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La víctima sujeta el dispositivo Cometa que la mantiene geolocalizada para protegerla de su agresor. Pepe Marín
25N | Día Contra la Violencia de Género

El fallo de una pulsera antimaltrato, en directo: «Tu agresor está a 75 metros»

IDEAL acompaña en una jornada a una víctima de violencia de género y vive uno de los errores de estos dispositivos

Lunes, 24 de noviembre 2025

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En un pequeño cuarto de una casa compartida, Ana, nombre ficticio, víctima de violencia de género, dejó de ser un «apéndice» de su exmarido tras décadas de malos tratos. Dos camas y las fotos que pudo llevar consigo fue todo lo que reunió para intentar trazar una nueva vida junto a su hijo. La última vez que su expareja le puso la mano encima, su niño la miraba desde el sofá «con una carilla» que no olvidará jamás. Las piernas le temblaban, pero corrió escaleras abajo con el menor y huyeron. Ese fue el primer paso de un largo proceso judicial que todavía no ha visto final. Ella es una de las 470 granadinas en riesgo alto o extremo cuyo agresor lleva una pulsera antimaltrato, un dispositivo geolocalizador para garantizar el cumplimiento de una orden de alejamiento. Con motivo del Día Internacional Contra la Violencia de Género, IDEAL pasó una jornada con la mujer para narrar cómo cambia la rutina de las afectadas. En el transcurso del reportaje, este medio comprobó de primera mano que los fallos persisten dos meses después de que saltara la polémica y pese a la versión oficial del Gobierno de que las incidencias en las pulseras fueron puntuales.

Declaración del 25 de septiembre de 2025

«Las víctimas siempre han estado protegidas. Las pulseras salvan vidas todos los días»

Carmen Martínez Perza

Delegada del Gobierno contra la violencia de género.

Cada vez que su agresor está cerca, suena una música, una sintonía breve que su niño y ella canturrean juntos como si fuera una nana para que el miedo no se lleve por delante la cordura. Han convertido en cotidiano el sonido del espanto. La primera vez que retumba la tediosa sintonía son las 8.20 horas de la mañana, solo veinte minutos después de la cita. El peor trago viene a mediodía, suena una pompa que explota una y otra vez. El dispositivo, parecido a un smartphone normal, pierde la cobertura.

No debería haber problemas. Está recién estrenado y se lo cambiaron la mañana anterior. Para asegurarse de que el geolocalizador funciona correctamente, decide llamar con su teléfono a las operadoras de Cometa. «Es como si no tuviera cobertura», relata la mujer a las telefonistas. «Ana, está correcto», responden ellas. Con preocupación, pregunta a qué distancia se encuentra su agresor. La respuesta hiela: «A 75 metros», contesta la trabajadora. La distancia mínima a la que debe permanecer el investigado es de 300. «¡A 75 metros! ¿Y por qué no me ha saltado el dispositivo?», cuestiona la víctima. Mientras la trabajadora hace comprobaciones, recibe por fin una llamada en el dispositivo Cometa. Es otra de las técnicos que quiere comprobar si la mujer está bien y acompañada. Cuando la víctima le explica el problema que ha tenido con el terminal, le piden que compruebe si el volumen del dispositivo es el indicado. Ana responde con contundencia que las alarmas suenan: «Registré una alerta de aproximación esta mañana». Y finaliza la conversación.

La mujer trabaja en varios municipios del área metropolitana. Tuvo que abandonar su pueblo para evitar de todas las formas posibles encontrarse con su agresor. Cada vez que deja a su niño en el colegio o inicia su jornada laboral rodea la localidad donde vive este individuo y evita las carreteras principales con el fin de darle esquinazo. Aun así cuenta que su ex da con ella en zonas de localidades que no constituyen un lugar de residencia para el agresor. Conoce su ruta. De hecho, la alerta de proximidad tardía llega en uno de los puntos donde el sujeto la ha ubicado otras veces.

«Los encuentros que son fortuitos no los denuncio. Pero hay veces que me ha sonado el dispositivo 16 veces en hora y media y no se va», explica con agonía. La mujer ha tenido que interrumpir en numerosas ocasiones su jornada laboral y resguardarse con los avisos. A veces tiene la sensación de que las medidas son para ella. Es quien se recluye en casa, quien ha cambiado de pueblo y quien sale escopeteada cada vez que suena la alarma.

Acta de la Comisión sobre disfunciones en las pulseras antimaltrato del 10 de julio de 2024. Ideal

Las medidas son para ellas

«Llevo un spray pimienta en el coche por si me lo encuentro. Lo tengo muy decidido pero cada vez que lo veo me quedo paralizada, se me entumecen los brazos y me mareo», indica. «Cuando soy feliz o voy a trabajar y no me acuerdo de él, esto suena. Me viene todo a la cabeza. Pienso que ya está aquí otra vez. No quiere que le olvide. ¿Tú te crees que así se puede olvidar algo? Lo malo lo guardas en algún hueco de tu mente. Pero el vivir con esto todos los santos días, esto es agotador», añade.

Critica que el servicio que gestiona los dispositivos no avisa de las «numerosas deficiencias». «Centro Cometa tendría que tener la obligación de si está roto avisarnos para que vayamos con precaución. Te enteras ya a los días de que estaba roto. Cuando hace muchas veces consecutivas el sonido de la burbuja algo pasa. Hay muchas pérdidas de cobertura. Y si hay pérdida de cobertura y me lo encuentro de cara sabe Dios qué puede pasar», reflexiona. La afectada explica que cuando el encuentro dura menos de un minuto no recibe llamadas.

Acta de la Comisión sobre disfunciones en las pulseras antimaltrato del 10 de julio de 2024. Ideal

Además, advierte que algunos de los fallos los ha provocado su expareja. «Muchas veces trastea el dispositivo. Una vez la Guardia Civil vino a mi casa y me acompañó en mi jornada. Esperaron en la puerta hasta que terminé. Luego él dio una excusa ridícula. Había cubierto el brazalete», recuerda.

En el resto de la jornada, Cometa dio aviso dos veces más. Esas alertas funcionaron correctamente. Una de ellas nada más empezar la mañana y otra a las 14.00. En esta ocasión el agresor se encontraba cerca del recinto escolar. «Tengo miedo por mi hijo, No quiero que se quede solo», sentencia la mujer, que lidia con su día a día gracias a los ansiolíticos.

La mujer cruza los dedos y exige mejoras el sistema. Al fin y al cabo, cuando ha funcionado correctamente, el sobresalto le ha ayudado a huir del hombre que le hizo y le hace la vida imposible.

Cadena de fallos

El pasado mes de septiembre, la memoria de la Fiscalía General del Estado hacía público los errores en las pulseras. Justificaba los fallos a raíz de la migración de datos entre distintos servidores después de un cambio en la adjudicataria del servicio. Sin embargo, la Audiencia Provincial y la fiscalía granadina habían advertido de los problemas en el funcionamiento en varias ocasiones. En actas de seguimiento de la comisión de violencia de género o en su memoria provincial, los órganos dejaron de manifiesto entre julio de 2024 y febrero de 2025 que los errores técnicos eran recurrentes. Incidencias de cobertura, ubicaciones incorrectas y dilaciones en la instalación de las pulseras que han provocado «muchas sentencias absolutorias apoyadas en la falta de pruebas» o sobreseimientos, lo que dificulta el seguimiento de las penas y medidas cautelares de alejamiento. Todo esto producía ansiedad en las víctimas, que querían dejar de usar estos medios.

Declaración del 20 de octubre de 2025

«Reitero las disculpas por el ruido generado en torno a la seguridad, que solo añade más inquietud y miedo a una situación dura»

Ana Redondo

Ministra de Igualdad

En mitad de la polémica, la ministra de Igualdad declaró que los fallos fueron puntuales, aseguró que «las mujeres siempre han estado protegidas» y lamentó que se difundieran «bulos para generar dudas y miedo». Inmediatamente, el Observatorio contra la Violencia de Género, que depende del Consejo General del Poder Judicial, remitió una misiva que dejaba patente que fueron enviados varios avisos a la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género del Ministerio de Igualdad tras detectar los fallos. El 11 de noviembre, con la controversia apaciguada, una caída en el servidor Cometa hacía fallar nuevamente las pulseras. Dos días después, durante una visita a Granada, la ministra Ana Redondo, anunció que una auditoría externa analizará el funcionamiento de las pulseras de cara a mejorar el próximo contrato, que debe estar listo para mayo de 2026.

Declaración del 19 de noviembre de 2025

«El sistema funciona. Los dispositivos actúan con normalidad 24 horas al día los 365 días del año»

Ana Redondo

Ministra de Igualdad

La asociación La Volaera, que participó en el estudio encargado por el ministerio a la entidad Mujeres Juristas Themis, expuso también estas incidencias que afectan considerablemente a la protección de las víctimas. El estudio «jamás» vio la luz.

Además de las 470 mujeres bajo seguimiento, la provincia cuenta con 2.864 casos activos de víctimas de violencia machista.

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