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José Manuel, en silla de ruedas, rodeado por el equipo de Emergencias que lo atendió y su hijo. Ramón L. Pérez

En busca del argentino que le salvó la vida tras sufrir un infarto en Granada: «Quiero abrazarle»

Un bombero de turismo por la ciudad le realizó la RCP hasta que llegó la ambulancia, unos minutos cruciales para que haya salido adelante y sin secuelas

Laura Velasco

Granada

Jueves, 22 de febrero 2024, 00:14

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José Manuel recuerda estar en un local de Camino de Ronda recogiendo comida para llevar. Después, en su mente todo está negro. Despertó horas después en la UCI del Hospital Virgen de las Nieves y poco a poco le informaron de lo sucedido. Había sufrido un infarto, pero salió adelante gracias a los profesionales del hospital, el equipo que acudió en la ambulancia y un turista argentino, la primera persona que lo atendió. Ya recuperado, José Manuel Feal, de 65 años, busca a este hombre para darle las gracias: «Quiero abrazarle, por él estoy aquí».

Ocurrió el pasado 17 de enero. Había estado en el médico para que le curaran el muñón de la pierna derecha -que tiene amputada- y después acudió al Parque Federico García Lorca. Pasadas las dos de la tarde fue junto a su hijo a 'Cometó', donde suelen encargar comida. Su último recuerdo es estar mirando el móvil. Seguidamente se encogió, abrió la boca y perdió la consciencia.

En mitad del caos tuvo la suerte de que por la puerta pasaba un hombre con conocimientos de primeros auxilios. Se trataba de un bombero argentino que se encontraba de turismo por Granada. Se quitó la chaqueta, le colocó la cabeza sobre ella a modo de almohada y comenzó a realizar la reanimación cardiopulmonar (RCP). Aquella actuación fue clave para que José Manuel esté hoy aquí y sin secuelas.

Mientras tanto, ya se había avisado al servicio de Emergencias 112, que activó a su vez al 061 y Policía Local. En apenas siete minutos llegó la ambulancia. En ella viajaban Miriam Ruiz, médico; Francisco Javier Sánchez, técnico de Emergencias, y Mercedes Recuero, enfermera. Relevaron al turista con la RCP y se hicieron cargo de la situación. «Le dimos cinco descargas con el desfibrilador. Retomó el pulso, pero no la consciencia», cuenta Miriam. El equipo lo entubó y le administró la medicación necesaria antes de trasladarlo al hospital, donde permaneció una semana ingresado.

A José Manuel le ronda desde entonces una idea la mente: encontrar al argentino que, literalmente, le salvó la vida. «Si él no hubiera actuado antes de que llegase el 061 yo no estaría aquí ahora mismo. Me encantaría conocerlo personalmente, es uno de mis mayores anhelos», explica José Manuel, que tiene la esperanza de que su salvador tenga algún familiar o amigo en Granada que pueda hacerle llegar la petición.

Unos minutos cruciales

El equipo de Emergencias que lo atendió coincide. Los primeros minutos después de un infarto son cruciales. «Esa primera asistencia aumenta muchísimo la posibilidad de supervivencia. Cada minuto que el paciente pasa en parada sin una RCP disminuye un 10% esa probabilidad de seguir con vida. Aunque tardásemos solo siete minutos, hubiera fallecido o quedado con graves secuelas», admite Miriam Ruiz. Y qué gratificante es para este equipo saber que se ha recuperado. «Muchas veces, por desgracia, no sale bien, pero ver a José Manuel nos da fuerza», cuentan Francisco Javier y Mercedes.

Su labor fue igualmente esencial. Actuaron a contrarreloj en medio de una calle transitada y con viandantes 'mirones' al acecho. «Estamos acostumbrados, la Policía Local es de gran ayuda para controlar la zona», agrega Miriam, que pone en valor la importancia de la sanidad pública. «Es necesario invertir en personal, formación y recursos, ya que sin el material que llevábamos tampoco habría sobrevivido», insiste.

Para que historias como esta tengan siempre final feliz, Miriam expone tres claves. La primera, llamar al 061 lo antes posible. La segunda, darles todos los datos posibles por teléfono, esenciales para que los sanitarios tengan información sobre el paciente antes de llegar. «Mientras un operador coge los datos otro va activando el equipo, así que no se retrasa la asistencia», apostilla. La tercera clave sería que la población en general sepa realizar una RCP básica. Por último, que haya más desfibriladores en sitios públicos marca la diferencia.

Y aunque José Manuel no ha localizado aún al bombero argentino, sí pudo conocer en persona este miércoles al equipo de Emergencias que lo atendió en aquel momento, a los que solo puede darles las gracias. Un emotivo reencuentro en el que hablaron, sobre todo, de la vida. «Estamos aquí, que es lo que de verdad importa», sentenció ayer José Manuel con una sonrisa de oreja a oreja.

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