El mecánico de Almuñécar que frustró el atraco al Banco de Granada
Francisco Corral, que reparaba gratis en su taller los coches patrulla en la época en la que la Guardia Civil no tenía ni para pagar averías, será condecorado, a sus 85 años, por su labor como «defensor a ultranza» y «mecenas» del Cuerpo
Francisco Corral Motos (Almuñécar, 1940) -Paco Motos para todos en Almuñécar- es sobrino, primo y orgulloso padre y abuelo de guardia civiles, pero ante todo, es un leal amigo y admirador del Cuerpo. Tanto que la Guardia Civil colgará su Cruz con Distintivo Blanco en el pecho de este empresario y mecánico que reparaba gratis en su taller los coches patrulla de la Benemérita en una dura época en la que los agentes lidiaban con la falta de medios y en la que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado no tenían presupuesto ni para pagar averías.
A sus 85 años, Paco se convertirá este 12 de octubre en uno de los grandes protagonistas de las celebraciones del Día de la Patrona, cuando el general de división al mando de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en España, Tomás García Gazapo, se traslade a Almuñécar para imponerle la condecoración extraordinaria con la que la Benemérita reconoce méritos o servicios prestados en tiempos de paz y honra a militares o civiles que hayan contribuido con conductas ejemplares y extraordinarias a prestigiar al Cuerpo.
La vida de Paco siempre estuvo ligada a la Guardia Civil. Todavía era un crío -aunque ya se dejaba la piel trabajando en la azucarera de Almuñécar- cuando en 1953 se trasladó con sus abuelos a Villena (Alicante), para seguir a su tío Antonio que era sargento del Cuerpo. En la Escuela de Artes y Oficios de Villena, Paco aprendió el oficio de mecánico, su gran pasión, a la vez que despuntaba jugando al fútbol porque siempre ha sido un gran deportista. Tras hacer la mili en el Sahara, Paco volvía a su pueblo natal en 1968 para abrir su primer taller mecánico, que en 1975 se convertiría en el concesionario oficial Renault y en adelante sería la escuela donde se forjaron como mecánicos todos los que, a día de hoy, son propietarios de talleres en Almuñécar.
«Eran tiempos en los que la Guardia Civil lo pasaba mal aquí y en todos los pueblos, no tenían ni para gasolina ni cuartillas para las multas»
Francisco Corral Motos
Condecorado con la Cruz con distintivo blanco al mérito de la Guardia Civil
A través de su tío, que fue destinado al puesto de Almuñécar, Paco hizo pronto amistad con todos los mandos y agentes y se convirtió en un pilar para la Guardia Civil de la Costa granadina. «Eran tiempos en los que estaba la cosa muy mal para la Guardia Civil, pasaban fatigas aquí y en todos los pueblos porque no tenían medios. No había ni para gasolina, ¡ni cuartillas para las multas tenían!, yo les daba máquinas de escribir, hacían las fotocopias en mi taller, todo lo que les hacía falta«, recuerda Paco. Si aquellos Citroën antiguos »que no pillaban ni a una bicicleta« se averiaban estaban abocados a quedarse inmovilizados en los cuarteles, por lo que cada vez que daban un porrazo o se les rompía un cojinete llamaban a la puerta del taller del amigo de la Guardia Civil.
«Si no se lo arreglaba yo no salían, así que me daba igual que fuera sábado o domingo, me quedaba trabajando para que los guardia civiles tuvieran coches y trabajaran con dignidad. Eran mis amigos, vivían un tiempo malísimo y todo lo que podía hacer por ellos lo hacía», rememora.
El empresario y mecánico también fue juez de paz de Almuñécar entre 1982 y 1985 y como buen conocedor de la realidad del pueblo ejercía, siempre con humildad y en la sombra, como consejero y colaborador leal para los mandos del cuartel que llegaban de fuera. Así se tejió el lazo de amistad que le unió con Tomás García Gazapo, en aquellos años un joven teniente que recalaba en Almuñécar en los inicios de su carrera para ponerse al frente de un equipo de agentes que combatía la falta de medios a golpe de vocación.
«Llevaba un Seat 127 con una puerta trasera que no se abría», recuerda todavía entre risas su amigo Paco. Cuarenta años después, el mando más alto de Tráfico en la Guardia Civil de España ha sido el impulsor de este reconocimiento al mecánico sexitano que ayudó a la Guardia Civil sin pedir jamás nada a cambio. «Ni que quitaran ni una multa, nunca, ni se me ocurría», asevera.
Pero además de su altruismo, la medalla reconoce su valor. Y es que la propuesta de concesión de la Cruz con distintivo blanco de la Guardia Civil recoge como mérito notorio el papel determinante que Francisco Corral Moto tuvo en 1983 para frustrar el atraco a la sucursal del Banco de Granada en Almuñécar.
En aquellos primeros años de democracia, España batía el récord del mundo de asaltos a bancos y cajas y Granada no era ajena a los asaltos a punta de pistola en los que el protagonista de esta historia se vio envuelto.
Paco recuerda que estaba en el despacho del director del Banco de Granada, en un local de la avenida Andalucía de Almuñécar que a día de hoy es una zapatería, cuando irrumpieron en la oficina tres encapuchados con armas de fuego. Uno se llevó al director a punta de pistola hasta la caja fuerte, de la que sacó 3.966.150 de las extintas pesetas, según publicó entonces IDEAL, y otro de los atracadores encañonó a Paco. «La tercera era una mujer y llevaba una pistola falsa, pero las otras dos eran verdaderas y estaban cargadas, a mi me apuntaba con un revolver 38 de seis pulgadas», rememora Paco, como si fuera ayer. No tenía dudas, porque era un gran aficionado al tiro olímpico, tenía permiso de armas y las reconoció al instante.
Los atracadores lograron huir con el botín, no sin antes amenazar a clientes y empleados con disparar si hacían cualquier movimiento extraño o les seguían. Pero Paco Motos no les hizo ni caso. No le achanta nadie ni a sus 85 años, cuanto menos a sus 43 y con buenas piernas. «No soporto la delincuencia», justifica tajante. Levantó la persiana del banco y pudo ver perfectamente las caras de los tres asaltantes que se quitaban las máscaras en su atropellada huida por las calles cercanas. En aquellos tiempos en los que la Avenida Andalucía no tenía ni aceras ni bolardos, Paco había aparcado su coche justo en la puerta del banco.
Al volante de su Renault 5 montó apostadero en una de las calles próximas y se topó con el Seat 131 Supermirafiori blanco en el que viajaban los tres atracadores y una conductora que no había entrado a la oficina. «A estar el día lluvioso no había podido ver la matrícula del coche, pero tuvo la valentía de hacer un seguimiento del vehículo durante dos kilómetros en dirección a Málaga hasta que visualizó y memorizó el número», recoge la propuesta de concesión de la Cruz.
Con esa valiosa información, la Guardia Civil de Almuñécar, que ya estaba en la sucursal del banco, pudo alertar al puesto de la vecina localidad de Nerja que montó un control y logró detener a los atracadores. Los asaltantes arrojaron las armas y el botín de casi cuatro millones en billetes por la ventanilla, pero el dinero pudo después recuperarse.
Días antes del juicio a los atracadores, Paco recibió en su taller la desagradable visita de un mensajero que se dedicó a amenazar a los testigos. «Me llegó un tío al taller y me dijo no vayas a declarar que lo puedes pasar mal». Mucho menos se achantó esta vez. Fue el único de los testigos que se presentó al juicio y les identificó sin ninguna duda.
Otro detalle digno de mención en la lista de méritos que recoge la Guardia Civil para justificar la condecoración fue la donación, en 1989, de una imagen de la Virgen del Pilar, bendecida en la Basílica de Zaragoza. «Un día entré al bar del cuartel y me ofrecieron papeletas de una rifa de un jamón para financiar la imagen. Les dije guardad ahora mismo ese taco, aquí tenéis el dinero para la Virgen», relata Paco, orgulloso de que la imagen de la Patrona que él donó, siga protegiendo hoy en día el cuartel de Almuñécar.
«Siempre se ha caracterizado por ser un defensor a ultranza y un mecenas de la Guardia Civil y ha llevado como lema el orden y la ley a lo largo de toda su vida»
Propuesta de concesión de la cruz que firma el general Tomás García Gazapo
«En definitiva se puede concluir diciendo que don Francisco Corral Moto siempre se ha caracterizado por ser un defensor a ultranza y un mecenas de la Guardia Civil«, concluye la propuesta de concesión de la Cruz, que destaca sus »incontables amigos en todas las escalas del Cuerpo« y que »ha llevado como lema el orden y la ley a lo largo de toda su vida«.
«A nosotros también nos ha inculcado esos valores, honestidad y amor por lo que haces. Siempre nos ha dicho que si no te apasiona tu trabajo serás un mal mecánico o un mal guardia civil», apuntan orgullosos sus hijos José María Corral, que gestiona el concesionario familiar y Pedro, que es agente de la Benemérita en Almuñécar, al igual que su hijo Víctor, destinado en el destacamento de Tráfico de Tarazona.
Cuando les mire, tanto a ellos, como a sus otros dos hijos y a su mujer Lola, durante el acto oficial de celebración del Pilar en el que le impondrán la cruz, Paco sabe que se va a emocionar. Por lo mucho que significa para él este agradecimiento de la Benemérita a sus 85 años, pero, sobre todo, por quien le va a colocar la Cruz. «El mejor amigo de mi vida«, afirma conmovido Paco, en referencia al general García Gazapo. «Es un gran honor que yo jamás esperaba. Nunca pensé en una medalla, les he ayudado porque he visto cómo sufrían cuando no tenían medios y he vivido a su lado su extraordinaria vocación. Mi casa siempre estará abierta para la Guardia Civil, es lo que nos une y lo que se respeta. Si no tuviéramos a la Guardia Civil qué sería de España».
Sobre la firma
Íllora (Granada), 1978. Licenciada en Periodismo por la Facultad de Ciencias de la Comunicación de Málaga, entré a formar parte de la redacción de IDEAL en el año 2001 como periodista de la delegación de la Costa de Granada, donde durante 18 años IDEAL lideró la información de la actualidad de la comarca, con especial atención a la lucha por las infraestructuras, las autovías, las canalizaciones de Rules así como toda la actualidad y evolución del Puerto de Motril. Desde 2019 soy la responsable, desde la redacción de Granada, de la información de Economía y Empresas, dentro del área de Local de IDEAL. Estoy especializada en la información del sector agroalimentario de la provincia así como la del sector turístico, la industria y sigo las novedades del pujante sector tecnológico de Granada. La evolución del mercado laboral, así como la información que generan los grandes polos empresariales de la provincia, como la Citai, son también ámbitos de su competencia, junto a la actualidad de los sindicatos y las asociaciones que integran las organizaciones empresariales granadinas.
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