La playa que más ladra de Granada
Los turistas eligen la playa canina de Motril por su buena ubicación y la accesibilidad para mascotas
Amedia mañana, bajo el sol de verano, la arena de la playa canina de Motril se va llenando de huellas pequeñas y patas juguetonas. La estampa es familiar: perros corriendo tras pelotas, dueños refrescándose en el agua, sombrillas abiertas, y sobre todo, una sensación de bienestar. Esta playa, situada en una zona especialmente habilitada del litoral motrileño, se ha ganado el título de 'la mejor playa canina de la provincia'. Y no es solo una percepción: lo dicen quienes la visitan año tras año. «Llevamos viniendo desde hace varios veranos con nuestros pastores alemanes. Antes con uno, ahora con otro», cuenta Ana Pérez, granadina de Escúzar, que veranea en Torrenueva Costa. «A nuestro perro le da la vida estar aquí. Hay agua, espacio, y otros perros. Es el mejor sitio que tenemos cerca».
La playa de Motril destaca por estar bien equipada: tiene duchas específicas para los animales, accesos cómodos y zonas de aparcamiento cercanas. A diferencia de otras playas habilitadas para perros en la costa, esta presenta una combinación de limpieza, amplitud y servicios, algo que los visitantes valoran mucho.
«Aquí es donde mejor están. Venimos desde Los Yesos porque la playa que tenemos allí es muy pequeña y con muchas rocas. En cambio esta es amplia y cómoda», explica Maricruz, que visita Motril desde Madrid acompañada por sus tres perros: Canela, Susi y Valentina.
Convivencia
Quienes viven más cerca también repiten. Isidoro Expósito, motrileño, va con su perra de agua, Kira: «No hay otro sitio como este para ellos. El Ayuntamiento ha hecho una buena labor. Aquí se pueden bañar, hay duchas, y todo está pensado para que convivamos personas y animales».
La playa no es solo para los perros. «Está acondicionada para que nosotros también estemos a gusto», comenta Diana Melero, de Las Gabias. Ella visita la playa con su madre, su hijo y sus dos mascotas: Bingo y Alma. «Aquí no hay piedras como en Almuñécar. Esto es una playa de verdad. Y deberían habilitar más como esta. Hay mucha gente que viaja con sus perros y no tiene a dónde ir».
Presencia de anzuelos
No todo es perfecto. Antonio Jesús González advierte sobre un problema creciente: los restos de pesca. «Mi mini pinscher se tragó un anzuelo y hubo que hacerle una endoscopia de urgencia. La salvaron, pero fue un susto enorme».
Además, denuncia la presencia de algunos dueños incívicos que dejan los excrementos de animales sin recoger.
Aun así, valora la playa como un lugar excelente. «Está apartada, segura, tiene duchas y bebederos para los perros. Solo hay que tener más control con la pesca».
La afluencia de visitantes lo confirma. Según los bañistas, la playa se llena sobretodo por las tardes. «Se ponen hasta dos filas de sombrillas», asegura Ana, bañista habitual desde primera hora de la mañana.
«Por la tarde es un hervidero. Es como cualquier playa turística en pleno agosto». Conviven perros y personas, en buena armonía, aunque suenen los ladridos de las mascotas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión