La ciudad de los poetas

Cada rincón, cada sombra, cada conversación granadina es contingente de ser convertida en materia poética. Es el gran misterio de una ciudad que lleva la poesía en los genes, que se cuestiona y se goza en verso desde hace siglos. La capitalidad literaria no es un eslogan, es una realidad construida con las manos de Federico García Lorca y Luis Rosales, de Elena Martín Vivaldi y Pablo del Águila, de Pedro Soto de Rojas y Diego Hurtado de Mendoza, de pioneros nazaríes o judíos como Ibn Zamrak, Ibn al-Jatib, Al-Rakuniyya o Moseh Ibn Ezra. Todos ellos, y tantos que no caben en estas páginas, hicieron de Granada la ciudad de los poetas y a ellos se suman, rica fortuna palpitante, tantas y tantas manos contemporáneas. Para conocerlas y reconocerlas aparece 'Todo es Poesía en Granada', una antología que publicó Esdrújula Ediciones el pasado 6 de octubre. El libro, auspiciado por los editores Mariana Lozano Ortiz y Víctor Manuel Gallardo Barragán, pretende «mostrar a grandes rasgos la poesía escrita en o sobre Granada en los últimos quince años», un periodo que se inicia con la desgraciada desaparición de Javier Egea y que continúa, entre la belleza y el magnetismo de los libros más recientes, hasta hoy.

La selección, que reúne a 150 poetas, no se restringe a los límites geográficos. Aunque son mayoría los autores nacidos en la provincia granadina, como es el caso de Rafael Guillén, Antonio Carvajal, Luis García Montero, Trinidad Gan o Teresa Gómez, también tienen su espacio escritores foráneos pero vinculados íntimamente con la ciudad como Julio Alfredo Egea, Miguel d'Ors, Ángeles Mora, Mónica Doña, José Lupiáñez, Dimitris Angelis o Javier Bozalongo. «No queríamos hacer algo de tipo 'nacionalista'», explica José Martín de Vayas, coordinador del libro y exdirector del Centro Andaluz de las Letras. Para él, la inclusión es imprescindible por el papel jugado por estos autores en la escena literaria granadina. «Son gente de otras ciudades, educada de otra manera, con referentes literarios diferentes, que con su poesía ha descubierto cosas a otros autores granadinos», señala.

La antología atiende además a un amplio abanico generacional. Aparecen autores en plenitud como los mencionados Guillén, Egea y Carvajal, además de Juan de Loxa, Jenaro Talens, Esperanza Clavera o Rosaura Álvarez, junto a escritores nacientes como Paula Bozalongo, Álvaro Holgado, F. David Ruiz o Cecilio Morales. La coincidencia de autores maduros y jóvenes demuestra, en palabras del antólogo, que «el poeta no es solo una cuestión de edad, es verdad que con mayor experiencia se consolidan las líneas de trabajo pero hay gente que con muchos años pueden seguir siendo innovador y otros que con menos años, tiene ya una lista que sigue con cierta fidelidad y su poesía es más ajena a los cambios».

Así y todo, el logro más destacable de la publicación es haber reunido a prácticamente la totalidad de los autores granadinos, una compilación de la que escapan tan solo nombres como los de José Julio Cabanillas, Salvador Galán o Carlos Allende. «Daba por sentado que algún autor se me podría olvidar o no haber conseguido información suficiente sobre su obra, era un riesgo que yo asumía», explica Martín de Vayas. Por encima de etiquetas y de filiaciones, el libro muestra la multitud de puntos de vista sobre la realidad, «múltiples corrientes estéticas que conforman la poesía que se está realizando hoy en día en Granada».

Tras cuatro meses de preparación de la antología, José Martín de Vayas reconoce que le sorprende la gran cantidad de poetas que ha dado Granada al panorama nacional en las últimas décadas. «Ignoro los motivos, las peculiaridades de las ciudades a veces permiten que el hábito de la creación literaria pueda desarrollarse -explica en un primer momento el antólogo-. También quizás sea, como dice Juan Mata, que en Granada todos hemos hecho la Alhambra y todos somos poetas».

Pero la magia del escenario granadino, un tópico habitual, no explica la profusión de poetas. Para Martín de Vayas es clave la efervescencia de actividades literarias que vive la ciudad desde finales de los 60. «Cuando llegué en el 69 a Granada de Ceuta, con la diferencia notable que había en aquel postfranquismo casi, descubrí el boom de Manifiesto Canción del Sur, Poesía 70 con Juan de Loxa y otras revistas. De esa década de los 70 también recuerdo una efímera, 'Ka-Meh', de José Carlos Rosales y Justo Navarro, y muchas otras que me dejo en el tintero. Lo que quiero decir es que no es algo de ahora, es algo que se veía en los 70 cuando yo llegué a Granada. Sus autores han significado mucho: Javier Egea, Antonio Muñoz Molina, Justo Navarro, José Carlos Rosales. Cito estos como podría citar otros tantos».

Radiografía del panorama

La poesía de estos últimos 15 años bebe de este manantial y de muchos otros, una cuestión que explica el gran abanico de poéticas que subsisten en Granada y que aparecen visibles como una radiografía en la antología. «En Granada hay una poesía de excepcional corte formal en la órbita más clasicista formada bajo el magisterio de Antonio Carvajal. Quizá en otra dirección, aunando exquisitez formal y compromiso ético, encontramos a autores de la escuela de la diferencia y la Academia de Oriente como Fernando de Villena o José Lupiáñez. También la poesía de la experiencia ha dejado una estela riquísima, a cuya cabeza se encuentran Luis García Montero, Álvaro Salvador. Sus discípulos ocupan un lugar destacado en la poesía joven española. Sin embargo las nuevas formas de comunicación, la recepción de nuevas influencias está dando libros excepcionales que me resisto a clasificar. Se trata de autores como Trinidad Gan, Juan Carlos Friebe, Miguel Ángel Arcas. ¿Y cómo olvidar la huella dejada por Miguel d'Ors en autores como el joven Jesús Montiel?», describe Antonio Praena, uno de los poetas que aparecen en la antología.

Referente poético nacional

Para el autor, la posición de Granada como referente poético nacional es absoluta. «En las décadas de los 80 y 90 Granada fue un referente fundamental como centro irradiador de la poesía de la experiencia y la nueva sentimentalidad. Pero a la vez se estaban cultivando otras corrientes que con el paso del tiempo han encontrado su reconocimiento».

El siglo XXI ha dejado momentos de altura. La publicación de 'Las edades del frío' de Rafael Guillén, premio de la Crítica Andaluza en 2003; el reconocimiento del mismo autor como Premio Internacional García Lorca en 2014; la obtención del Premio Nacional de Poesía de Antonio Carvajal en 2012 con 'Un girasol flotante'; el reconocimiento por parte de los críticos de 'La intimidad de la serpiente', de Luis García Montero, en 2003; la influencia de publicaciones como las poesías completas de Egea en Bartleby o la recopilación de Miguel d'Ors en la Fundación Cultura Andaluza; el relevo de autores como Luis Muñoz, Fernando Valverde, Andrés Neuman, Daniel Rodríguez Moya, Milena Rodríguez, Erika Martínez, el mencionado Antonio Praena, Sara Toro; el despliegue magnífico de poetas como Ángeles Mora, Fernando de Villena, José Carlos Rosales, Rafael Juárez, Teresa Gómez y muchísimos otros. Tantos episodios que demuestran, como se refleja en la antología, que Granada es verdaderamente capital de la poesía con un pasado brillante, un presente digno de la tradición y un futuro esplendoroso.