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Ernesto Barbero mira a la Virgen de la Esperanza de Almuñécar, en la Iglesia El Salvador. Javier Martín

Historia de superación en Granada

«El año que viene saco a la Virgen a hombros toda la procesión, ya lo veréis»

El herradureño Ernesto Barbero estuvo dos meses en coma tras sufrir un accidente con la bicicleta y lleva tres años luchando por su recuperación | Su vídeo bajo el trono de la Esperanza de Almuñécar el Jueves Santo se ha hecho viral y es una muestra de su constante lucha

Sandra Palacios

Granada

Jueves, 24 de abril 2025, 00:45

«¡Esperaaaanza!». «¡Guapa, guapa y guapa!». Entre vítores y vivas, Ernesto mecía a su Virgen junto a sus compañeros cofrades, que lo ayudaron a levantar el trono el Jueves Santo en Almuñécar como estuvo haciendo durante más de 20 años, antes de su accidente. Las imágenes se han hecho virales, pero la historia de este vecino de La Herradura es muy conocida y arropada por muchos en la costa granadina.

Se trata de una historia de superación, de cómo un accidente con la bicicleta al salir del túnel de Cerro Gordo en la N-340 el 31 de marzo de 2022 cambió la vida de Ernesto Barbero por completo. Dos meses en coma y un pronóstico que no creía posible verlo salvarse no han hecho más que darle fuerza a este herradureño para luchar día tras día por su completa recuperación, además de la ilusión de poder portar de nuevo a la Virgen de la Esperanza por las calles de Almuñécar.

La idea fue suya. Un año insistiendo a otros miembros de la Esperanza para poder estar debajo del varal el Jueves Santo. «Lo que sentí fue muy especial, hubo mucho sentimiento, me supera cuando lo pienso», manifiesta Ernesto. En la cofradía ya lo estaban esperando emocionados. «Improvisamos un poco. Con sus ganas de llevar el trono y un amigo de la hermandad que lo sujetó para que no se cayera, quisimos que estuviera debajo del varal y disfrutara de su Virgen como antaño», explica Antonio González, el capataz.

Pero ni mucho menos creía Ernesto que las imágenes pudieran llegar a tener tanta repercusión, aunque reconoce que ha trabajado mucho para conseguir estar debajo del trono. «No me esperaba que se hiciera tan viral el vídeo», apunta, pero asegura que todo esto le motiva a seguir progresando: «El año que viene saco a la Virgen a hombros toda la procesión, ya lo veréis».

Ernesto Barbero, junto a la Virgen de la Esperanza de Almuñécar. Javier Martín

Los horquilleros de la Esperanza conocen su fuerza y valentía, al igual que sus amigos y vecinos. «Es un ejemplo; y, para ellos, tenerlo de pie, debajo del varal, cuando hace un año estaba en la silla de ruedas, fue muy emocionante y un símbolo de fortaleza increíble», señala González.

Ernesto se considera «muy creyente» y «muy cofrade», y sus 25 años en la Cofradía de la Esperanza de Almuñécar lo demuestran. «Ya mismo me darán la medalla de los 25 años», comenta. «También he sido durante seis o siete años capataz del Cristo del Sepulcro de La Herradura, después de estar mucho tiempo sacándolo sobre mis hombros», añade. Por todo ello ha recibido otros homenajes en ambas localidades: como haberle dedicado la primera 'levantá' o ser él mismo el que ha tocado la campana y ha dado comienzo a la procesión.

«Esto se puede superar»

Volvía de Nerja en bicicleta. Al salir del túnel de Cerro Gordo en la N-340 se cayó a plomo, no pudo evitarlo, lo que hace pensar a los médicos que pudo sufrir un desmayo. Entonces dio con la cabeza en el suelo y lo único que se veía a simple vista era sangre saliendo del oído. A partir de ahí, dos meses en coma y un diagnóstico que se resumía en: «No despertará nunca». Los especialistas se equivocaron.

Estuvo un año y medio en el hospital, entre Granada y Barcelona, ciudad donde lo trasladaron para que pudiera avanzar más rápido en su recuperación. «Solicité el cambio de San Rafael al Hospital de Neurorehabilitación Guttmann en octubre o noviembre y no lo efectuaron hasta mayo. El tiempo en estos casos es fundamental y recuperó menos de lo que podría haber recuperado por culpa de ello», explica Ana Bueno, su mujer y principal apoyo.

Pese a los obstáculos, su compañera destaca que Ernesto tiene la fuerza «en todo lo alto» y «no decae». «Los médicos creen que no podrá recuperar más de lo que ha conseguido hasta ahora, pero también dijeron después del accidente que nunca despertaría, y aquí estamos», manifiesta. Por ello, este vecino de La Herradura va de lunes a jueves a fisioterapia por las tardes entre dos y tres horas y media y combina el trabajo que hace con los profesionales de FisioTropic y las sesiones de la Seguridad Social.

El siguiente objetivo es volver a andar solo, sin ninguna ayuda, y «revolear» la silla de ruedas. Tras el accidente perdió 40kg y le tuvieron que enseñar a hablar de nuevo, pues estuvo entre siete y ocho meses con una traqueotomía puesta. «Esto se puede superar, lo estoy consiguiendo poco a poco», subraya. En su canal de TikTok (@bubaplaya) sube vídeos para ser un ejemplo de motivación y anima a todos aquellos que están en su misma situación a ser «cabezones» como él, continuar con la lucha y no tirar la toalla: «Trabajando, lo conseguiréis todos, seguro, porque yo lo estoy haciendo, y volveré a andar otra vez».

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