Las cocinas de Granada se preparan para el fin del estado de alarma

Las cocinas de Granada se encuentran hoy en estado de alarma precisamente porque desaparece. El final de las restricciones imperantes desde el mes de octubre y la apertura de la hostelería hasta la medianoche de hoy devuelven el ajetreo y la esperanza a los bares y restaurantes, uno de los sectores más castigados por la crisis del coronavirus dadas las restricciones de horarios y aforos.

Había nervio y electricidad en las cocinas de Granada. Además del mediodía con sus comidas, su terraceo, hay que estar preparados para las cenas. Hoy puede abrirse hasta medianoche y no habrá luego toque de queda para salir pitando del restaurante. Si se quiere, uno puede terminar de cenar a medianoche y volverse a casa disfrutando de un paseo en una noche que promete magia primaveral.

Las cocinas son máquinas de precisión. Los pedidos, el producto fresco, la mantelería a punto para doblar turno de la mañana a la noche, de los almuerzos a las cenas. Con sus chispa y sus risas, sin olvidar nunca las medidas de seguridad, que siguen vigentes y que hay que cumplirlas como siempre, con rigor.

En el medio, chefs y cocineros, repartidores y camareros, se preparan para una jornada que va a ser larga muy larga y que terminará esta medianoche Dejará exhaustos a los profesionales de la hostelería y satisfechos a los clientes. Es exactamente lo que pedían.

Un repartidor de hielos descarga sacos de cubitos que traslada con el clásico carrito. Lleva un ritmo de lo más acelerado. Viene de cargar de uno de los polígonos y lleva la camioneta hasta los topes. «Hoy viene bueno el día», comenta al encargado del bar y restaurante Papaupa de la calle Molinos. «Todos los bares, pubs y restaurantes han pedido recargar sus neveras con cubitos. Ayer fue un gran día y hoy se prepara uno mejor», confirma.

Marcos Pedraza ya se encuentra a las nueve de la mañana al frente de las míticas cocinas del restaurante Ruta del Veleta, en Cenes de la Vega. A Marcos, todo vocación, se le nota. «Estamos ajetreados gracias a dios. Tenemos meneo. Hemos visto una aceleración un poco desmesurada, porque hemos pasado de tener nada a casi todo. Pero intentamos tener cintura y adaptárnos a lo nuevo, cruzando muchos los dedos y confiados en salir adelante». Y confirma: «Se ve un poquito que la gente quiere venir, que tiene ganas».

La Ruta del Veleta, de momento, se va a limitar a servir almuerzos. «No vamos a dar cenas hasta la semana que viene, hasta tener todo bien organizado con las nuevas medidas», explica Marcos Pedraza. «La semana que viene diseñaremos el nuevo horario a lo que vaya viniendo», confirma. De momento, eso sí, «tenemos abiertos nuestros clásicos salones con sus distancias y su ventilación». La novedad a tener en cuenta es que «la terraza, que solo la abríamos en verano por las noches, ahora ya está abierta en primavera para almuerzos». «Tenemos esperanza en que todo salga bien», termina el chef de la Ruta del Veleta.

Chechu González es el chef de María de la O y está contento. Por fin. «La verdad es que estamos felices, como todo el mundo. Nos viene fenomenal. Empieza el buen tiempo y tenemos mucha terraza. La gente busca salir a las terrazas por la noche porque se está muy agradable». Respecto a los horarios, comenta que «hasta ahora abríamos hasta las 18h, aunque se podía hasta las 22.30h. Pero al ser restaurante las cenas se alargan más, son de dos horas más o menos, así que cerrando a las 22.30h no daba tiempo, tendrían que haber venido a cenar a las 20h».

Su valoración de la jornada de hoy con las nuevas medidas es la siguiente. «Ahora que se puede abrir hasta la medianoche volvemos casi a la normalidad que teníamos antes. Por ejemplo, ahora empezamos ya con los eventos, que estaban parados». Explica entonces que María de la O se divide en dos partes, un edificio para evntos en tres plantas para 600 personas; y el otro edificio, que es el palacete está el restaurante.

«El restaurante, durante el confinamiento, ha funcionado muy bien. Y tenemos terraza, pero los eventos estaban parados. Ahora está empezando a recuperarse. Hoy tengo ya seis comuniones», cuenta muy emocionado.

Para este chef granadino, «el día hoy es muy ilusionante. Siempre soy optimista y con las nuevas medidas más. La gente creo que se va a animar porque tiene muchas ganas. Aunque no me fío del todo, porque es mejor vivir al día, no sabemos lo que va a pasar la semana que viene. Hoy por ejemplo estoy contento».

El restaurante Arriaga ha decidido volver a la normalidad completa el próximo viernes 14 de mayo. «Es como volver a arrancar un negocio nuevo Es una nueva etapa», valora el chef Álvaro Arriaga. «Hemos conseguido salir vivios, no indemnes, que ya es un grandísimo logro». «Y tenemos muchas ganas e ilusión». Álvaro Arriaga comparte sus sentimientos. «También tenemos miedo, porque es como pasar de 0 a 100 en dos segundos. ¡Buah!», exclama.

En cuanto al restaurante, Arriaga dice que tiene mucha ilusión. Aprovecha también para mandar muchos ánimos a todos los hosteleros, empresarios, cocineros y camareros. «Que se acaben los ERTES, que seamos personas normales y afrontar los nuevos tiempos con muchas ganas». Y confía un vaticinio. «Esta nueva situación va a cambiar mucho tanto a los los clientes como a los negocios. Hay que reconducir la situación y no volver a lo que hemos estado viviendo», termina.

En Papaupa en la calle Molinos del Realejo, Paco pasa la fregona por la solería de la acera para que brille y esté de lo más limpica. «Llevamos ya 16 cambios de horarios así que hasta que no se estabilice un poco no me fío un pelo», revela.

«Si no hay suficiente gente vacunada lo mismo se fastidia otra vez». «Cada vez que un plítico dice que vamos a salvar algo no veas tú la que se lía luego». «Personalmente, sin embargo, bienvenidas las modificaciones que vayan viniendo que se aparezcan a la normalidad que teníamos antes pero con cautela y sin aspavientos. Y siempre hay que ver cómo reacciona el público, la clientela, en todos los sentidos», añade.

«También hay que entender que en el momento en que la gente se puede mover la gente del barrio, de la que hemos estado viviendo, va a moverse a otros lugares. Así que tendremos que ver qué gente viene de nuevo a visitarnos». Pasan los minutos y siguen en Papupa con los preparativos. Paco desaparece en las fauces de su restaurante para tenerlo plenamente operativo. Vuelve a salir al rato y comenta: «Antes lo digo y antes llaman. Dos reservas me acaban de entrar». Tan solo son las doce del mediodía.

David, chef de El Rinconcillo, en Pedro Antonio de Alarcón, quiere abrir hasta medianoche. «No estamos mal, trabajandillo. Mientras nos dejan vamos abriendo los viernes y sábado y tenemos buen ritmo». Este establecimiento, especializado en atún, tiene una gran clientela fija que espera no sin ganas unos horarios en lso que pueda degustar la carta del Rinconcillo.

Ahora, con las nuevas medidas y aconfirmadas, «les informaré a mis clientes a través de una lista de distribución que mantengo con ellos y supongo que empezarán poco a poco a animarse y a venir, sobre todo para las cenas, que habrá más margen horario para estar bien y echarse una cerveza«, espera David mientras continúa con los preparativos de la jornada de este sábado sin toque de queda.

Manuel González, encargado jefe de sala del local 4U Hostel, en la plaza de Carlos Cano del Realejo, está atento a todos los movimientos. «El día de hoy empezamos con más de alegría y la esperamos también. Que la gente tome la situación con menos miedo, porque hemos estado en una época complicada y ahora llega el fin del estado de alarma, tan ansiado. Es verdad que la gente se va a tirar a la calle», comenta.

Por ejemplo, «tenemos muchísimas reservas. Hoy, en el turno de las 13 horas tenemos reservas y en el de las 14.30h/15h está a reventar. Completo», cuenta muy satisfecho. «Es verdad que a la gente le cuesta meterse en el interior, todo es terraza. Pero esperamos que vengan buenas noticias y que el calor ayude a que la gente se anime a utilizar el espacio interior», añade.

También hay buenas noticias para esta noche de sábado al domingo. «Tenemos algo, pero está empezando a animarse. A lo largo del día nos están reservando, pero es que mucha gente no sabe que hoy se puede hasta las medianoche», aclara.

Santi está de lo más animado. Ya se han preparado las mesas de su terraza y las tiene prácticamente reservadas. En la cocina hay también bulle-bulle y están preparando como novedades unos cachopos infinitos. El teléfono, es verdad, no para de sonar para solicitar reservas. «Es que hoy podemos abrir hasta medianoche y nuestra clientela tiene ganas y se está animando».

«Estamos completos, terraza llena, y dentro la gente se está animando. Para la noche tenemos ya reservas y probablemente estaremos completos».

Silvia Álvarez Caballero de Las Tinajas, tiene la sensación de que ha vuelto la ilusión. «Estamos ilusionados principalmente porque la apertura de Andalucía y de las provincias a nosotros nos da la vida. Habíamos notado ya cierta mejora con la apertura de las noches, así que ampliar desde hoy una hora más es todo positivo en este año tan duro que hemos pasado, la verdad», explica.

«Nosotros, en principio, queremos seguir con la misma línea de trabajo que hemos llevado hasta ahora, con mucha prudencia. En la alerta sanitaria tampoco hay grandes cambios a niveles de aforo o de número de personas que se puedan reunir, así que seguiremos siendo prudentes y responsables», testimonia.

Respecto a la clientela, «veo la gente con mucha más alegría. Hemos pasado una época en que la gente estaba pesimista. Ahora está más animada. Bien es cierto que hay mucha gente vacunada». Y termina, «ayer ya se notó un montón, el bar y la terraza se llenó rápidamente y, con la ampliación de horario, esta noche también» «En cuanto se abre la mano la gente se alegra».