de México, con una población de 22 millones de habitantes si se tiene en cuenta su área metropolitana EFE

«Me ha dado tiempo a todo, hasta a casarme y tener una hija»

Lejos de casa | Jesús Nieto ·

Jesús Nieto, sevillano de 38 años, ha conseguido la integración total en Ciudad de México en sus siete años allí, con un proyecto de vida asentado, pero sin olvidar y añorar sus raíces

Camilo Álvarez

Granada

Lunes, 19 de julio 2021, 00:32

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Dejar el hogar y la patria ya no es lo que era. Aquella canción del pobre emigrante de Juanito Valderrama suena a tiempos en los que salir de Andalucía y de España era algo muy distinto. Hoy día el mundo se mueve a otro ritmo. Miles de andaluces trabajan fuera de sus fronteras y asientan sus vidas en proyectos, unas veces elegidos y otras veces empujados por decisión de la empresa, pero todos enriquecedores. Es el caso de Jesús Nieto, un sevillano de 38 años que desde hace siete reside en Ciudad de México (antes DF). Esta no es su primera experiencia en el extranjero. Su primer destino fue Perú, cuando la constructora Ayesa lo envió para realizar la gerencia de proyecto y construcción de las instalaciones deportivas de los Juegos Bolivarianos 2013 de Trujillo y Lima.

Dos años después la compañía de ingeniería le propuso un nuevo proyecto en México. Allí «me ha dado tiempo de todo, de tomar tequila, comer tacos, 'enchilarme' con salsas picantes, vivir con intensidad la ciudad y el país en general, hasta casarme y tener una hija, mexicana por supuesto». Integración total.

Sus datos

  • Nombre Jesús Nieto

  • Vive en Ciudad de México (méxico)

  • Estación del año Verano

  • Temperatura media 16,6ºC

  • Tiempo en el país 7 años

  • En qué trabaja Arquitecto

A pesar de que su experiencia en México está siendo tan positiva, no esconde que «Andalucía, y en mi caso Sevilla, es el mejor lugar del mundo para vivir». «Supongo que es porque tenemos esa idiosincrasia muy nuestra (vivir en la calle, amigos, familia, los bares, la cervecita, semana santa, feria...)», añade. Jesús lo confirma con rotundidad: «Después de haber viajado bastante por Europa y América, (Andalucía) es el mejor sitio para vivir». Ahora bien, eso no quita que «existan otros lugares que estén a su nivel o se acerquen, y yo creo que este es el caso de Ciudad de México, para mí sin duda la Nueva York de América Latina».

No es fácil adaptarse a una ciudad de más de 9 millones de habitantes, 22 si se tiene en cuenta su área metropolitana. Un gigante que «no se acaba nunca». Cuenta desde allí sus bondades y ventajas, como un clima suave, con temperaturas entre los 20-30°C casi todo el año, y una gente «bastante acogedora». Jesús explica que el «sentido del humor es similar al andaluz, sobre todo en ese humor negro (en Sevilla 'guasa' y en CDMX 'albur')». Este arquitecto sevillano aclara que, pese a la fama de la ciudad, y del país en general, no la considera insegura. Matiza que «es tan grande en extensión que es difícil que te pueda pasar algo raro», aunque, evidentemente, «siempre debes tomar tus precauciones, no andar por lugares que no debes o en horarios extraños...» En cambio, sí reconoce que existen «otros estados o ciudades de la República que son 'zona roja', que recomiendo visitar con extrema precaución o, incluso, evitar si fuera necesario».

Jesús Nieto, plenamente integrado J. N.
Imagen principal - Jesús Nieto, plenamente integrado
Imagen secundaria 1 - Jesús Nieto, plenamente integrado
Imagen secundaria 2 - Jesús Nieto, plenamente integrado

Las vacaciones, en Navidad

Con respecto a los veranos, Jesús Nieto señala que en México el verano «podríamos decir que no es un periodo que suela ser especialmente vacacional. Los mexicanos se suelen tomar más vacaciones en Navidad (el famoso 'Guadalupe-Reyes') y en días cercanos a días festivos locales o nacionales». Por eso, cuando le viene a la mente la palabra 'verano' su cabeza se traslada a Sevilla y su cuerpo lo acompaña de vuelta a Andalucía en cuanto puede a disfrutar de la familia y amigos.

La nostalgia pesa a la hora de elegir destino para unos días de descanso, pero la oferta mexicana para las vacaciones estivales no es de tercera categoría, precisamente. «Tiene playa, montaña, selva, desierto, todo lo que quieras y más en naturaleza. Muy famosa la zona de playas de Cancún, pero también la zona de Los Cabos, Puerto Escondido, Vallarta, Zihuatanejo, Huatulco, Tulum, Veracruz... un sinfín más de playas». La lista es jugosa y apetecible para visitar desde España o para conocer el país para quienes, como él, residen en México todo el año. Añade la oferta cultural, con una riqueza arqueológica y la posibilidad de acercarte al estudio de las culturas antiguas en México «de lo más interesante».

«Aquí la mascarilla nunca ha sido obligatoria»

Como en todos los países del mundo, en México la pandemia «ha afectado por desgracia a mucha gente». Si en países punteros de Europa ha habido problemas con los recursos hospitalarios, «imagínate aquí», reconoce Jesús Nieto, que tiene la percepción de que «el gobierno y los medios de comunicación nunca han dicho toda la verdad sobre las cifras de casos y muertes». Explica que nunca ha habido toque de queda, que no han existido restricciones de desplazamiento ni ha sido obligatorio el uso de la mascarilla. «Si la enfermedad ha remitido es porque hay gente que se lo ha tomado en serio y porque parece que el proceso de vacunación lleva un buen ritmo», apunta el arquitecto sevillano, que espera volver «en todos los países» a la «antigua normalidad, no a la nueva».

Nieto no se olvida de otro atractivo que no se puede dejar guardado en la maleta: la comida. «Creo que, junto a la peruana, está actualmente en el top mundial, con ingredientes simples, cocinados de formas diferentes que generan matices muy diferentes, y ojo que México es pura masa de maíz en sus miles de formas, algo que echarle dentro/encima/alrededor, limón y una buena salsa».

Costumbres

Jesús Nieto cuenta que a los mexicanos les cuesta decir que no. «He llegado a la conclusión de que es algo cultural, para finalmente no quedar mal con alguien en cualquier tipo de situación». También que en las relaciones laborales, existe la necesidad de «incluir una serie de parafernalias en las llamadas de teléfono, reuniones, visitas...» Un ritual que es imposible esquivar de saludos, previas que se alargan en las que es necesario conocer el estado de salud de cada uno y su familia, anécdotas y despedidas.

Un episodio aparte merece el término «ahorita». «Siempre que te digan esa palabra hay que traducirlo como 'tiempo indeterminado'», pues «puede ser en cinco minutos o pasados varios días». El arquitecto avisa: «El que tenga poca paciencia, que se agarre los machos».

«Pura anécdota» para este sevillano que reconoce a México como «mi segunda casa». «Yo me considero ya 'chilango' y me encanta tomar una 'chela' junto con un taco, una 'gordita' o una 'queca'». Podría quedarse allí a vivir, «y posiblemente en un futuro sea así», pero «todavía tengo ganas de regresar a España un tiempo a disfrutar de algo que siempre el expatriado echa de menos: familia y amigos».

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«Me ha dado tiempo a todo, hasta a casarme y tener una hija»