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Fachada de la iglesia de San Gil, derrumbada a finales del siglo XIX IDEAL
92 años de amor escondidos en el artesonado de la desaparecida iglesia de San Gil de Granada

92 años de amor escondidos en el artesonado de la desaparecida iglesia de San Gil de Granada

En 2013, el Patronato de la Alhambra descubrió una carta escrita en 1921 por un enamorado granadino a su amada entre los restos de la iglesia derruida en la segunda mitad del siglo XIX

Camilo Álvarez

Granada

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Domingo, 28 de febrero 2021

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Granada es una ciudad especial, cargada de historia, y también de leyendas. El foco que proyecta al mundo a través de la Alhambra se convierte en su principal atracción. Pero cualquier rincón de su caso histórico recoge vestigios del pasado que recuerdan que por esas calles han pasado personajes ilustres, y no tan ilustres, que han ido escribiendo su historia. Pero también tiene espacio para pequeñas historias que no dejan de ser el reflejo de su sociedad, aunque sus protagonistas no aparezcan en ningún libro.

Es el caso de Pepe y Emilia. De ellos solo se conoce su nombre, nada más. No hay apellido que ayude a ubicarlos ni más pistas. Solo un testimonio que deja constancia de su existencia y un único detalle del escribiente, el enamorado: la escribió desde Sorvilán. Una carta de amor que quedó escondida durante 92 años. La carta, fechada el 29 de agosto de 1921 en el pueblo de Sorvilán (Alpujarra granadina), estaba escondida en un fragmento de la armadura de San Gil, en uno de sus huecos y perfectamente doblada.

«Si el miércoles no las llevara, no hables el jueves al otro que va con uvas (....) Me dirás si recibiste las uvas y que mandarás las cartas con el que lleve las uvas (...) Sin otra cosa por hoy, besos del que te quiere». En la misiva, escrita un lunes con la intención de que se leyera al día siguiente, Pepe le decía a Emilia que el miércoles, junto a unas uvas que recibiría un tal D. Antonio, habría una carta para ella. Pepe insistía, antes de despedirse afectuosamente, en que si el miércoles el transportista no llevaba las uvas, que no le preguntara por el tema al otro que iría el jueves.

Según cuentan desde el Museo de la Alhambra, familiares de la pareja protagonista de la carta se pusieron en contacto con el museo para informar que Pepe y Emilia eran un matrimonio que trabajaban como conserjes en la Casa de Castril, sede en ese momento del Museo Arqueológico de Granada y lugar en el que en aquel entonces se custodiaba la armadura en la que se encontraba escondida la carta.

La carta de amor hallada por el Patronato de la Alhambra en 2013
La carta de amor hallada por el Patronato de la Alhambra en 2013 P. A.

¿Cómo trascendió esta historia de amor incompleta? La carta fue encontrada en 2013 por parte de documentadores del Museo de la Alhambra. Se encontraba en un artesonado mudéjar que perteneció a la iglesia de San Gil de Granada. Esta centro de culto desapareció en la segunda mitad del siglo XIX, mientras que la carta es de principios del siglo XX, por lo que nunca vivió entre sus muros.

El fragmento de la armadura se trasladó del Museo Arqueológico de Granada al Museo Nacional de Arte Hispano-Musulmán en 1962, dependiente del Ministerio de Cultura, hasta 1994 en que adquiere su actual denominación y se gestiona por el Patronato de la Alhambra y el Generalife.. Actualmente la carta se encuentra custodiada en el Museo de la Alhambra así como el fragmento de la armadura de la iglesia de San Gil.

Antigua mezquita de Hatabín

La iglesia de San Gil, ubicada en Plaza Nueva esquina con la calle Elvira. empezó a construirse en 1543 sobre la antigua mezquita de Hatabín y las obras concluyeron veinte años después, aunque fue objeto de una ampliación en 1766, según recuerda Juan Manuel Barrios, profesor de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Granada, en su libro 'Guía de la Granada desaparecida' (1999).

Fotografía de Laurent en la que se aprecian los sillares de la iglesia de San Gil tras echarla abajo. En el círculo, San Gil y la torre de Santa Ana.
Fotografía de Laurent en la que se aprecian los sillares de la iglesia de San Gil tras echarla abajo. En el círculo, San Gil y la torre de Santa Ana. JEAN LAURENT

El escaso número de feligreses que recibía llevó a su supresión como parroquia en 1842. Además, recuerda Barrios, su estado de conservación no era el adecuado. Dos décadas después, ante su estado de ruina y la intención de ampliar Plaza Nueva, comenzó a hablarse de su derribo. La Comisión de Monumentos determinó que se llevara a cabo el traslado de los elementos considerados de interés al Museo Provincial, aunque finalmente se rescataron menos de los que la institución deseaba por su elevado coste en el traslado.

Finalmente, se salvaron las mejores piezas de las armaduras, las esculturas de la fachada principal, la Virgen de la portada lateral, parte de la reja de una de las capillas y tejas vidriadas, además del artesonado mudéjar en el que se encontró casi un siglo y medio después la carta de Pepe a Emilia. Las puertas de madera sirvieron para apoyar obras municipales y las campanas se destinaron a la Catedral de Granada y las iglesias de La Zubia, Churriana y Sorvilán, precisamente el pueblo del enamorado protagonista de la carta. En 1868 la iglesia de San Gil quedó reducida a escombros.

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