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El Niño del Albayzín en una terraza de Granada. A. AGUILAR

«¿La canción del verano? Por mí puede firmarla otro»

Pues no estamos tan mal | El Niño del Albaycín, cantante ·

Estos días para elNiño del Albayzín son sinónimo de festivales, chiringuitos y fiesta. Un momento perfecto para celebrar la vida, la música y los bares. Casi 'ná'

Sergio González Hueso

Granada

Miércoles, 11 de agosto 2021, 00:40

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David García Domínguez (1995) es más conocido por su nombre de guerra: El Niño del Albayzín. Con su música fresca y sus letras desinhibidas se ha metido al público en el bolsillo. En ese en el que siempre tiene algo suelto para gastarlo en los bares, en esos templos paganos a los que honra en su último single, en su gira y en la vida en general.

–¿Este verano qué? ¿'Muchos bares'?

–(Ríe) Eso es, tal cual dice la canción: «¡Bares, discotecas, chiringuitos de verano...!» ¡Por supuesto! 'To' lo que nos dejen y 'to' a lo que nos llamen. Llevamos un año encerrados y somos de estar en la calle, de salir a desayunar y volver al día siguiente. Imagínate si tenemos ganas. Hasta hemos adaptado nuestro concierto a un formato más pequeño. Ahora tenemos dos shows. Lo mismo la liamos en un festival que ponemos 'encendío' un bareto.

–Tu nuevo single es un pequeño homenaje a la hostelería ¿Es amor puro o buscas la cañita gratis?

–'Muchos bares' es un tema que nace justamente cuando los bares estaban cerrados por la covid. Nace de echarlos de menos. Así que imagínate si es amor puro (ríe). Además, en todos los bares en los que grabamos ya me caía alguna que otra caña gratis antes de que sacáramos el tema. Son bares de 'Graná', de amigos o conocidos, donde siempre me tratan bien. Se portaron de diez en el rodaje y nosotros dejamos todo el bote que pudimos. ¡En 'Deltoya' recuerdo que hasta invité a una ronda de chupitos a todo el garito! Se nos fue un poco de las manos, el cámara se fue a casa 'doblao'. Y al final del videoclip se ve cómo acabamos mi compadre Joaquín y yo.

–¿Qué sería de los meses de calor sin la cervecita?

–Ni pensarlo quiero. Ya está bien de penas (ríe). Somos del Sur, una cervecita y unas tapas entran bien siempre. Cuando vamos a otra ciudad siempre preguntamos primero qué cerveza es la que hay allí. Ya bebemos hasta Cruzcampo (ríe).

–¿Tuviste algún verano en el que te sentaran regular?

–Mi compadre Joaquín siempre que nos sienta mal la bebida le echa la culpa a las tapas. Me dice: «Eso ha sido la ensaladilla rusa». Y en realidad es que vamos como Las Grecas. Una que recuerdo fue en el 'On Air Festival'. Compartimos escenario con El Canijo de Jerez, artista al que tengo la suerte de poder llamar amigo. Todo salió perfecto e incluso cantamos juntos. Acabamos de cervezas, pero la cosa se puso chunga. Tanto que acabó viniendo la Policía a altas horas de la madrugada a echarnos del tejado de un hotel. Se me pasó un poco 'to' de golpe y aunque parecía que se iba a torcer la cosa, al final las cervezas nos sentaron muy bien. A estos los llamaban Los Delinqüentes por algo...

–¿Cómo va la gira 'Batallas y botellas'? ¿Bailar y cantar de verdad quita las penas?

–Sí, queda demostrado. Lo estamos viendo en la gira. Necesitamos cultura, música, baile, compartir, gente, risas, llantos o emociones. Vivimos 'pegaos' al móvil y eso nos está matando. Hay que salir a disfrutar, ir a los conciertos; cantar, reír y vivir el presente. El dinero va y viene, pero los buenos momentos lo mismo no vuelven.

–¿Con tantos conciertos crees que tendrás tiempo para vacaciones?

–Tengo un par de días marcados en el calendario. María, que es mi chica y ahora también mi manager, me ha dicho que esos días mi 'Dj' no puede venir a ningún concierto y que aprovechemos para escaparnos a la playa. No sé si será verdad o si se lo ha inventado para que nos vayamos de vacaciones, pero la verdad es que nos va a venir bien. Hemos pasado de no tocar en un año a hacer conciertos casi todos los fines de semana.

-¿Es más caluroso el público o se nota la flojera veraniega?

–Se nota, el calor aprieta y la gente se desata. El verano es época de festivales, chiringuitos, fiesta... Si algo frena hoy al público es el hecho de tener que sentarse. Sin embargo en todos los conciertos que hemos hecho así hemos demostrado que se puede gozar muchísimo. Cuando mi compadre y yo estábamos montando este nuevo show, pensado para un público sentado, le llamábamos entre nosotros el 'formato tranquilo'. Ahora le llamamos 'formato dúo' porque de tranquilo tiene poco. La liamos desde las sillas y encima es una muy buena oportunidad para prestar más atención a las letras.

–Cantas y también lees. ¿Qué lectura nos solucionaría el verano?

–Leer, el cine o escuchar música son cosas que te abren otros mundos. Y además son fuente de inspiración, pues me sirven para escribir. Así me ha pasado con los últimos libros que he leído, que son de músicos y que recomiendo. Uno es 'Búnker', de Tote King. A raíz de leerlo y sacarlo en mi vídeo 'Comida rápida' empecé a hablar con él. Me ha recomendado otros tantos y no falla. Es el 'king' de la escritura y de la lectura. Otro es '40 años. 40 canciones', de mi amigo Arco. Me hizo llorar, reír y entender muchas cosas de mí mismo. A él ya le debo unas cuantas. Y ahora mismo estoy con 'El Canijo de Jerez. Garrapatero Cósmico'. Una pasada, me está flipando.

–¿Te gustaría un día firmar la canción del verano o se las dejamos a King África?

–Nunca he escrito con esa intención. Ni siquiera el revuelo del '¡Foh mi Graná!' fue premeditado. No me gusta mucho ese tipo de éxitos. Son pasajeros. El propio nombre lo dice... 'del verano'. ¿Y después qué? Me gustan las canciones que perduran en el tiempo, que tienen algo que decir. Me rayo mucho con las letras. Me gusta pensar que estoy haciendo canciones que van a quedar ahí para siempre, que las escucharán mis hijos o mi madre en bucle como hace siempre. Estoy más atento a otras cosas. ¿La canción del verano? Por mí puede firmarla otro.

- ¿Pero imaginaste algún día que tus canciones se corearían en festivales? No estamos tan mal...

–Para nada, ni siquiera imaginaba tener canciones publicadas y que las escucharían miles de personas. Tampoco dar un solo concierto, ni ir a festivales. Ni siquiera pensaba que algún día estaría respondiendo esta pregunta para un periódico.

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