'Caníbal' se comió Granada de un bocado
El coleccionista de momentos ·
La Carrera del Darro, la Costa Tropical y Sierra Nevada lucen esplendorosas en el film de Martín CuencaJesús Lens
Granada
Sábado, 7 de agosto 2021, 00:48
Cuando terminó la proyección, en el Teatro Isabel la Católica se escucharon unos aplausos más de cortesía que de entusiasmo. Estábamos en el preestreno de 'Caníbal', película filmada en diversos escenarios de la provincia de Granada, y eran más las ganas de que nos hubiera encantado y emocionado que lo que nos había gustado en realidad.
Vaya por delante que la de Manuel Martín Cuenca no es una película fácil. De hecho, se trata de una propuesta muy arriesgada y su resultado final, visto en la pantalla, roza el límite, la frontera, entre lo comestible y lo difícilmente digerible.
Lo que sí es cierto y nadie puede poner en duda es que nunca había dado tan bien Granada en una película. Granada entera. La Granada monumental de la Carrera del Darro, la Granada folclórico–religiosa de la Semana Santa, la Granada costera de los chiringuitos, la Granada del extrarradio y las estaciones de servicio y la Granada alpina, con una Sierra Nevada espectacular que perfectamente podría pasar por los Andes, Alaska o el mismísimo Nepal.
Lucía tan bien Granada en pantalla y el equipo técnico le sacó tanto partido a sus múltiples posibilidades cinematográficas que 'Caníbal' se alzó con el premio a la mejor fotografía del prestigioso Festival de Cine San Sebastián.
El título de la cinta de Manuel Martín Cuenca no deja lugar a las dudas, por lo que no les hago spoiler alguno si les digo que está protagonizada por un amante de la carne, más blanca que roja en este caso. Aunque dependería del moreno y la pigmentación de la pieza en cuestión. Y es que el sastre interpretado por un contenido e hierático Antonio de la Torre estaba sometido a una dieta de proteínas bastante radical sobre la que no sé yo qué diría el ministro Garzón. El hecho de que fuera cofrade y semanasantero y utilizara su habilidad como sastre para hacerle un lujoso manto a una virgen también despertó suspicacias y animadversiones en su momento.
El sastre caníbal tenía su casa a un lado del Darro y su tienda–taller al otro, por lo que se pasa la película cruzando el puente de Cabrera con insistencia. Las secuencias bajo la lluvia convierten a la Carrera del Darro, una de las calles más bonitas del mundo –esto es una verdad objetiva, más allá de toda malafollá chauvinista– en un lugar siniestro y amenazante. Que sigue luciendo bonita en pantalla, ojo, pero se ve fría como el acero de los cuchillos con los que el protagonista corta y despedaza los cuerpos de sus víctimas.
El director filmó durante una semana en Sierra Nevada utilizando nada más que la luz natural, con óptimos resultados
La secuencia final, con la Semana Santa y el fervor por las figuras dolientes, es de una belleza abrumadora y apabullante, aunque el cuerpo que deja es más de saeta que de jota. Además, el equipo de rodaje tuvo la fortuna de estar en Granada en uno de los escasos días en que ha nevado en la ciudad en los últimos años. Nieve de la verdad. De la de cuajar y permitirnos hacer, si no guerras, sí batallas. Ni que decir tiene que ese manto blanco contribuye a aumentar el gélido ambiente que buscaba el director.
Pero la gran baza de 'Caníbal' es que aprovechó con tino y oportunidad otros paisajes de la provincia de Granada, encajándolos en el guion y sacándoles todas sus posibilidades cinematográficas. Por ejemplo, el plano subjetivo del protagonista acechando a una pareja que llena el depósito en una gasolinera. O la secuencia del chiringuito, con el mar tenebroso convertido en amenaza, que se filmó en la Costa Tropical, entre Motril y Torrenueva.
Granada no fue la primera opción barajada por el cineasta como localización para la película. Estuvo viajando por diferentes zonas de Andalucía, adaptando el guion al posible entorno paisajísitico. Hasta que se decidió por la ciudad nazarí, donde había vivido mucho tiempo durante sus años de estudiante. «Iba mucho a Sierra Nevada, por eso conocía muy bien lo que quería que saliera», comentó el cineasta en el momento del estreno de la película. A partir de ahí tocó negociar la utilización de los espacios… y los cierres perimetrales al tráfico por causas de fuerza mayor. Que nadie dijo que filmar una película fuera algo fácil.
Son las secuencias de Sierra Nevada y Güéjar Sierra las que resultan más impresionantes. Una Sierra Nevada enorme y desmesurada que ofrece todo su potencial cinematográfico. Porque el caníbal protagonista tiene una casa–refugio en lo alto de la montaña. Su vida de anacoreta así parece exigirlo. Todo es frío, hielo y soledad en su vida. Incluida su 'relación' con las mujeres.
Para el cineasta, la semana de rodaje en Sierra Nevada resultó especialmente memorable. Se desplazó a la montaña con un equipo muy reducido y no usaban electricidad: un trípode, una cámara y la esplendorosa luz natural del entorno era todo lo que necesitó para filmar unas secuencias ciertamente soberbias e inolvidables.
'La hija' recorre Jaén
Para su próxima película, titulada 'La hija' y que se estrenará a final de año, Manuel Martín Cuenca ha filmado en diversos escenarios naturales de la provincia de Jaén, además de en la propia capital. El rodaje, que arrancó en noviembre de 2019, se vio interrumpido por la pandemia y finalizó entre mayo y junio de 2020. Los escenarios naturales que se verán en pantalla incluyen Santiago–Pontones, Cazorla y La Iruela.
Protagonizada por Javier Gutiérrez y Patricia López Arnaiz, la película cuenta con guion de Alejandro Hernández, como en el caso de 'Caníbal'. La historia transcurre en la Sierra de Cazorla y Las Villas, en zonas despojadas, altas y despobladas. ¿Qué tal darán esos paisajes montañosos en pantalla? No tardaremos en averiguarlo, que la película inicia el circuito festivalero a vuelta de verano.
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