Se busca padrinos para 38 olivos milenarios
En Íllora dos mil árboles de hasta 800 años corren peligro de acabar convertidos en leña por su baja productividad agrícola ·
Una asociación lanza un SOS para colocar los viejos árboles arrancados de una finca privada y ya ha logrado que el puerto de Motril adopte a tresVieron el inicio y final de Al-Ándalus, sobrevivieron a cruentas guerras, talas masivas, sequías e incluso a etapas glaciares como la Pequeña Edad de Hielo pero ahora los olivos lucio de Íllora, los más antiguos de Granada, se enfrentan a una gran amenaza para su supervivencia. A su edad, estos árboles casi milenarios, con 600 años de media –los más jóvenes superan los 200 y los hay también de más de 800– ya no están para zarandeos y sus troncos retorcidos de hasta cuatro metros de perímetro dificultan la utilización de medios mecánicos, por lo que hay que varearlos a mano para recolectar la aceituna. Recoger sus frutos cuesta el doble mientras que estos viejos lucios producen la mitad de kilos que otras variedades. Una mala combinación que empuja a los agricultores y propietarios de las fincas, a los que no les salen las cuentas, a arrancar estos olivos y sustituirlos por otros más rentables.
Que la leña de un olivo milenario acabara alimentando una chimenea es una escena que ponía los pelos de punta a la familia propietaria de la almazara Casería de la Virgen, especializada en aceites ecológicos y de calidad y por eso hace cuatro años se erigieron en defensores de estos últimos lucios ilurquenses.
Fueron los que crearon la asociación Argentata e iniciaron hace una década ya un movimiento para salvar los históricos olivos. Por aquello de que solo se ama y se valora lo que se conoce, han realizado actividades divulgativas y una exposición que recorrió Granada para convencer del valor de estos olivos y de que deben ser preservados como un símbolo de identidad histórica y de economía sostenible.
La propia almazara, afincada en Alomartes, en el municipio de Íllora, financió también un estudio sobre la variedad lucio y documentó que es la de más de antigüedad de Granada junto a la de los olivos loaime. Además constató que Íllora fue el foco de introducción de estos olivos que llegaron a la península, a finales del siglo VIII procedentes del norte de África, de la actual Túnez.
«Existen referencias que señalan al lucio como el padre de todos los existentes en la Península Ibérica, ya que fueron pies de esta variedad los que fueron plantados en el siglo VII para sustituir a los que se perdieron tras un periodo de sequía que acabo con las plantaciones ibéricas», explica el gerente de la almazara, Antonio López.
El estudio constató la existencia de unos dos mil olivos centenarios en explotaciones privadas, al abrigo de la Sierra Parapanda, que a día de hoy ven peligrar su supervivencia por su falta de productividad.
Desde el año 2015, la asociación ha venido actuando de intermediaria con los propietarios que quieren deshacerse de los olivos, para intentar salvarlos. Buscan empresas, particulares o instituciones que quieran adoptar a los olivos, a cambio de asumir los costes de traslado de los colosales árboles y que el agricultor perciba, al menos, lo que le pagarían si vendiera el olivo como leña.
Hace un par de años, la asociación Argentata cosechó una gran repercusión cuando logró salvar a 17 olivos milenarios a los que encontraron un padrino de lujo, el duque de Wellington, que los plantó en su finca del Molino del Rey.
Ahora la asociación ha vuelto a lanzar un SOS y a movilizarse en busca de empresas e instituciones que quieran hacerse cargo de 38 olivos milenarios, arrancados de una finca privada, y asumir los más de 500 euros que supone su traslado. Por lo pronto, la almazara ha puesto a salvo los imponentes ejemplares de troncos de más de tres metros de perímetro en las instalaciones de la Granja Escuela Parapanda, donde aguardan, puestos en parterre, a que la asociación les encuentre padrino.
El mal menor
«El mal menor es buscarles una segunda residencia. Deberían estar en el sitio en el que se han criado pero no podemos esperar que agricultores los mantengan por un ataque de romanticismo. Las administraciones deberían proteger los olivos, pero no vale solo prohibir que los arranquen sino apoyarlos con un programa de subvenciones que compensen a los que mantienen estas reliquias vivas», explica Antonio López, gerente de la almazara inició , Casería de la Virgen.
De hecho, siempre tienen el miedo de que el movimiento para preservar los lucios provoque justo el efecto contrario. Esto es, que los agricultores opten por deshacerse de ellos rápido, antes de que les traigan problemas. La almazara se ha quedado con doce de los olivos y ahora están tocando puertas para buscar empresas, particulares o instituciones dispuestos a asumir el resto. No les está yendo mal. Ya han dado un paso al frente para rescatar olivos que son símbolo del pueblo el Ayuntamiento de Íllora y la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) también se va a quedar uno para donarlo a la ciudad de Granada y que se coloque en la rotonda del PTS que lleva su nombre.
Tampoco ha dudado en salir al rescate de los olivos milenarios el puerto de Motril, que ha adoptado a tres. «Hemos sido sensibles a la demanda de la asociación para conservar un patrimonio natural tan importante para nuestra provincia. Nos dijeron que iban a ser pasto de la llamas y lo vimos claro. Además el olivo simboliza la paz y con él hacemos un guiño a nuestros cruceristas japoneses del Peace Boat, que lo llevan en sus viajes. Los olivos se enmarcan también en nuestra filosofía de crear un puerto más verde y más amable», explica el presidente de la Autoridad Portuaria, José García Fuentes. Ahora la preocupación del puerto es que los aires motrileños les sienten bien a los olivos ilurquenses y vivan por lo menos mil años más en la Costa.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión