La campaña electoral, por la Feria de Granada
Corpus. La fiesta pasa por encima de las elecciones y difumina los mensajes políticos aunque deja oír todas las reivindicaciones de los granadinos
La temperatura en Granada, la oficial, marca 37 grados. La de verdad, la sensación térmica, es de sopotocientos grados, un infierno de albero y gotas de sudor por las calles del ferial de Almanjáyar. Las calderas de Pedro Botero bajo los toldos de las casetas. El misterio eterno es que, por ejemplo, dentro de Los 17, mítica caseta granaína, nadie habla del calor. Un buen abanico, cerveza fresquita y un cocido como está mandao con sus garbanzos, su verdura y su caldito ardiendo sirve para entonar los cuerpos y mejorar la conversación. Flipo.
Todo el calor del Corpus contrasta con las temperaturas bajo cero de la campaña electoral. La fiesta del Corpus pasa por encima de las elecciones y difumina los mensajes políticos, aunque deja oír todas las reivindicaciones de los granadinos. Me pido un botellín de agua y me presento a un grupo de damas en plena algarabía. Dos de ellas no me dicen la edad aunque destacan que llevan cada una cincuenta años de Corpus, que se dice pronto. Sus nombres son Peña, Chipi, Gugu, Sara y Fali. Encantadoras.
Peña abre la conversación:«No he visto la campaña electoral. No tengo ni idea. No voy a mentir. Normalmente la sigo y me interesa, pero estamos en Feria», se justifica con un guiño. Chipi prefiere construir una metáfora. «He seguido la campaña con la misma sensación que el tiempo que hace. Me siento achicharrada por el calor de un lado y por los políticos de otro». Pone un solo ejemplo, que le llega muy dentro. «Tenemos AVEy solo tiene una vía. Los políticos de Granada nos dejan tirados de la mano de Dios todo el rato», se lamenta.
Sara, al igual que sus amigas, confirma que la Feria de Granada y la campaña electoral de las andaluzas no casan demasiado bien. «La verdad es que no la sigo. No tengo tiempo». También confirma el desencanto. «Ahora a todos los políticos se les ve mucho por la calle y han venido al Corpus, pero luego desaparecen por donde han venido y si te he visto no me acuerdo».
Fali pide constancia a los políticos, para que cumplan con la palabra dada y su programa electoral. «Lo mismo que durante estos días los líderes nacionales se han dejado ver por Andalucía, que vengan también el resto del año. Y, por supuesto, que cumplan con lo prometido». Entonces, todas las amigas rompen en un aplauso cerrado, refrendando así los argumentos de Fali.
Las casetas y los candidatos
La campaña electoral tampoco se ha dejado sentir especialmente en las casetas de los partidos políticos. Cierto es que Vox se ha animado este año por primera vez a abrir su caseta en Almanjáyar, en un 'corner' del ferial, para acompañar a las clásicas izquierdosillas, que son La Pecera, El Meneíllo y la Verdiblanca.
Tampoco el ambiente, el político me refiero, es apoteósico en La Rosa (del PSOE), o en La Gaviota (del PP). Sí es cierto que un jueves de Corpus todo se pone de bote en bote, pero no hay propaganda a mazo, más allá de las fotografías de los candidatos y más allá de las clásicas recepciones que se organizan todos los años cuando toca Feria.
Hoy se cierra la campaña electoral y mañana, sábado, es la jornada de reflexión previa al domingo, 19J, de votaciones. Es una ocasión un tanto demodé, más propia de otros tiempos, pero la Feria del Corpus siempre es un buen lugar para reflexionar.
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