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Vecinos portan carteles en una de las calles sin asfaltar. Ramón L. Pérez

Calles «tercermundistas» a diez minutos del centro

Cientos de familias del barrio de Cartuja tienen que usar a diario vías abandonadas para hacer cosas tan básicas como ira la farmacia

Sergio González Hueso

Granada

Sábado, 11 de junio 2022

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Nueve minutos en coche separan el parque 28 de Febrero de Gran Vía. Son apenas 30 minutos andando, 2,4 kilómetros, el mismo trecho que hay entre el estadio Nuevo los Cármenes y la Fuente de las Batallas. Frente a esta zona verde del barrio de Cartuja, en el distrito Norte, un día se construyeron unos bloques de pisos hace más de 60 años y se olvidaron de urbanizar algunas de sus calles. El asunto no es que no se hiciera entonces, sino que hoy, en 2022, la cosa sigue igual o incluso peor si se analiza lo bien que le ha sentado el paso de los años a otras zonas de la capital. Los vecinos están «hartos».

Lamentan tener que utilizar calles que no están en algunos casos ni asfaltadas. El alumbrado es ridículo y la única vida que allí no se queja amargamente de cómo están las cosas es la mala hierba, que, sin desbrozar desde ni se sabe, ha invadido arcenes, solares mal vallados o alcorques.

Es una mañana de mucho calor del mes de junio. Hay una veintena de vecinos portando carteles en los que se recuerda que Cartuja también es Granada y se pide unas condiciones de vida dignas. No lo dicen, pero la sensación que tienen es que las administraciones los tratan como ciudadanos de segunda.

–«¿No entiendo por qué tiene que tocarle todo al distrito Norte?

–Querrás decir que por qué no le toca nunca al distrito Norte.

Rosario García, la presidenta de la asociación de vecinos Nueva Cartuja, mantiene esta conversación con David en la puerta de la farmacia de Mónica. Están en la calle Luz Casanova, que es difícil de creer en qué estado se encuentra: parece un trocito de descampado. El desorden es completo: firme sin asfaltar lleno de baches enormes, ondulaciones y piedras; aceras estrechísimas sin rebajes para las personas con movilidad reducida; farolas que no funcionan; cocheras abandonadas; terrazas comidas de suciedad levantadas sobre la nada... «Eso fue que un hombre montó un bar y se hizo una terraza sin permiso, y ahí sigue cogiendo mierda», explica un vecino, que ni se acuerda de cuándo cerró aquel negocio. Tampoco sabe cuántos años lleva así esta calle o la perpendicular Pedro Gómez Aparicio, donde hay media docena de cocheras, estas en uso.

Una calle sin alquitranar y llena de maleza. R. L. P.

Una de ellas es de Dani, un señor que justo se cruza con los vecinos concentrados cuando va a llevar una escalera de obra a la basura. Acaba de llegar a su garaje y se para a contar que lleva ocho años con él y está amargado. «Acabaré rompiendo el coche», cuenta mientras señala un gran socavón que hay frente a su propiedad. Cree que no se puede tener una calle así, sin asfaltar, ni iluminar y llena de trampas para los vehículos.

«Cuando llueve se monta un barrizal con la tierra que a veces ha hecho que el coche se quede atrapado. Me toca los bajos de la profundidad que tienen algunos baches. Es horrible», critica. Es un hombre de mediana edad y tiene planes. Querría montar un asador de pollos allí mismo, pero no cree que pueda hacerlo mientras no arreglen su calle. No solo es lo descrito, también está inclinadísima y tiene enfrente un solar abandonado y pobremente vallado en el que se han visto hasta culebras. Lo avisa otra vecina, también indignada, que se marcha con su carrito de la compra por Periodista Rafael García Fernández de Burgos, otra de las calles «tercermundistas», en palabras de la presidenta de la asociación.

Explica que estas tres calles y otras también hechas polvo como Periodista Francisco Giles Jiménez o Periodista Antonio Joaquín Afan Rivera (estas al menos están pavimentadas), son usadas diariamente por muchísimos vecinos para hacer cosas tan cotidianas y necesarias como comprar pan o ir a la farmacia. Entre todos los vecinos han calculado que, en esta zona, como mínimo hay 150 familias que se ven diariamente afectadas por el mal estado de estas calles.Y muchos de estos ciudadanos son mayores a los que les cuesta andar.

Ramón L. Pérez
Imagen principal - Calles «tercermundistas» a diez minutos del centro
Imagen secundaria 1 - Calles «tercermundistas» a diez minutos del centro
Imagen secundaria 2 - Calles «tercermundistas» a diez minutos del centro

Enrique es un ejemplo. Tiene 84 años y un día se cayó en Luz Casanova y tuvo que acudir una ambulancia en su ayuda. Lo recuerda bien porque desde entonces usa bastón. Le ha cogido miedo a unas calles que son mucho más peligrosas en invierno: porque anochece mucho antes y encima llueve, lo que hace que todo sea una «pecera», apunta Ana, otra vecina, también de 84 años.

Mónica, la farmacéutica, confirma que el perfil de sus clientes suele ser el de personas mayores. Señala que aunque está pegada a cuatro bloques, a su farmacia va, por lo pronto, todos los vecinos que viven en torno al parque 28 de Febrero. La ratio dice que hay una farmacia por cada 2.500 habitantes, por lo que pide que se tenga en consideración a todas estas personas. «Lo único que pedimos es que pavimenten estas calles y las arreglen para que el acceso a la farmacia sea seguro», precisa ella, que comparte opinión con la trabajadora que tiene el despacho de pan contiguo a su farmacia. «Muchas personas se nos quejan.Deberían arreglarlas», dice desde el otro lado del mostrador.

En el barrio hay casiuna decena de vías sin asfaltar, avisan los vecinos, que piden que se les meta mano de una vez

Rosario García interviene para apuntar que desde la asociación de vecinos se ha solicitado en muchas ocasiones la modernización de toda esta zona, pero que las respuestas por parte del Ayuntamiento han sido siempre esquivas. «Solo parchean», cuenta ella, que cree que todo se reduce a que existe un lío competencial entre el Ayuntamiento y la Junta que se estarían pasando la bola mientras las calles siguen tan mal como siempre. Desde el Consistorio confirmaron a este periódico que la titularidad de estas calles no está clara. La gestión de algunas de ellas corresponderían a la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA), que pertenece al Ejecutivo andaluz, y otras, al Ayuntamiento. Fuentes municipales señalaron que una vez que se dirima este embrollo competencial, prepararán el proyecto de arreglo de las calles que les corresponda.

A los vecinos no les importa qué institución se tiene que hacer cargo de la zona, solo quieren una solución, pues son muchos años los que llevan esperándola. Desde la asociación recuerdan además que estas no son las únicas calles de su barrio que se encuentran sin asfaltar; completamente abandonadas. Otras vías como Cristóbal Quintero o Gómez Rascón, que además están detrás del colegio Amor de Dios, están también en condiciones precarias. Como asimismo se encuentran José Acosta Medina, Diego de Arana o López de Haro.

En total, casi una decena de calles de un barrio como el de Cartuja cuya situación podría hacerse extensible a otros como la Paz, Campo Verde o Almanjáyar, zonas a dos suspiros en coche del centro de Granada. 

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