La Alhambra 'secreta' a la luz de la luna llena

Temperaturas veraniegas, un cielo despejado y el director del Patronato de la Alhambra, Rodrigo Ruiz-Jiménez, fueron los acompañantes de un grupo de privilegiados que esta semana pudieron disfrutar de un recorrido nocturno diferente por la Alhambra. Por la que puede recorrer cualquiera de los visitantes, pero también por rincones cerrados al público en una experiencia que resultó única. Hubo secretos desvelados, algunas 'exclusivas' que se le escaparon al director del patronato y momentos que no se volverán a repetir, como el de escuchar a Eva Yerbabuena, que cantaba en el Generalife en el marco del Festival de Música y Danza, en unos jardines del Partal ya cerrados al público al filo de la medianoche. En resumen, una experiencia para disfrutar con todos los sentidos y que se llevarán como recuerdo los aficionados al patrimonio y la historia que adquirieron el pasaporte de la 'Ruta 40-30', una iniciativa del Patronato de la Alhambra e IDEAL.

La visita a la Alhambra fue el gran colofón de una iniciativa que llevó a los asistentes a visitar catorce enclaves del Albaicín, para celebrar los 30 años de su declaración como Patrimonio de la Humanidad. El broche de oro fue la visita nocturna a la Alhambra. La iniciativa contó con unas credenciales y un pasaporte diseñados para la ocasión que los viajeros fueron sellando en cada uno de los monumentos visitados.

Y el colofón de la experiencia dejó un gran sabor de boca al medio centenar de participantes. La visita comenzaba en el Palacio de Carlos V, donde Rodrigo Ruiz-Jiménez comenzó sus explicaciones tras la foto de familia. «Este es un palacio que surge de una historia de amor», arrancó el director. La inesperada historia de amor entre Isabel de Portugal y Carlos V, que inicialmente no estaba por la labor de casarse con la portuguesa, hasta que supo de su fortuna y posteriormente la conoció. Pese a las reticencias iniciales, «se enamoraron el uno del otro y de Granada», contó Ruiz-Jiménez, en el patio redondo de un edificio que se construyó «para gobernar», no para vivir.

Sus curiosas formas, cuadrado por fuera, redondo por dentro, así como sus dimensiones y el remate de la capilla octogonal se hicieron «para fardar, como hicimos en la Cumbre Europea», dijo divertido el director. Recordó Rodrigo la gratísima impresión que se llevaron los dirigentes europeos cuando entraron, un jueves de octubre de 2023, en el impresionante recinto.

Recordaba allí con los asistentes a la visita, que esa tarde llegaba Macron apurado al palacio, y al alzar la vista y ver dónde estaba, se quedó parado unos segundos recorriendo con la vista el espacio. De la anécdota actual pasó a la histórica, al relatar que de la historia de amor de Carlos V y su mujer surgió también un símbolo que ha acompañado a la cultura española.

Como muestra de su amor hacia su mujer, el emperador quiso regalarle una flor única, que nadie más tuviera. Puso a sus cortesanos a buscar y le trajo de Oriente el clavel, una flor que no existía entonces en España.

Repasó Rodrigo estas y otras historias en un palacio preparado para acoger la ópera 'La Traviata' unas horas después, un éxito del Festival que demuestra que el recinto alhambreño, toda una ciudad, está abierto a la ciudad y sus eventos.

Desde allí, aprovechando un 'atajo' interno, el grupo apareció en el Patio de Comares o de los Arrayanes. que se convierte en un espectáculo para los sentidos en la noche, con la iluminación que traspasa los arcos y deja unos reflejos diferentes en el agua., gracias a la acción de unas microalgas. El responsable del patronato explicó que la conservación de la Alhambra se hace de forma muy respetuosa, sin agentes químicos ni tratamientos agresivos. Y desgranó que se están usando bacterias para frenar el deslizamiento del Tajo de San Pedro, que cede unos centímetros cada año.

Ruiz-Jiménez 'regaló' a los visitantes el acceso a la sala de los músicos, un espacio medieval que no está abierto al público general y que es una auténtica maravilla.

«Que tengamos la Alhambra es un milagro», explicó Ruiz-Jiménez desde la sala de los Reyes, tras recordar cómo una explosión de un polvorín rompió los cristales del recinto. Recordó que la Alhambra fue «el primer airbnb de la historia», al lado de las habitaciones que se alquilaron a Washington Irving y de las que han desaparecido los frescos que la adornaban. «Hubo un tiempo que estuvo muy dejado el monumento, había familias que vivían en el mismo patio de los leones», señaló Ruiz-Jiménez, para destacar después la labor de Torres Balbás, algo que se puede apreciar en el patio de los Leones –que por cierto, sepan ustedes que duermen con 'pijama' para no coger frío–.

Pasadas las 23.30 horas de la noche, el grupo sigue en el recinto pasada la hora de cierre, pero Rodrigo saca de un bolsillo «las llaves de la Alhambra..... tiene llaves; una llave general y una llave Zeta», explica, mientras abre una puerta 'secreta' para salir a los jardines del Partal.

Bajo la luz de la luna llena el recinto queda envuelto en una magia peculiar. Desde el entorno del Generalife llega la poderosa voz de Eva Yerbabuena, que se mezcla con el croar de las ranas de los estanques, entre las sombras de los árboles. Una experiencia para recordar.

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