Borrar
Los ancianos aguardan la entrada de los menores en su último día de convivencia. Ramón L. Pérez
Experiencia intergeneracional

Un campamento con mil batallitas

Un grupo de 14 niños de 4º de Primaria del CEIP La Almohada de Belicena ha acudido durante esta semana a diario a interactuar con los 105 ancianos de la Residencia María Zayas, de la Fundación Gerón

Yenalia Huertas

Granada

Sábado, 1 de julio 2023, 00:21

Comenta

Ver a un nieto escuchando atentamente las batallitas de su abuelo o jugando con él en un parque son, sin duda, escenas que conmueven al más impertérrito. Pero observar a una quincena de niños de diez años compartiendo, con absoluta entrega e implicación, conversaciones, juegos y alegría con 105 ancianos a quienes sólo les une ese vínculo llamado 'cariño y respeto hacia nuestros mayores', hace que el corazón sonría.

Y eso es lo que ha habido esta semana en la Residencia María Zayas, de la Fundación Gerón, en Belicena (Vegas del Genil): una convivencia intergeneracional de mil juegos, mil batallitas y mil gestos de ternura durante cinco días. En esta preciosa iniciativa, un campamento de verano donde la diferencia de edad es una razón y no un obstáculo, han participado un total de 14 alumnos de 4º de Primaria del CEIP La Almohada de Belicena, que han contagiado cada mañana de energía y vitalidad a los residentes.

Anciana favorita

«Hacemos muchas actividades y está superchulo. Lo pasamos muy bien», expresa una de las menores que acaba de llegar al complejo. Se llama Daniela y tiene unos dulces ojos marrones. Confiesa que hay una anciana que es su favorita: «Amelia». Y por el guiño de su mirada, lo dice con una emoción sincera (es obligatoria aún la mascarilla en todo el recinto).

Daniela, como el resto de los menores participantes, ha permanecido en el centro cada día de 10.00 a 14.00 horas y ha asistido cada mañana a la asamblea organizada para fomentar la interacción entre los ancianos y ellos. «A mí me gustaría que esto durase un poco más y que lo hicieran otros años», se despide.

«Hacemos muchas actividades y está superchulo. Lo pasamos muy bien»

Daniela (10 años)

Alumna del CEIP La Alhohada

Después de esa tertulia matutina, cada día se ha realizado una actividad principal con nombre propio. El lunes hubo juegos de agua (AquaZayas). El martes, música y baile (ZaDance). El miércoles, un taller de cocina (Master Chef Zayas). El jueves, manualidades (ArtZayak), y este viernes una completa gymkana (GymZayas) en el patio que incluía distintos juegos, como el tiro al aro, los bolos, las torres de vasos, la pesca de patos y el paracaídas.

En el corro del paracaídas hay varios ancianos sujetando los extremos de una lona de colores. Entre ellos se intercalan los infantes. La diversión gira en torno a una pelota que hay que desplazar por la tela evitando a toda costa que caiga al suelo. «Si yo digo uno, el paracaídas para arriba. Y si yo digo dos, todos nos agachamos», indica Silvia, la terapeuta ocupacional contratada para el programa en el que se enmarca el campamento. Manuel es uno de los mayores que tira de una de las asas de la lona y, aunque sus rodillas se resisten a la flexión completa, sale airoso de los lúdicos retos de esta jornada.

Una de las residentes participa en el juego del paracaídas. Ramón L. Pérez

La anciana Rosa también forma parte de esa rueda. Y se deshace en elogios hacia los críos. «Son una maravilla, te saben querer y tienen mucha educación», afirma. Paqui, otra residente, lo corrobora: «Yo creo que esto bueno para nosotros y para ellos también, porque pocas oportunidades hay de que se junten varias generaciones. Y esto les hace mucho bien a los abuelos». María Gracia enumera orgullosa a sus nietos y tilda igualmente de «maravillosa» esta vivencia: «Estamos aquí en la residencia y tenemos poco contacto con los nietos, y es una alegría ver a estos niños. Son encantadores y cuando se vayan los vamos a echar de menos».

«Estamos aquí en la residencia y tenemos poco contacto con los nietos, y es una alegría ver a estos niños«

María Gracia

Anciana de la Residencia María Zayas

Este viernes, para clausurar el campamento, han podido visitar el centro los padres de los pequeños. En el acto, diplomas y mucha satisfacción. Además, se ha exhibido a los familiares el periódico que cada día han confeccionado niños y mayores, con fotos incluidas, para que sus vivencias permanezcan por escrito.

Fisioterapeutas, trabajadores sociales, psicóloga, terapeutas, supervisoras... todo el personal de la residencia se ha volcado con la iniciativa. Todos han estado encantados con la llegada diaria de la expedición infantil. Las trabajadoras Marta, Alejandra y Jéssica dan fe de ello. Destacan «la ilusión» que se ha respirado esta semana y la motivación de los pequeños por hacer sentir bien a los ancianos. «Ha significado salir de la rutina», comentan.

«Esta actividad favorece la creación de vínculos entre niños y mayores y ofrece beneficios a nivel emocional y afectivo entre ambas partes»

Mariola Hita

Directora de la Residencia María Zayas de la Fundación Gerón

«Esta actividad favorece la creación de vínculos entre niños y mayores y ofrece beneficios a nivel emocional y afectivo entre ambas partes», enfatiza por su parte Mariola Hita, la directora de la residencia, que explica que los mismos alumnos que han protagonizado esta experiencia esta semana llevan en realidad acudiendo al centro desde principios de año en el marco de un programa subvencionado a cargo del 0,7 del IRPF denominado 'Compartiendo experiencias'.

Varios de los menores saludan a los ancianos. Ramón L. Pérez

«Es un grupo, por tanto, con los que los mayores han tenido relación durante todo este año», incide la directora, mientras Silvia Alba, la técnica, evoca una de las experiencias previas en las que interactuaron: la del Día de Andalucía, cuando fueron los ancianos quienes acudieron al colegio de sus pequeños visitantes y «recitaron un poema de Lorca y cantaron también una canción». Otro de los encuentros -ha habido como mínimo uno al mes- consistió en un taller de pintar huevos de pascua.

A lo largo de estos meses se ha generado afecto, sí, pero también se han roto estereotipos, como el de que son hombres y mujeres enfermos los que están en las residencias o ya excesivamente ancianos. «Los niños han comprobado que son personas con mucha vida, con mucha actividad y con muchas historietas que contar», ensalza la directora.

«Ya los niños llegan buscando a determinados mayores con los que han hecho más vínculo porque les recuerdan a sus abuelillos»

Silvia

Técnica del programa 'Compartiendo experiencias'

«Ya los niños llegan buscando a determinados mayores con los que han hecho más vínculo porque les recuerdan a sus abuelillos, y algunos de los mayores preguntan por ellos en cada actividad que se hace. Hay quien, incluso, pese a tener problemas de memoria, se acuerda perfectamente de los nombres de los niños y de lo que hace y habla con ellos», enfatiza Silvia. «Es algo muy bonito y se están viendo los resultados». Lo es.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal Un campamento con mil batallitas

Un campamento con mil batallitas