Las mujeres reinan en Ron Montero
La sobrina nieta del fundador es la maestra ronera de la mítica bodega motrileña que Francisco Montero abrió en 1963
La historia de Ron Montero se escribe vinculada a la familia que le da su apellido y con una expansión en sus productos e infraestructuras. En 1963, Francisco Montero Martín decidió fundar un almacén para producir ron, en terrenos propios en la vega de Motril. En 2007, el sobrino del fundador, Joaquín Martín le compró el almacén a su tío, para convertirlo en lo que hoy en día es, una bodega de ron visitable. El arquitecto Bernardo Pozuelo le puso su sello dándole una imagen de bodega al edificio. «Y es donde yo entro a colaborar en el área de construcción y decoración», explica María Elena Targa, esposa de Joaquín Martín.

«La idea de todos era abrir las puertas al turismo, ya que era muy importante poder contar la historia, milenaria de la caña de azúcar y su hijo alegre, el Ron Montero», añade. «Nuestra hija Andrea, se encargaba de la parte administrativa, y ella contribuía a impulsar las ventas y darnos a conocer en otros ámbitos. También era la que tenía el mayor contacto con tío Paco, y los clientes, la innovación de las redes sociales, y marketing, relaciones públicas, entre otra acciones», puntualiza María Elena Targa.
«El tío Paco era muy purista y nosotros seguimos su filosofía, no usamos ni caramelo ni esencias»
En la época del tío Paco, como en todo momento se refiere María Elena, eran dos operarios varones, solteros al igual que él, hasta que llegó el cambio generacional con la entrada de la familia Martín Targa, con sus dos hijas. Andrea, la menor, llevó la empresa durante nueve años. Actualmente desde casa, lleva el marketing y «creo que nunca se ha desconectado de la empresa», dice su madre. Tienen también en este momento a Blanca Montero, sobrina nieta del tío Paco, periodista que entró tímidamente en el área de visitas, y hoy en día además de llevar el área de Contabilidad es una de las pocas maestras roneras mujer del mundo. «Este es un mundo de hombres donde nos hemos ido introduciendo poco a poco, y donde nos sentimos muy a gusto», valora María Elena Targa.

En el área de marketing está Kamy Almon, que además lleva redes sociales, y diseño gráfico. La gestión de las visitas guiadas las lleva Laura Gutiérrez, que vino a cubrir la baja de Teresa Hurtado, y que «pasito a pasito se nos ha vuelto una experta en ello». «En el área de producción tenemos dos varones, que son los mimados del grupo, y por encima de todo este equipo de nuestra Bodega tenemos a Joaquín, alma y guía espiritual económico de toda esta gran familia».
Recuerda que se casó con 25 años. «Siempre he sido ama de casa, con lo que conlleva serlo: esposa, madre, decoradora, cocinera, planchadora, jardinera, chófer, administradora, compradora, diseñadora, etcétera. Pero al tener conocimiento de varios idiomas siempre he estado en contacto con mi marido en sus negocios. He tenido que ayudarle en traducciones, relaciones públicas, y todo esto me ha llevado al conocimiento extenso de los temas relacionados con la caña de azúcar». Acumula muchas anécdotas, presume de conocerse todos los rincones de las fábricas.
Calidad
«Siempre he sido curiosa, y me parecía un mundo muy interesante y me divertía el ir conociendo todo el proceso», apostilla. Comenzó de lleno a trabajar en el año 2007 cuando «nos entregó el almacén de bebidas y comenzamos con el proyecto de convertirlo en una bodega de ron».
«Buenas materias primas, que las consigo en destilerías Montero, buenas maderas y ninguna prisa por vender»
Ron Montero ofrece desde el inicio un ron «de mucha calidad». Targa asegura que su filosofía sigue siendo la que comentó el tío Paco en una de sus últimas entrevistas en IDEAL. Cuando le preguntaron por la receta secreta del ron, él respondió: «Buenas materias primas, que las consigo en destilerías Montero, buenas maderas y ninguna prisa por vender». «Los destilados y aguardientes pueden estar un tiempo prudencial y con los trasvases que hacemos logramos que nuestros alcoholes se oxigenen y logremos unos ésteres y unos buques exquisitos», apunta.
Así, presume de que a diferencia de otros rones, ellos utilizan toneles vírgenes, que no han contenido ningún otro producto. «El ron era una bebida de segunda y a mayoría de rones que pasan por barrica, usan toneles de desuso tanto de whisky como de vinos. Tío Paco era muy purista y nosotros seguimos su filosofía, no utilizamos ni caramelo ni esencias», esgrime la directora de la bodega. «Este legado lo hemos mantenido y hemos ido mejorando la calidad», añade.



El ron pálido Montero, es la estrella de esta bodega, y el producto más conocido. El ron reserva Montero y el ron Francisco Montero son rones premium, que «no tienen nada que envidiarles a muchos rones mucho más caros». Están dirigidos a un mercado que va en crecimiento. «Pero el que más gusta y vendemos cada vez más es el ron licor de café Montero, nació con una buena base, ya que está hecho con el ron reserva Montero, y esencias de café», relata. Por otra parte, describe que el ron plata Montero nació en un momento que necesitaban los mixólogos, y que solamente iba a ser utilizado para uso de coctelería. Y son ellos los entendidos los que cada vez se sorprenden, «por la calidad de un ron joven y con un auténtico sabor a caña de azúcar».
En Granada
El Ron Montero tiene su mercado principalmente en la provincia de Granada, pero venden a toda España. Hoy en día con la venta online al día siguiente, el cliente tiene su pedido en el destino final. También tienen mercados muy puntuales y no a gran escala en Inglaterra, Francia, Italia, Suiza, Dinamarca, Alemania, Suecia y EE UU. «Vamos creciendo poco a poco», enfatiza.
Ron Montero ha ido evolucionando y modernizándose en el producto y la infraestructura. Han sido varios los cambios. Llamativo es que han pasado de no permitir la entrada a desconocidos, mucho menos tener visitas guiadas, a llegar a tener casi 20.000 visitas al año, de todas partes del mundo. Y crecerán en más de 1.000 metros para poder contar su historia, y «dejar que sean los visitantes nuestros embajadores».
La bodega, que recibe 20.000 visitantes al año de todas partes del mundo, potenciará su faceta turística
Además la bodega ha ido innovando y modernizando las destilerías «lo que nos ha permitido hacer muy buenas mezclas y nuevos rones». «El tío Paco utilizaba una máquina de escribir y Andrea nos introdujo al mundo de la informática», relata Targa. Y así han ido modernizando en todas las áreas. A Ron Montero le distingue también su arraigo al lugar donde está. «Somos una empresa motrileña y nos gusta estar presente en nuestra tierra. Que el motrileño se sienta orgulloso del buen ron que tienen. Lo más importante es apoyarnos del sistema empresarial que tenemos en la zona para poder realizar esos sueños y planes que tenemos con algunas de las diferentes empresas de la zona», valora Targa.
La planta viajera
Además la bodega está potenciando cada vez más su faceta turística. «Las visitas son un gran atractivo. Tratamos de sorprender contando la historia de la caña de Azúcar, la planta viajera que la lleva Cristóbal Colón a América… Y, contamos la relación de la familia Montero con la caña de azúcar. Terminamos explicando la elaboración del ron y con una degustación de sus rones. Nuestra visita es gratuita. Y esperamos para junio poder inaugurar la nueva fase donde ampliamos el área de visita», avanzan desde la empresa. También reciben muchos visitantes de las provincias limítrofes como Málaga, Jaén, Córdoba y Almería. Y también turistas de distintas nacionalidades que buscan vivir la experiencia de Ron Montero.
Más producción
«Me gusta que cuando tocan la puerta, se sientan recibidos con elegancia, y profesionalidad. Y siempre deseo que salgan con esa sonrisa de orgullo, que solo la puede dar ese jugo alegre de la caña, el Ron Montero, ese de Motril, Granada…», añade María Elena Targa. Esperan darle una terminación a la cuarta fase del proyecto de ampliación del centro de interpretación de la caña de azúcar y de la ampliación de las visitas.
«Hemos ido creando unas áreas culturales y paisajes maravillosos, con los que esperamos sorprender mucho más a nuestros visitantes»
«Este es un proyecto ambicioso que lo estamos haciendo con muchos detalles y con el cariño que caracteriza a Bernardo Pozuelo como arquitecto», avanza. «Nos hemos ido entusiasmando y creando unas áreas culturales y paisajes maravillosos, con los que esperamos sorprender mucho más a nuestros visitantes. Sueño a diario con el proyecto y esperamos terminarlo pronto», destaca ilusionada. También se marcan el reto de ampliar sus ventas tanto en España como en el exterior y para ello la bodega también se está preparando para crecer en el área de producción con la compra de nuevos toneles y la ampliación de esta zona.
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