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Dos peatones por Darrillo de la Magdalena anoche RAMÓN L. PÉREZ

Apaga la tienda y vámonos

Tal y como estaba previsto, los negocios del Centro Comercial Abierto de Granada apagaron mayoritariamente sus luces. Sorprendentemente, muchas de las grandes marcas nacionales no cumplían el decreto pasadas las diez de la noche

Javier F. Barrera

Granada

Jueves, 11 de agosto 2022, 00:29

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Las luces de la fachada del Ayuntamiento de Granada se apagaron cuando las agujas de su reloj marcaban exactamente las cuatro y ocho. Las cosas de la malafollá, es la hora que marcaba el reloj cuando el municipio cumplía con una de las normas del decreto de ahorro de energía que ha aprobado el Gobierno de España hace apenas diez días.

A las diez de la noche de ayer miércoles, la hora estipulada, los colores azules y rosas que luce la Casa Consistorial en la Plaza del Carmen se apagaban. Solo quedaban las cuatro grandes farolas y las luces que flanquean la vecina calle Reyes Católicos. Durante la hora anterior, numerosos turistas se retrataban con la colorida fachada como fondo. Desde ayer a las diez de la noche tendrán que apresurarse si quieren sacarse un recuerdo fotográfico en la Plaza del Carmen con la fachada iluminada.

Un centenar de metros más arriba, el edificio de la Real Chancillería permanecía iluminado traspasadas las diez de la noche. Amedio camino entre el monumento histórico que es y edificio de titularidad pública al ser la sede del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), se desconocía que decisión iba a adoptar en la noche de ayer.

Centro Comercial Abierto

Tal y como estaba previsto, los negocios del Centro Comercial Abierto de Granada apagaron mayoritariamente sus luces. Sorprendentemente, muchas de las grandes marcas nacionales no cumplían el decreto pasadas las diez de la noche. Se comprobaba en un recorrido por calles como Reyes Católicos o Mesones. En Recogidas, por ejemplo, las tiendas de Zara y Massimo Dutti daban ejemplo y sus grandes escaparates estaban completamente apagados.

En calles como Mesones, Alhóndiga o San Antón y sus alrededores había luz, pero eran de tiendas que todavía permanecían abiertas o establecimientos hosteleros que atendían a la clientela. Prácticamente, el 80% de los locales estaban completamente apagados.

Ciertamente, la imagen de estas calles es cuando menos triste, como si de repente se hubieran pintado de gris. Como si se hubieran apagado todas las luces.

Algunos paseantes en la noche de ayer miércoles comentaban la jugada. Un padre con sus dos hijos universitarios criticaba al paso de un par de tiendas con sus luces encendidas. Era en la calle Mesones. «Son marcas grandes, nacionales e internacionales. Hacen lo que quieren. Bastante insolidarias», aleccionaba a sus vástagos. Granada ha estrenado su primera jornada del nuevo decreto con sus luces y también con sus sombras.

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