Aspace celebra su cena benéfica

«Queríamos volver a nuestro sitio», me decía la presidenta, Encarnación Navas, al encontrarnos en la cena benéfica que anualmente celebra Aspace, Asociación Granadina de Atención a Personas con Discapacidad Cerebral. Y ese sitio es el restaurante Asador de Castilla que siempre les ha apoyado, gracias a la gestión de Antonio Moya, padre y de Antonio Moya, hijo, al que pude saludar, al frente de un gran equipo pendiente de todo y felices con el jabón natural que les entregaban –siempre se acuerdan de ellos– realizados por los usuarios de la asociación.

Atrás quedan dos años diferentes, el 2020 por las circunstancias y el 21 en el que la celebración se trasladó a un hotel para poder acoger a más personas. Y es que Aspace vivía su cuarenta aniversario, con una fiesta donde la felicidad se codeó con la tristeza de la despedida de uno de sus socios de honor, mi compañero Nono Hidalgo –en agosto hará un año que lo perdimos– y de otro colaborador, Miguel Ángel Pérez, cuya viuda Puri Santaella se unió a la cena, que tenía lugar en el día en el que también despedimos a Almudena Grandes.

Ventajas de tener una buena hemeroteca propia –y un poquito de memoria– para revivir estos datos que me recuerdan que prácticamente no me he perdido ninguna de las ediciones.

Había un cierto alivio por estar de nuevo –aunque la prudencia nos invita a la precaución– compartiendo un poquito de ocio, después de los retos superados, para los usuarios, sus familias y el propio equipo de trabajo de la asociación con su gerente, Cristóbal Rodríguez y con Manuel Borras y Santiago Fernández, entre otros.

Acudieron como instituciones, apoyando el evento, el ayuntamiento de la capital con la teniente de alcalde, Raquel Ruz y la concejala Mónica Rodríguez, además de la diputada provincial Ana María Ruiz. También asistieron la presidenta de la Asociación Párkinson, Mª Angustias Díaz, y el presidente de Granadown, Francisco Hidalgo, así como Carlos Hernández, de El Corte Inglés, empresa que también quiso colaborar en el encuentro. Otra empresa que siempre está ahí es el Grupo Gastronómico Carmela, con José Fernández al frente de un buen grupo; y José Ortiz, de la Ortopedia Técnica.

Es verdad que no pudieron estar todos los que así lo hubieran querido, pero me alegró mucho saber que la fila 0 había funcionado, lo que certifica el apoyo de muchas personas a la gran labor que realiza Aspace.

Y que sabe agradecer, no sólo con su trabajo diario y su apuesta por superar los retos, sino también con sus nombramientos de socio de honor que, en esta ocasión recaía en Cándido Madrid. Él, que desarrolla su labor en los comedores universitarios, ha estado siempre al lado de la asociación a la que aconsejó cuando hace ya más de dos décadas decidió montar una cocina y, cuando tiempo después, decidieron gestionarla directamente. Cándido, además, junto a su equipo, es el responsable de la paella de convivencia que se volverá a disfrutar en la carrera solidaria y que ya tiene fecha. Apunten, el 16 de octubre.

El nuevo socio de honor es, además, familia de José Antonio Bueno, tesorero de Aspace. Lo curioso es que lo de coincidir en la asociación vino después. Más asistentes fueron el vicepresidente, José Antonio Gallego, los vocales Rafael Palacios y Josefa Cobo; y usuarios como Manuel González, que no faltó junto a su padre, del mismo nombre y su madre Merche Díaz; además de José Luis Díaz y Fernando López que no se perdieron la cena como Antonio Salas. Una gran jornada para un gran colectivo.

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