Fallecida en Granada
Adiós a Brígida 'La Sevillana', la vecina más divertida del Sacromonte: «Marcó una época»El barrio granadino llora la muerte de la popular vecina de la 'Casa de las Macetas', fallecida por culpa de un cáncer a los 81 años de edad
Las lágrimas de Granada riegan las flores del Sacromonte. Lágrimas de tristeza... y también de alegría. El barrio granadino ha despedido a Brígida 'La Sevillana', su vecina más divertida y popular. Dueña de los geranios, lavandas o romeros que adornaban la fachada de la famosa 'Casa de las Macetas', la mujer nacida en la ciudad hispalense de Écija ha fallecido a los 81 años de vida por culpa de un cáncer. Familiares y allegados recuerdan su simpatía y su carácter reivindicativo para luchar por un Sacromonte mejor y más justo para todos.
No hay granadino ni turista de bien que no reconozca la casa de Brígida con tan solo echar un vistazo a su fachada. Una pared de cal blanca embellecida con flores de todos los colores y platos de cerámica granadina en mitad del Camino del Sacromonte. Un inmueble ya emblemático en la capital que embellece el vecindario y que ha perdido a su principal inquilina. «Empezó poniendo una maceta y acabó haciéndose famosa», bromea Esmeralda Fernández a IDEAL. La hija de 'La Sevillana' destaca los orígenes humildes de su madre y cómo recaló en el Sacromonte hace varias décadas.
«Emigró a Barcelona por trabajo. Mi madre servía en casas hasta que conoció a mi padre. Era granadino y ambos decidieron regresar al sur. Se afincaron en una casa del Sacromonte y sacaron adelante a siete hijos. Eran muy trabajadores», explica. En Granada Brígida fue apodada como 'La Sevillana' a causa de su gracejo hispalense y su eterna predisposición para hacer reír a los que la rodeaban. «Le encantaba disfrazarse y la fiesta. Era muy chistosa. Se ponía a regar las plantas y la gente se paraba en la puerta para charlar con ella. Tenía mucha retranca. Te soltaba una crítica sacándote una sonrisa», comenta Frank Ballesteros, miembro de la Asociación de Vecinos del Sacromonte.
Además de diversión, Brígida también tenía tiempo para luchar por los suyos y su hogar. Comprometida con el barrio, 'La Sevillana' reivindicaba mejoras para hacer del Sacromonte un lugar más habitable. «Siempre estaba dispuesta a pelear. Se preocupaba por su familia, pero también por sus vecinos. Ese es uno de los motivos por los que era tan querida por todos. Brígida era de esas personas que marcan época. Desde la asociación la echaremos de menos. Queremos transmitir todo nuestro cariño a su familia», continúa.
Devota del Cristo de los Gitanos, el orgullo de toda Granada cada Miércoles Santo, a Brígida se la recuerda como una mujer sencilla que logró traspasar fronteras desde el patio de su casa. «La fachada era igual que ella: extrovertida, divertida... Se hizo conocida en toda la ciudad gracias a sus macetas. ¡La llegaron a premiar hasta en China! Fue una muy buena madre y una muy buena esposa hasta el final. Se merecía todos los elogios posibles», concluye su hija Esmeralda después de asegurar que se quedará en casa para que no les falte el agua a las flores de su madre. La alegría del Sacromonte seguirá intacta. Descanse en paz.
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