La gran cooperativa del cherry innova con el salmorejo y las hamburguesas veganas
El gigante hortofrutícola de la Costa granadina, referente en investigación, refuerza su línea de productos transformados y envasados de cuarta y quinta gama con novedosos aperitivos, cremas y salsas listas para consumir
Un tomate, un mango o un aguacate de la Costa Tropical viajan hasta Francia, Alemania, Suecia o Singapur. Salsas vegetales, hamburguesas veganas o sus novedosos snacks y productos de ayuda culinaria impulsados con las últimas técnicas innovadoras. Los agricultores que en 1973 se unieron para constituir la cooperativa La Palma no imaginaban que tantos años después fueran referente en el ámbito internacional y líderes en el nacional.
Y tampoco podían imaginar cómo a golpe de innovación su cooperativa iba a lanzar al mercado propuestas cien por cien naturales elaboradas con sus productos frescos y presentadas en innovadores formatos en envases reciclables o fabricados a partir de materiales orgánicos. Cremas de verduras, atún rojo vegetal, salsas vegetales o sus novedosos snacks y productos de ayuda culinaria son algunos de estos novedosos productos creados por Granada La Palma. Y, en cartera hay nuevos proyectos de producción, investigación y ampliación y modernización de instalaciones.
Aquel pequeño grupo de agricultores locales que se unieron para comercializar y profesionalizar su producción bajo un modelo cooperativo fue el comienzo de todo y la semilla para que La Palma hoy sea líder nacional en la producción de tomate cherry, minivegetales y especialidades, y referente en Europa, con más de 700 socios y unas 800 hectáreas de cultivo intensivo y 250 hectáreas de subtropicales como el aguacate, mango y chirimoya. Se extienden por Motril y Carchuna, Albuñol, Vélez de Benaudalla, Cúllar, Zújar o Vélez Málaga. Una diversidad geográfica que le garantiza contar con producción y suministro durante todo el año. Los centros de recepción, manipulación y envasado de producto están en Carchuna, Puntalón y Vélez de Benaudalla.
Líder europeo en minivegetales y productos de especialidad gracias a su centro de experimentación, donde cada año se prueban más de 500 variedades
Son los datos de presentación de una empresa que lleva la marca Granada al mundo. Lleva varias décadas con una marcada vocación internacional. Actualmente, alrededor del 75% de su producción se destina a mercados exteriores, alcanzando 35 países en su mayoría europeos, aunque también exporta a destinos más lejanos como Malasia, Hong Kong o Singapur. En el mercado europeo, Alemania sigue siendo el principal destino, seguida de Francia, Suecia, Polonia, los países bálticos y Ucrania. Fuera del continente, la presencia internacional se amplía con envíos al sudeste asiático, aunque en menor proporción.
Más de 150 millones
Con una facturación anual cercana a los 150 millones de euros –que asciende a unos 165 millones si se incluyen otras actividades de la cooperativa–, la producción total ronda las 70.000 toneladas. Cifras que terminan de dibujar el impacto de este gigante granadino.
Entre sus productos, destaca la gama de tomates cherry, que representan cerca del 50% del volumen total, junto con una apuesta creciente por los tomates grandes de especialidad, como principal puesta en valor.
No se conforman con seguir la línea tradicional. La investigación y la innovación están en el ADN de esta cooperativa que además de apostar por la excelencia en la producción sigue evolucionando con nuevos productos. La Palma ha ampliado su oferta hacia minivegetales y especialidades hortícolas, así como productos subtropicales. La cooperativa está impulsando líneas de valor añadido, incluyendo productos plant-based, deshidratados y transformados (como liofilizados o snacks), y de gran relevancia, la IV y V gama, es decir, productos listos para consumir, transformados y envasados.
Alrededor del 75% de su producción se exporta a 35 países, en su mayoría europeos, aunque también a Malasia, Hong Kong o Singapur
La cooperativa también produce variedades más convencionales, como el pepino holandés, muy bien adaptado al clima templado de la Costa granadina. Aunque este cultivo genera mayor volumen en kilos, su valor comercial es menor en comparación con los productos de mayor diferenciación, explican desde el negocio.
En la innovación está uno de los ejes diferenciadores. Y, aunque no sean términos de uso común entre la población o en el campo, la cooperativa La Palma ha sido capaz de dar vida a un auténtico proyecto de IV y V gama de economía circular, sostenibilidad y aprovechamiento que refuerza su producción de hortalizas frescas de altísima calidad y que da vida a un innovador proyecto de PlantBased Foods y Vegan Foods elaborados a base de proteína vegetal.
Ha liderado propuestas 100% naturales a base de sus productos frescos presentadas en innovadores formatos en envases reciclables o fabricados a partir de materiales orgánicos. Como cremas de verduras, atún rojo vegetal, salsas vegetales, hamburguesas veganas o sus novedosos snacks y productos de ayuda culinaria. Todos los productos con los que elaboran sus propuestas son cultivados por sus socios agricultores en Andalucía, sin aditivos, con fuentes de energía renovables, con reducción de la huella de CO2 y mínima utilización de agua en soluciones de embalaje sostenibles y originales.
La V gama premium es otra de sus joyas, que son alternativas veganas de calidad bajo tres innovadoras marcas que ofrecen una amplia propuesta: hamburguesas vegetales, snacks liofilizados, salsas, ayudas culinarias, alimentos funcionales y propuestas listas para consumir, todas elaboradas con productos frescos de la cooperativa, presentadas bajo tres marcas que dan vida a una innovadora propuesta de ayuda culinaria, ready to eat y alimentos funcionales con base vegetal.
La Palma Coolinary, Foodie, y Basika son las marcas de La Palma que unen «por primera vez lo práctico con lo saludable, y lo moderno con lo consciente». «Una nueva cocina vegetal para alimentarnos con creatividad, sabor y sencillez, sin renunciar a lo saludable ni al planeta. Ingredientes 100% vegetales que funcionan como potenciadores de sabor y estilo en cualquier plato», destacan desde la cooperativa.
Entre la dirección y sus socios la libreta está repleta de deberes para cumplir nuevos retos como mantener su liderazgo en la producción y comercialización de productos frescos y ampliar a productos de cuarta y quinta gama, plant-based, certificaciones y logística de cadena de frío. En lo relativo a la economía circular y aprovechamiento, el desafío es minimizar mermas y aprovechar subproductos como, por ejemplo, son sus conservas o productos deshidratados, para cerrar el ciclo. La cooperativa está muy enfocada en este objetivo. En lo relativo a la exportación trabajan para mantener la competitividad en mercados europeos con exigencias crecientes (trazabilidad, sostenibilidad, reducción de huella). Sin olvidar los retos relacionados con costes energéticos y el agua. La cooperativa lleva, de hecho, décadas trabajando en eficiencia y digitalización.
Nuevas instalaciones
En lo relativo a infraestructuras, una de las principales novedades de la cooperativa este último año es el desarrollo de un plan estratégico de expansión a cinco o diez años, que incluye nuevas instalaciones ya operativas para la campaña 2025-2026. En Granada, el plan contempla también la transición del cultivo en tierra a sistemas hidropónicos, apoyado con recursos del fondo operativo de la cooperativa. Esta innovación podría incrementar la producción en un 10%.
Gazpacho y salsas
En las plantas de transformación relativas a la V gama, han puesto en marcha y consolidado instalaciones, que permiten elaborar productos como gazpacho, salmorejo, salsas, conservas, hamburguesas veganas y liofilizados. Estas plantas, vinculadas a los centros de producción, facilitan aprovechar excedentes y desarrollar nuevas líneas de producto.
Por otra parte, la cooperativa ha realizado importantes inversiones en tecnologías de envasado en atmósfera controlada y en la construcción de cámaras para productos de IV y V gama, asegurando mayor capacidad de almacenamiento y calidad en la conservación.
En lo relativo a proyectos de investigación es intenso el listado. En I+D en conservación y nuevos formatos están centrados en el desarrollo de proyectos de liofilización para snacks vegetales, creación de productos plant-based y optimización de procesos térmicos para la V gama, garantizando la preservación de propiedades nutricionales y organolépticas.
En lo relativo a proyectos de economía circular y aprovechamiento desarrollan investigación orientada a transformar subproductos, como tomates para mermeladas o conservas, con el objetivo de minimizar el desperdicio y maximizar el aprovechamiento de los recursos. Y, en la cooperación con centros y ferias están centrados en la presentación de innovaciones en ferias internacionales como Fruit Attraction y Fruit Logística, así como colaboración con redes del sector para impulsar la investigación y el desarrollo.
La cooperativa ha sido reconocida por su apuesta por la digitalización, la sostenibilidad y la transformación industrial. Sus inversiones en plantas de transformación y líneas de I+D la sitúan por delante del sector.
Minivegetales
La Palma consolida su liderazgo europeo en minivegetales y productos de especialidad gracias a su centro de experimentación, donde cada año se prueban más de 500 variedades. Su objetivo es maximizar la rentabilidad de sus explotaciones mediante innovación y nuevas tecnologías, manteniendo siempre la esencia de la cooperativa basada en sabor y salud y seguridad, incluso al desarrollar resistencias a enfermedades como el virus rugoso del tomate.
Entre sus diferenciadores destacan los tomates de colores y sabores innovadores, como el ananas amarillo, el rosa, el marrón Adora o el azul antociano, así como variedades japonesas como amela o dulcéxtra. Al igual que con el cherry, buscan diversificar «el tomate gordo para ofrecer experiencias nuevas al consumidor, que cada vez muestra mayor apertura a productos distintos». La cooperativa también apuesta por pimientos sin semilla en varios colores, mini pimientos y berenjena japonesa, productos que van ganando presencia en los lineales europeos y españoles.
«En La Palma fusionamos sostenibilidad, salud, sabor y digitalización para ofrecer una agricultura más rica», afirma orgulloso el presidente de la cooperativa, Pedro Ruiz. También destaca el compromiso de sus agricultores por ofrecer productos excelentes y sostenibles. «Hoy afrontamos retos de gestión y mercado: internacionalizar más y añadir valor sin perder nuestra identidad. La inversión en I+D y en infraestructuras de transformación (IV/V gama) son claves para generar empleo local, reducir desperdicios y ofrecer soluciones prácticas al consumidor y a la hostelería», concluye.
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