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El joven posa en una de las porterías del campo Miguel Prieto de su pueblo. Ariel C. Rojas

Futuro

Un sueño americano de ciencias y fútbol

El armillero Daniel Tobaruela logra una beca para estudiar Matemáticas en el Mississippi College de Estados Unidos y continuar su actividad deportiva en la liga universitaria

Sábado, 13 de septiembre 2025, 19:05

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Fútbol y matemáticas. Una combinación más habitual de lo esperado a causa de sus múltiples aplicaciones útiles en el ámbito del deporte a modo de estadísticas y del llamado 'big data'. Se trata del campo al que pretende dedicarse Daniel Tobaruela, un joven de 17 años que decidió cambiar 'su' Armilla por Mississippi tras subirse a uno de los trenes de su vida, de esos que tan solo pasan una vez. Todo un sueño americano.

Su dedicación en distintos equipos humildes de la provincia como guardameta, junto con un expediente académico prácticamente inmaculado, le llevó a conseguir una beca para estudiar –y competir– el próximo curso en Estados Unidos. Daniel cursará el grado de Matemáticas en el Mississippi College, una institución a punto de cumplir dos siglos de historia y que le permitirá compaginar sus estudios con la práctica deportiva, una de sus pasiones desde que era un niño.

«Llevo jugando desde que tenía cinco años. Empecé en el club del 'cole', de fútbol sala. Un día probé de portero y me gustó, así que decidí cambiar mi posición. Sabía que como jugador de campo no tenía mucho talento», ríe el propio Daniel Tobaruela en mitad de su encuentro con IDEAL pocos días antes de volar. «El año pasado ya tuve ofertas de otras universidades norteamericanas a través de mi agente y empecé a valorarlo. La opción de Mississippi se dio hace unos meses y acepté justo en mitad de Selectividad. Me descentró un poco por lo que suponía, pero merecerá la pena», detalló.

Aun así, el joven rozó la puntuación de 12,5 sobre 14 puntos, lo que le abrió infinitas posibilidades. «Siempre me sedujeron las matemáticas. Se me dan bien y me gustaría dedicarme a algo relacionado con el deporte a través de ellas. Por ejemplo, me encantaría llegar a la Fórmula 1, ya fuese como ingeniero, estadista...», reveló mientras se enfundaba los guantes de portero sobre el césped.

«Mi sueño siempre fue el de jugar en el Granada. Lo hice un tiempo en las categorías inferiores, pero no me fue bien. Me hubiese encantado llegar a un nivel más próximo al profesionalismo, pero creo que soy mejor estudiante que futbolista. Este deporte me brinda la oportunidad de salir ahora, pero resulta muy complicado vivir de ello por la elevada competencia que hay», razonó con las ideas sorprendentemente claras para su edad.

Después de pasar por la cantera del Imperio de Albolote y los equipos sénior del Santa Fe o del Zaidín, esta campaña Daniel defenderá la meta del Choctaw, el club de la universidad que compite en la Segunda división de la NCAA –la liga académica del país–. «Me considero un portero al que le gusta hablar mucho en el campo para ayudar a la defensa. Soy seguro en el juego aéreo y aparezco en los momentos importantes. Ahí me crezco», se describió a modo de carta de presentación antes de su aterrizaje en Mississippi.

«En mi universidad hay dos españoles más. Uno de ellos es malagueño, portero también como yo, de hecho. Creo que el modelo norteamericano es el mejor para los deportistas jóvenes. Se apuesta por su formación a la par que se prioriza su progresión. Se les da muchas facilidades para poder compaginarlo. Algo inusual en otros países como España», argumentó.

Daniel luce los colores del Choctaw norteamericano en una imagen promocional. R. I.

Un 'Erasmus'

Pese a ello, el joven de Armilla focaliza su aventura más desde el punto de vista académico que del futbolístico. «Me lo tomo como una experiencia muy interesante a todos los niveles. Va a ser un año para aprender inglés, además de una carrera. Voy a probar el primer curso, también por el tipo de beca. Es mejorable y todo dependerá de mi rendimiento allí. Si luego me tengo que volver, lo haré sin problema. Volvería a mi casa, no es nada malo. Pero se trata de una oportunidad que cualquier persona cogería. Como un 'Erasmus'», avanzó.

Daniel lo deja todo al otro lado. Con una distancia superior a 7.000 kilómetros por aire, el joven afronta el reto con valentía dejando su club, sus amigos o su familia, quienes le apoyan con un pequeño nudo en la garganta. «Vivimos su viaje con inquietud y nerviosismo, pero los padres estamos ahí para darle a los hijos aquello que les permita crecer. Él siempre lo ha conseguido todo a base de esfuerzo y constancia. Incluso en el fútbol, donde su trabajo ha sido mayor que su talento, lo que le ha hecho mejorar como portero. Esperemos que disfrute la experiencia, que es muy útil, y le vaya genial. Ya tenemos un motivo para visitar Estados Unidos», sonrió Diego Tobaruela, el progenitor.

«Es lo único que he hecho desde que me confirmaron en Mississippi. Le he dado duro al gimnasio para incrementar mi físico, además de entrenar en el campo a muerte. Fallar no tiene importancia en el fútbol. Sigues siendo el mismo. Lo que no puede faltar es la constancia. Eso me ha traído hasta aquí», sentenció el nuevo 'yankee' de Armilla.

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