María Pérez intenta reencontrarse con la marcha
La marchadora de Orce trata de implementar cambios en su técnica para evitar que los jueces la descalifiquen como en 2022
Cumplir su sueño de ser olímpica en Tokio durante el verano de 2021 no alivió demasiado un duro periodo para María Pérez desde el inicio de la pandemia. Al hacer balance hacia el 2023 ya iniciado, la marchadora de Orce deja a un lado lo deportivo y se centra en lo personal. «Después de unos años chungos para mi familia, estamos viendo la luz al final del túnel», celebra. Sin embargo, de vuelta al atletismo, se sincera: «El túnel continúa con más sombras que luces». 2022 le hizo vivir una pesadilla continua con dos eliminaciones en las competiciones más importantes de la temporada: el Mundial de Eugene (Estados Unidos) en julio y el Europeo de Múnich (Alemania) en agosto. Y lo más frustrante es que aún no sabe por qué decidieron los jueces apartarla de la pelea por sus sueños.
«Me pegué más de 365 días entrenando sin el resultado que esperaba. A veces cuesta encontrar la motivación, pero esto es el deporte de élite, con lo bueno y lo malo. No todo es de color de rosas», se resigna María Pérez, que con todo piensa seguir en combate. «No hay que tirar la toalla sino seguir hacia adelante. Hay días en los que lo dejaría, pero estoy implementando cambios en mi forma de marchar junto a mi entrenador Jacinto Garzón y me lo planteo como algo nuevo. Espero que merezca la pena y que el trabajo en silencio dé sus frutos», desea. «El deporte me lo ha dado todo, pero también me lo ha quitado en algunos momentos. Ahora quiero reencontrarme con su esencia, conmigo misma y con mi disciplina», comparte.
No le está resultando nada fácil. A modo de metáfora, cambiar su técnica a la hora de marchar, que es lo que lleva haciendo más de media vida, viene siendo como reaprender a montar en bicicleta pero con una postura completamente distinta. «Busco una manera en la que me sienta cómoda marchando porque ahora mismo no lo estoy; no soy yo marchando», lamenta María Pérez, apagada la sonrisa que suele lucir. «Los cambios están relacionados con el braceo sobre todo y también con una zancada más amplia. Espero que se vean a la larga en competición», expresa.
Todo con tal de agradar a unos jueces que aún no comprende: «Me gustaría que todo fuese más abierto y que me diesen su opinión acerca de por qué se marcha bien un año y mal al siguiente con la misma técnica. En Eugene y Múnich hice lo mismo que en Berlín o Tokio. Acepto las descalificaciones, pero necesito saber por qué me expulsan. Una mayor flexibilidad mejoraría la disciplina».
Más optimista se muestra Jacinto Garzón, su entrenador: «Estamos trabajando mucho y recibiendo 'feedback' de grandes técnicos y jueces. Los atletas están trabajando muy bien y con una actitud increíble, así que poco a poco esperamos encontrar nuestra mejor forma en búsqueda del primer gran pico de forma en el Campeonato de Europa de selecciones».
María Pérez, sin embargo, quiere mirar hacia adelante. Este es un año preolímpico y ella no se plantea otra cosa que no sea estar en París en 2024. «Si afronto todos estos cambios es porque mi objetivo es estar allí, y después ya pensaré lo que hago con mi vida. Quiero llegar en el mejor estado de forma posible para sacarme la espinita de Tokio, que fue muy raro por la pandemia. París está ahí al lado y podrán estar mis familiares y amigos, y eso es lo que más me motiva. Celebrar esos Juegos como si fuesen mis primeros 'normales'», razona la marchadora granadina.
«Si estoy cambiando mi técnica al marchar es para estar en París 2024 con mis familiares y amigos»
María Pérez
Marchadora internacional granadina
Para plantarse allí tiene decidido duplicar su autoexigencia. «Me costó arrancar el año, pero tengo dos objetivos claros: doblar en 20 y 35 kilómetros en el Mundial de Budapest, en agosto. Espero conseguir las marcas mínimas», señala. «Ya el año pasado tuve la oportunidad de hacerlo y no lo hice, y quizás pequé de no haber tenido dos oportunidades, pero este año voy con todo. Tampoco descarto hacer el 35 en París, que además me viene bien para ganar más volumen, aunque me gusta más el 20», reconoce la de Orce, que no en vano consiguió en enero de 2022 la segunda mejor marca mundial de todos los tiempos y récord europeo en los 35 kilómetros marcha al hacer 2:39:16 en el Campeonato de España de marcha en ruta de Lepe, título que revalidó por tercera vez consecutiva este pasado domingo en Cieza (Murcia) con una marca de 2:41:38, a dos minutos y 22 segundos del año anterior, aunque válida para clasificarse de manera directa para el Mundial de Budapest (Hungría) que se celebrará del 19 al 27 de agosto.
María Pérez, que despidió su fatídico 2022 corriendo –que no marchando– la célebre San Silvestre Vallecana como invitada de honor para sacarse la espinita del año «haciendo algo diferente» para divertirse, retoma la marcha ya con las competiciones en mente. Tras revalidar su título de 35 kilómetros como la única mujer que lo ha ganado, tras haberlo hecho ya en 2021 y 2022, ya prepara el Campeonato de España de 20, en Córdoba el 26 de marzo. «Ya veré qué hago en la Copa de Europa y según salgan las cosas plantearé lo que queda del año con el equipo. La premisa fundamental es estar en los 20 de Budapest, pero si puedo estar también en 35, mejor», enumera con motivación. Parte de cero.
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