Borrar
Tras la restauración de la fachada, los vítores han cobrado nueva vida.

El misterio de los vítores de la Capilla Real

Los grafitos que relucen tras la restauración exterior proceden de una costumbre universitaria del siglo XV

Daniel Olivares

Jueves, 28 de abril 2016, 01:10

La conclusión de las obras de restauración de la Capilla Real, tras una década de trabajo del equipo dirigido por el arquitecto Pedro Salmerón, habitual colaborador de la diócesis, y la retirada de los andamios, ha dejado a la luz que la fachada exterior del edificio está 'decorada' con una decena de los llamados vítores, una suerte de inscripciones realizadas sobre la piedra cuyo origen no están del todo claros en el caso de Granada. De hecho, hasta la fecha, no están datados científicamente, según distintas fuentes consultadas por este periódico, y se desconoce a qué etapa de la historia corresponden y por qué motivo fueron trazados. Es, precisamente, uno de los siguientes propósitos del grupo de especialistas que ha llevado a cabo la restauración de los paramentos exteriores es investigar su raíz y la época a la que corresponden, según avanzan desde el estudio de Pedro Salmerón.

Es algo que ya se hizo, por ejemplo, en Salamanca, ciudad en la que el vítor se incorporó como marca y se mantiene como costumbre arraigada tras siglos de historia, aunque relacionada con otro fin distinto al original, según desentrañó un estudio realizado y publicado por dos investigadores de la Universidad salmantina hace cinco años. Todavía hoy, en determinadas y contadas ocasiones, se permite la escritura de estos homenajes sobre las paredes.

Una costumbre que Derecho 'resucitó' en honor a Juan Daroca

  • Con motivo de la celebración de su patrono, la Facultad de Derecho de Granada colocó el 22 de enero de 2010 dos placas, una, en recuerdo a los fundadores de la Universidad granadina (el emperador Carlos I de España y quinto de Alemania, el Papa Clemente VII y el arzobispo de Granada, Gaspar Dávalos) y otra, dedicada a honrar la memoria de Juan Daroca, primer doctor, al que se hizo heredero de la costumbre del 'víctor', para perpetuar su memoria en los muros de la facultad. Juan Daroca o de Ároca tuvo el primer doctorado 'in utrique iure' de la UGR. Fue decano de la facultad de Cánones y Leyes e impulsó las constituciones de la Universidad de 1542.

Y es que Granada no es la única ciudad en la que este tipo de grafitos aparecen reflejados en distintos muros. En Sevilla, tras la 'limpieza' a la que fue sometida la catedral, también aparecieron varios. En Baeza (Jaén) hay impresos montones de ellos, así como en Alcalá de Henares y en ciudades iberoamericanas con presencia de la Universidad de Indias: Lima, México y Santo Domingo.

Mito y realidad

Sí está delimitado, en cualquier caso, que el origen es una práctica común en urbes universitarias. Alrededor de este hábito ha habido diversas teorías que tienen más que ver con el mito de la tradición que con la realidad científica. Desmontar ese halo mítico es lo que hicieron hace un lustro el profesor de la Universidad de Salamanca y director del Centro de Historia Universitaria Alfonso IX, Luis Enrique Rodríguez-San Pedro Bezares, y el colaborador de este centro, el investigador salmantino Ángel Weruaga Prieto. Ambos son los autores de 'Vítores universitarios salmantinos', un libro que editó la Universidad Pontificia de Salamanca en 2011 y que repasa el origen, el significado y los usos de este símbolo, que nace en el siglo XV y que fueron prohibidos al inicio de la segunda mitad del siglo XVIII.

El volumen condensó una labor de siete años, en los que los autores fotografiaron los vítores, transcribieron paleográficamente algunos de ellos, y los digitalizaron y confrontaron con las diversas bases de datos que se tienen sobre la historia universitaria de la capital salmantina. En total, analizaron 110 vítores desde la segunda mitad del siglo XVI hasta la primera mitad del siglo XVIII. Según el estudio, en Salamanca no quedan restos de los grafitos pintados en el siglo XV ni la primera mitad del XVI, que es la época en la que se cree que está su origen. Los más antiguos que hallaron son cinco ejemplares de la segunda mitad del siglo XVI. En el caso de Granada, lo lógico es que empezasen a realizarse a partir de ese siglo, puesto que la Universidad granadina se funda en 1531 por parte del emperador Carlos V.

Tras descifrar los nombres que aparecen en estas pinturas y cruzarlos con las bases de datos, la investigación salmantina permitió llegar a una primera conclusión, que desmontó uno de los principales mitos en torno a los vítores. Y es que la tradición señalaba hasta entonces que tenían como función celebrar la consecución del grado de doctor, como aún ocurre en la actualidad en la Universidad Pontificia. Esto se debió a una reinterpretación introducida en el franquismo, de la que procede también la mala traducción del símbolo como victoria o victorioso. Su significado real es '¡Viva!' y las principales razones para pintar los vítores, según concluyeron los investigadores, eran la consecución de una cátedra, la victoria en las conclusiones -enfrentamientos dialécticos- o en un acto de disputas entre las distintas naciones de estudiantes representadas en la Universidad, o también, como homenaje a la obtención de cargos de rector y vicerrector (consiliario). Además, a pesar de que la tradición sostiene que están pintados con sangre de toro, los investigadores reconocieron que no se saben con qué sustancia están hechas. Pese a todo, muchos guías de la ciudad siguen manteniendo, como hemos podido comprobar en fecha reciente, la versión primigenia cuando muestran la ciudad a los visitantes que se acercan a la misma.

Recreación

Los vítores son una recreación renacentista del triunfo romano, impulsada por el Papa Luna (Benedicto XIII) desde Aviñón -de ahí la media luna sobre la que se sustenta el vítor-. El anagrama conforma la palabra latina 'vitor', seguida de un nombre, que equivale a la exclamación actual de «¡Viva... (el nombre que corresponda)!». En ocasiones aparecen también añadidos posteriores de compañeros o amigos del vitoreado, según explica el profesor titular del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Granada, José Policarpo Cruz Cabrera, quien sí ha estudiado el fenómeno de estos grafitos en su localidad natal, Baeza. «Algunas frases añadidas esconden un tono de socarronería», señala.

Apunta además Cruz Cabrera que algunos solían acompañarse de dibujos. Precisamente, uno de los 'reaparecidos' en la fachada exterior de la Capilla Real está rematado por una granada a modo de corona. «Los más antiguos de Baeza datan de los siglos XVII y XVIII, con lo cual, los de Granada podrían ser de una época similar», opina el profesor de Historia del Arte de la UGR.

Su aparición en muros de edificios eclesiásticos lleva a pensar a Policarpo Cruz que los vítores granadinos están relacionados en su gran mayoría con estudiantes de grado en Teología. No en vano, en aquellos años, los principales y únicos estudios universitarios que se impartían en la ciudad eran Derecho y Teología. «Es posible que alguno de los que hay en la Capilla Real tenga algo que ver con capellanes reales», aventura Cruz. Esta percepción se refuerza con el hecho de que la residencia universitaria más antigua de la ciudad, el Real Colegio Mayor San Bartolomé y Santiago, situado en la calle de San Jerónimo, muy cerca de la catedral y de la Capilla Real, albergó en sus inicios -principios del siglo XVII- a estudiantes como Juan de Leyva, que llegó a ser Capellán Real de Granada y Obispo de Almería, cuyo retrato se conserva en el colegio.

Futuras investigaciones determinarán fechas y orígenes de los vítores, pero a simple vista es posible desentrañar algunos de las personas que aparecen reflejados en los muros exteriores de la Capilla Real: Diego de Solís, M. Paz o Luis de Pastrana son algunos de los nombres que se pueden leer en la fachada. Su reaparición es reciente, pero ahí están para que los investigadores se animen, algo que, a diferencia de Salamanca, nunca se ha hecho en Granada en profundidad.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal El misterio de los vítores de la Capilla Real

El misterio de los vítores de la Capilla Real