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Socios de Agroláchar y fundadores de la cooperativa junto a los responsables públicos en una foto de familia en la celebración del 30 aniversario. Juan Carlos Mariano Gómez
Agro

La cooperativa que llevó el nombre de Láchar al mundo cumple treinta años

Gran trayectoria. Agroláchar cuenta con 160 socios, muchos de ellos pusieron su casa como aval para pagar las instalaciones de una empresa que hoy es referente en innovación y venta internacional

Andrea G. Parra

Granada

Domingo, 26 de octubre 2025, 23:27

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Un grupo de trabajadores del pequeño pueblo de Láchar, en la zona occidental de la Vega granadina, decidió un buen día, hace tres décadas, que había llegado el momento de ser los dueños y señores, en toda la extensión, de lo que criaban en su campo. Pudieron vislumbrar los primeros compases en su constitución, pero no lo que llegaría después con momentos de todo tipo. Hace treinta años estaban pensando la constitución de Agroláchar y ahora han celebrado su treinta aniversario llevando su producto estrella, que es el espárrago, a un buen listado de países y por todo el territorio nacional.

En números redondos han llegado a los treinta años con 160 socios. Sus ventas están centradas en el espárrago verde y son punto de recepción de aceite de oliva. Venden a Alemania, Francia, Italia, Holanda, Suiza, Dinamarca, Inglaterra, entre otros países. Los espárragos de este municipio de no más de cuatro mil habitantes (censo oficial) llegan a múltiples rincones. Del campo a las mesas que están a miles de kilómetros.

Hace unos días se reunieron socios, trabajadores y muchas de las gentes que les han acompañado en estos años, así como los que se han ido sumando, para celebrar el momento actual y lo conseguido. «Qué bien sabe decir que hemos llegado hasta aquí, por ahora», comentaba el gerente de la cooperativa Agroláchar, Nicolás Chica.

Para los dirigentes de esta empresa, los socios han sido y son los «jefes» y «dueños» que han tenido que tomar «las mejores decisiones, unas más acertadas que otras, pero siempre con el convencimiento de que lo estabais haciendo por el interés general». En el repaso de esta trayectoria que está ligada a la tierra y la gestión hay muchos nombres. El encargado de hilarlo fue el propio Nicolás Chica, que recordó su primer día en Agroláchar.

«Fue un noviembre del año 1997. En aquel entonces Agroláchar no era más que una escritura de constitución, en la cual aparecía el nombre de 200 personas. Unos meses antes mi amigo, desde entonces, Paco Montiel me llamó y me dijo: Nicolás estamos buscando un niño para que lleve las cuentas de Agroláchar, voy a proponerte para ello. Una semana más tarde me comunicó que había sido designado. Pregunté si había habido más propuestas además de la mía. Me dijo que sí, que tres más y le pregunté que cómo que había salido yo. Me contestó: 'Muy sencillo, eras el que ibas a cobrar menos por los servicios'. Y, por curiosidad, ¿cuánto has dicho que serán mis honorarios? 'Pues he dicho que tú no vas a cobrar nada'», rememoró Chica.

La maquinaria, en marcha

No hubo descanso para lograr el objetivo. La meta era manipular en Láchar los espárragos que hasta ese momento se recepcionaban en casa de Paco Montiel, se transportaban a Huétor Tájar, la cooperativa Sol y Nieve los manipulaba y Copres, la cooperativa de segundo grado, los comercializaba. La maquinaria estaba en marcha y se fueron dando los primeros pasos de lo que hoy es un referente en el espárrago. Lo primero fue, en el año 1998, alquilar una nave, contratar a 18 personas, comprar máquinas y arremangarse para que el producto se quedara en el municipio. Así se fue concretando aquella idea. Los espárragos salían transformados de Láchar, confeccionados por personas del pueblo, que llevaban serigrafiadas en sus batas la palabra Agroláchar. Un detalle que significaba mucho para los impulsores de aquella cooperativa y para el municipio. El siguiente paso sería que el nombre de Láchar 'viajara' al territorio nacional e internacional en este rico manjar.

Han sido muchas las personas que han sumado en la cooperativa. Nicolás Chica las recuerda a todas, incluso algunas anécdotas y vivencias. «En 1999 mi amigo Pedro, en ese entonces director de Caja Rural en Láchar y secretario de Agroláchar, me dice: 'Nicolás, Caja Rural tiene en venta unas naves de Diego y esas tienen que ser para Agroláchar. De precio tienen 134 millones de pesetas'». Lo primero que preguntó Chica fue cómo se iba a pagar. Pedro contestó: «Ya se pagarán».

Y se pagaron. Fijaron una estrategia «acertada», implicando en el compromiso de pago a todos los socios. Fijaron una aportación individual de 1.875.000 pesetas. No era poco. Muchos de los socios tuvieron que suscribir un préstamo, avalado con su pequeño patrimonio, que no era otro que su casa. «Todos sabíamos que si el proyecto fracasaba, ellos se podían quedar sin casa. Ese elemento hizo que nuestra apuesta por sacar aquel proyecto adelante fuese mayor y esa idea diseñada principalmente por Pedro es la que ha hecho que hoy en gran medida podamos estar aquí», ensalza Chica.

Creatividad

Son muchos años y estrategias que han pasado por una buena gestión financiera, una concisa gestión de ventas, un exhaustivo control del gasto y estar presente en la sociedad, querían que se conociera la cooperativa.  

«Nuestra creatividad nos ha llevado a cultivar tomate cherry con música clásica, a premiar a los trabajadores con viajes a las Islas Baleares, a regalar cestas de Navidad a los más necesitados, a instalar una tienda en el Centro de Granada para dar a conocer nuestros productos, a visitar cientos de hogares y dar a conocer la campaña 'noches de placer'. A invitar a los diputados a que visitaran durante dos días nuestra cooperativa y conocieran de primera mano las vicisitudes del campo y del medio rural. En definitiva, decenas de actuaciones que nos han permitido poner a Agroláchar en el foco de la noticia y de la sociedad», repasa Nicolás Chica en un resumen de lo que han hecho y, por supuesto, que sus iniciativas se han hecho notar. Chica detalla los momentos difíciles de comercialización del espárrago, junto a «la necesidad de ofrecer una mayor diversificación de productos a nuestros socios, y poder vencer la poca vida útil del espárrago».

Ha habido mucha gestión y uno de los momentos decisivos fue la instalación de la planta de conservas, que duró unos años. Se fijaron y viajaron por España para conocer algunas de las ya existentes. Tras el correspondiente estudio pusieron en marcha su planta de conservas.

«Decidimos hacer un producto de primera calidad, utilizando preferentemente cristal, como símbolo de transparencia, utilizando la mejor materia prima y renunciando, siempre que es posible, a formulaciones agresivas como es la utilización del ácido cítrico», explica.

En su planta hicieron productos como «tomate cherry pelado a mano a las finas hierbas, pimiento asado en horno de leña, ensalada de pimientos con bonito, mermelada de espárrago, puntas de espárrago ecológico en aceite de oliva, y así hasta llegar a una veintena de productos y formatos». Otros nunca vieron la luz, como las gambas al ajillo, la mermelada de calabacín o las setas con gambas.

Éxitos y productos olvidados

«Doce años después, aspectos como las marcas blancas, la importación de producto de terceros países, principalmente Perú, la banalización de los productos gourmet, o la fabricación de las grandes cadenas de su propia marca Deluxe, terminaron con nuestra planta. También contribuyó la poca incidencia que tuvo entre los agricultores nuevos cultivos destinados a la conserva», valora ahora el gerente que en su repaso por la historia de esta cooperativa incluye los éxitos y las iniciativas que funcionaron durante un tiempo y después dejaron de hacerlo.  

En esta efeméride tan especial de la cooperativa, su gerente aplaude a sus 160 socios. «Personas involucradas, comprometidas, que siempre han actuado más allá del interés particular y han perseguido a través de sus decisiones el interés general». Pone en valor que «el éxito de Agroláchar ha sido la transparencia, siempre hemos ido más allá, las cuentas y los gastos siempre han estado a disposición de los socios, y cualquier decisión presupuestaria o financiera siempre ha contado con el respaldo de los socios».

Celebra este treinta cumpleaños tan especial, con la firme intención, como expresa el gerente de la empresa, de seguir creciendo. La fiesta contó con el respaldo de Granada, representantes públicos y un emotivo momento con el reconocimiento a los socios fundadores, algunos recogidos por sus esposas u otros familiares ya que han fallecido ya. En la fábrica, en la cooperativa, ya están preparados para las nuevas campañas.

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La cooperativa que llevó el nombre de Láchar al mundo cumple treinta años