Pisos turísticos en Granada
En la casa de la mejor anfitriona de España en Airbnb: «Todo cinco estrellas»Yolanda Sánchez triunfa en la app de pisos turísticos gracias a su trato cercano con el huésped o sus espectaculares viviendas en pleno centro de Granada
Los turistas no pueden resistirse a los encantos de Granada. La Alhambra, el Albaicín, el Paseo de los Tristes... y Yolanda. La mejor anfitriona de Airbnb de España está en la capital. Así lo marcan los datos de la app de pisos turísticos, que sitúa en Granada a la hospedadora con mejores puntuaciones del país. Además, se halla entre las veinte mejores de todo el mundo. Un reconocimiento que hace honor a años cuidando hasta el más mínimo detalle de las estancias de sus huéspedes en unos inmuebles de ensueño.
Yolanda Sánchez (Barcelona, 1973) es una vecina más del centro de Granada. Vive en un piso cercano a la Catedral para no descuidar su trabajo: el alquiler de alojamientos turísticos. En su día decidió residir allí para mantenerse próxima a sus clientes y permanecer siempre atenta a sus necesidades. Unas peticiones que hacen vibrar su muñeca a través de su 'smartwatch' y para las que está disponible prácticamente las veinticuatro horas del día. Una muestra del trato que presta al huésped y uno de los motivos por los que sus puntuaciones alcanzan las cinco estrellas en Airbnb.
«Es un oficio maravilloso al que me llevo dedicando varios años en exclusiva. El turista valora positivamente esa atención personalizada. Que le acompañes durante su llegada, que le enseñes el piso... Son detalles que mejoran su experiencia en nuestra ciudad y su satisfacción con el anfitrión», explica la propia Yolanda a IDEAL en las dependencias de uno de sus inmuebles. Tiene cocina americana, donde deja algunos obsequios para los huéspedes como botellas de vino o pan casero recién hecho.
«Junto a la entrada les facilito también un mapa del Centro y una lista de recomendaciones con bares y restaurantes aledaños que a mí me gustan personalmente. Estos gestos facilitan su estancia todo lo posible y lo agradecen. He hospedado a viajeros de todo el mundo. Últimamente, a Granada vienen muchos estadounidenses y coreanos, pero también españoles y demás europeos», cuenta. Todos ellos destacan la especial atención de Yolanda en las valoraciones, así como el cuidado interior de los alojamientos.
Granada, a los pies
Yolanda alquila en la actualidad dos pisos del Centro. Uno se encuentra en la calle Cristo de San Agustín, junto a la Plaza Villamena. El otro, en plena Gran Vía. Se trata de un ático en la octava planta del edificio Olympia, que acogió en otro tiempo el ya desaparecido cine Olympia. Es un bloque antiguo, compuesto por oficinas y viviendas. La de la mejor anfitriona de España cautiva con tan solo poner un pie en su pasillo de entrada. La Catedral, la iglesia de San Justo y Pastor o la Vega granadina quedan a los pies del huésped a través de un gran ventanal que ilumina toda la estancia.
«El atardecer se ve espectacular. Las vistas son el principal atractivo del inmueble, así como su ubicación. Se puede subir al Albaicín cruzando la calle, la Alhambra queda a un paseo de veinte minutos... El balcón comunica con el salón, lo que aporta una gran sensación de amplitud. Tengo clientes que me dicen que les da pena salir a la calle porque les encanta el alojamiento», ríe. La panorámica es inmejorable y quita el habla. El alojamiento se completa con un dormitorio y dos baños. Todo amueblado y con suelo de madera, libros o un 'scrabble'.
«Algunos son regalos de antiguos huéspedes como agradecimiento por la grata experiencia que se llevaron de aquí. Adoro este trabajo donde ser detallista importa. Recibo a personas que llegan a Granada con muy buena energía y con ganas de disfrutar de sus vacaciones. Ayudarles a ello y que te premien con buenas valoraciones es muy reconfortante. Al final, a todos nos gusta que nos traten lo mejor posible allá donde vamos», añade. En un par de horas hospedará a unos nuevos visitantes procedentes de Francia. «Me da tiempo a darle un 'repasito' al piso y revisar que todo esté en su sitio», concluye. Los detalles importan para alcanzar la excelencia.
«Los pisos turísticos atraen turismo de calidad»
Cuando Yolanda abrió su perfil en Airbnb nunca pensó que le daría de comer. En 2019 esta granadina de adopción compaginaba su trabajo en una gran superficie con el alquiler de pisos turísticos. Era anfitriona a tiempo parcial junto a su marido. Sin embargo, llegó la pandemia y lo cambió todo.
«Tenía en alquiler tres apartamentos, pero en marzo de 2020 todas las reservas cayeron. Estábamos encerrados y no existía el turismo. Encima, mi empresa me incluyó en un ERTE que derivaría en un ERE voluntario, el cual acepté. Tuve problemas económicos. Mi pareja y yo nos vimos obligados a vender el coche para salir adelante. Finalmente, decidí lanzarme y dedicarme únicamente al alquiler. Hoy no me veo trabajando de otra cosa en el futuro», detalla la anfitriona. Tres años más tarde, Yolanda vive de ello como un trabajo más. Un servicio turístico y hostelero en el centro de la polémica debido al papel que juega en torno a la gentrificación de las ciudades y la subida descontrolada de los precios de los alquileres.
«Los pisos turísticos son una actividad completamente legal. Al menos, mis dos apartamentos están regularizados y cuento con licencia para alquilarlos. Atraen al turismo de calidad, que es aquel que no provoca problemas al hospedador y que viene a gastar dinero en la ciudad. Tampoco a los vecinos del bloque y del barrio. Los huéspedes pasan una estancia breve, por lo que no hay riesgo de padecer 'okupaciones'. Además, algunos territorios no cuentan con una gran oferta hotelera en el centro, lo que obliga al turista a alejarse de los puntos de interés. ¿Por qué los hoteles sí pueden acoger a gente de fuera y no las viviendas particulares?», finaliza.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión