La empresa de Granada que repartía en un triciclo ahora es líder en equipos para bares y restaurantes
Centenarios en 2027. Las cuatro generaciones de empresaria familiar que mejor vende menaje y maquinaría profesional de hostelería
Al cruzar la puerta de la gran tienda la sensación es de acogida, de haber llegado a un lugar en el que se está bien, lo que se ofrece es de calidad y hay cercanía con el cliente. Ese umbral es el que da la bienvenida a Carranza Hostelería, una empresa familiar que vendió el primer artículo en 1927. Solo le quedan dos años para cumplir un siglo y las cuatro generaciones de Carranza han hecho que aquel negocio sea ahora un referente en hostelería sabiendo abrirse nuevos mercados. Hay cocinas de última generación en la sede principal en la calle los Juncos, número 11, frente al Hospital la Inmaculada, y en primer plano ese triciclo de los años Veinte con la que repartían entonces su material. Ahora llegan a toda España vendiendo sus productos con una logística muy diferente.
La bicicleta con su carro es la original. La que salía desde los bajos de la casa de la familia Carranza desde plaza Bib-Rambla donde tuvieron la segunda tienda. El monedero es nuevo y el sillín, pero el resto es el vehículo con el que incluso José Luis Carranza, actual presidente y nieto de los fundadores, repartió material. «No íbamos montados porque nos caíamos y rompía lo que llevábamos», rememora. Hay una feliz coincidencia en las fechas de apertura del negocio y el nacimiento de Antonio, que años después fue el miembro de la segunda generación que se hizo cargo de la tienda.
Sobre ello trata la entrevista de 'Sagas Granadinas', el ciclo de entrevistas desarrollado por IDEAL y patrocinado por Cajamar.
Carranza Hostelería se remonta a 1927 en Granada, de aquella primera tienda hay también una imagen en la actual sede, cuando Eduardo Carranza abrió una fábrica de cristal plano en la placeta Gamboa. Tras la Guerra Civil, obligado a poner su producción al servicio del conflicto y sin recibir remuneración alguna, afrontó una difícil situación económica. Fue entonces cuando su esposa, Rosario Arquelladas, abrió una tienda de menaje en la plaza de Bib-Rambla, donde comenzó vendiendo pipos, botijos y artículos básicos para el hogar.
Ahora, en sus diferentes tiendas su nieto José Luis, y sus biznietos, Miguel Ángel y Paula, dirigen una gran compañía de setenta empleados que surte a grandes empresas de hostelería de norte a sur en la península. Recuerdan cómo la vocación de Rosario fue la respuesta práctica a una necesidad: sacar adelante a su familia en plena posguerra. Con visión comercial y mucha tenacidad, supo detectar la oportunidad en el menaje doméstico, primero con productos básicos y después con la distribución de marcas líderes como Duralex o San Ignacio, convirtiéndose así en una empresa pionera de su época. Ellos han sabido mantener ese negocio que ella no imaginó nunca que llegaría a ser lo que es hoy.
En esa gran sede con 2.500 metros cuadrados de exposición al público, en lo que en su día fue Urende como ellos mismos señalan, José Luis y sus hijos miran con detalle cada artículo que exponen, donde están ubicadas las mejores marcas del sector y donde hay también venta directa a particulares que agradecen poder comprar a excelentes precios, las mejores copas, platos, sartenes y un largo etc. Heredaron de la segunda generación la forma de actuar en busca de la innovación. Antonio Carranza Arquelladas, hijo del matrimonio fundador, fue quien transformó la tienda en un referente de listas de boda y artículos de regalo en Granada. Con la tercera generación, José Luis Carranza Fortes, la empresa se orientó plenamente a la hostelería en los años 70 y en 1988 abrió nuevas instalaciones en la calle Real de Armilla, incorporando maquinaria profesional, hoy mucho más amplia en la calle los Juncos, donde se trasladaron hace unos seis años.
Desde 1997, Carranza comenzó su expansión con delegaciones en Málaga, Sevilla, Córdoba y Valencia. Además de oficinas comerciales y una plataforma logística en León con más de 25.000 metros cuadrados. Trascendieron las fronteras granadinas. Hoy es sin duda referente nacional. Miguel Ángel y Paula Carranza, incorporados al consejo de dirección participan activamente en la gestión. Lo hacen con nuevas ideas y valorando y respetando el trabajo de sus antepasados.
Ingeniería propia
Con esta filosofía, Carranza Hostelería es hoy un grupo líder en equipamiento integral para hostelería. Ofrecen proyectos a medida e ingeniería propia para cocinas profesionales; y un amplio catálogo con más de 18.000 referencias en stock y hasta 40.000 bajo pedido al año.
Disponen de un cash & carry para profesionales y particulares. Y, por supuesto, para ellos es también un reto la formación especializada para profesionales y clientes a través de su Aula Carranza, con cursos especializados y gratuitos. Y también cuentan con servicio técnico propio y asesoramiento personalizado.
Maquinaria profesional de hostelería, menaje, mobiliario, cristalería, porcelana y equipamiento integral para hoteles, restaurantes, bares y colectividades es lo más demandado.
El relevo generacional, conviven aún la tercera y cuarta generación, lo han planteado de forma ordenada y natural, combinando la experiencia de la tercera generación con la visión renovadora de la cuarta. Para José Luis Carranza, «la supervivencia de la empresa familiar pasa por separar con claridad la familia de la empresa, profesionalizar la gestión y contar con un plan de sucesión bien definido».
Miguel Ángel y Paula aprovechan el tiempo empresarial junto a su progenitor. Han aprendido de él la constancia, la seriedad en el trabajo y la cercanía con los clientes. «Nos ha enseñado que la confianza no se promete, se demuestra cada día», afirman los actuales responsables. Todo eso lo hacen con «orgullo y responsabilidad». Para la cuarta generación, seguir con el legado significa «honrar la historia familiar, pero también apostar por la innovación, la digitalización y la sostenibilidad como ejes de futuro».
Saben también muy bien que trabajar en es «una gran fortaleza». Presumen de que «trabajar juntos nos une más y nos recuerda que somos parte de algo que empezó hace casi un siglo. Nuestra empresa es nuestra historia común y también nuestro proyecto de pasado, presente y futuro».
Proyectos internacionales
En Granada, Carranza es líder «indiscutible», destaca la familia. A nivel nacional, es uno de los grupos familiares más consolidados, trabajando con grandes cadenas hoteleras, franquicias y proyectos de restauración en todo el país. Aunque su mercado principal es España, Carranza participa en proyectos internacionales y colabora con proveedores y clientes de diferentes países, ampliando progresivamente su red de trabajo.
Entre sus grandes clientes se encuentran hoteles, restaurantes y cadenas de restauración de referencia. «Un orgullo de la empresa es haber acompañado a numerosos chefs y negocios en sus comienzos, ayudándolos a crecer», expone la familia.
El sector hostelero vive una etapa de crecimiento tras años de «incertidumbre» y ellos están para ofertar el mejor producto y servicios. «El mercado nacional está en plena evolución, con grandes oportunidades para quienes apuesten por la calidad y la innovación. Nuestro compromiso es seguir al lado de los hosteleros, dándoles las herramientas que necesitan para competir con éxito», aseguran desde la dirección.
Carranza llega a casi su centenario, inmersos en una etapa de crecimiento y transformación. Trabajan en nuevos proyectos de cambio interno que «nos permitirán fortalecer nuestros procesos y adaptarnos a las necesidades del mercado. Al mismo tiempo, estamos desarrollando una cartera innovadora de iniciativas y servicios que se irán implementando en el futuro, con el objetivo de generar más valor para nuestros clientes y aliados estratégicos».
Ya anuncian que para el cumpleaños, para su primer siglo, preparan muchas actividades y lo celebrarán a lo grande con Granada.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión