Los 561 kilómetros de Ignacio Fontes en Sudáfrica
Pretemporada ·
El mediofondista granadino, olímpico en Tokio, concluye una preparación de cinco semanas entre Dullstroom y Potchefstroom bajo buen climaHace tiempo que Ignacio Fontes se abonó al entrenamiento en altura, como tantos otros deportistas de élite, en busca de efectos hematológicos. Esto es: aumentar el nivel de hematocritos en sangre para adaptar el cuerpo al empleo de una menor cantidad de oxígeno para una mayor producción de glóbulos rojos que aumente su resistencia luego al descender la altitud en competición. La proximidad del Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada hizo habituales sus concentraciones allí en sus últimas pretemporadas, pero el mediofondista granadino, finalista olímpico en Tokio, decidió esta vez marcharse a un lugar más remoto para su puesta a punto, en busca de un clima más favorable: Sudáfrica.
Hasta allí viajó el pasado 15 de noviembre junto a su amigo Pablo Sánchez-Valladares, también atleta de élite. «Siempre es enriquecedor alejarse de la zona de confort para preparar competiciones, lejos del frío y tranquilos para dedicarnos únicamente al atletismo, a descansar y a estudiar», comenta Ignacio Fontes a IDEAL, sin despreocuparse del grado en Medicina que cursa en la Universidad de Granada. «También aprovechamos para divertirnos durante la convivencia e incluso hacer un safari. Conocimos mejor el país, que es increíble, aunque quiero volver como turista. Me gusta disfrutar de las oportunidades que me da el deporte para descubrir lugares y culturas nuevas y leí mucho sobre el Apartheid, que terminó hace tan poco. Volví como mejor atleta y mejor persona en todos los aspectos», asegura.
Pasó las tres primeras semanas en Dullstroom, una localidad muy rural de apenas 558 habitantes en el censo de 2011, y luego otras dos en Potchefstroom, una amplia ciudad universitaria de más de 43.000 habitantes en la que estuvo concentrada la Selección Española de fútbol en 2010, durante el Mundial que venció. En esas cinco semanas, el contador de Ignacio Fontes recogió un total de 561 kilómetros. En Dullstroom, a 2.000 metros de altitud y sin pista convencional, corrió sobre hierba y tierra para recuperar sensaciones y confianza en sí mismo; en Potchefstroom, a 1.400 metros y ya sobre tartán, sí pudo desarrollar un entrenamiento de más calidad con las miras puestas en la competición. «Estoy muy contento, volví con el trabajo que tenía pensado hecho y listo para iniciar la planificación específica de la pista cubierta en enero tras correr la San Silvestre Vallecana, Vamos por el buen camino», expone.
El granadino lo pasó mal durante los primeros días. «No me fui como me habría gustado, porque a los seis días de empezar a entrenar en Granada, tras mis vacaciones en septiembre, me empezó a doler la rodilla por una inflamación en la inserción de un tendón en la zona lateral que me rozaba al correr, con un dolor muy agudo. No podía hacer casi nada y fue muy frustrante porque tenía muchas ganas de empezar la pretemporada», cuenta Fontes. «Veía que el tiempo se me echaba encima, pero cuatro días antes de irme a Sudáfrica remitió algo el dolor gracias a que mi entrenador, Jesús Montiel, me puso unas cintas adhesivas para liberar tensión; fue un alivio», reconoce.
Desde cero
Ya en Sudáfrica, Ignacio Fontes tuvo que «partir de cero». «Fue duro entrenar en altitud sin estar en forma, no es lo más recomendable. No fue fácil asumir que no estaba al 100% y tenía que ir algo más lento de lo que me pedía mi entrenador sin agobiarme, con ejercicios de prevención, pero me fui encontrando mejor con el paso de las semanas y recuperé sensaciones», señala Ignacio Fontes, para quien fue «una pasada» correr por la hierba natural sudafricana, algo «tan distinto» a lo habitual. Allí, más allá de las dos sesiones diarias de entrenamiento, Pablo Sánchez-Valladares y él llevaron una «vida de monje», alojado en un establecimiento 'Airbnb' en el que se cocinaban ellos mismos en Dullstroom y un 'bed and breakfast' en Potchefstroom, donde se hicieron amigos del dueño griego de un restaurante.
Ómicron
En Sudáfrica se topó con la irrupción de la variante ómicron. «Estuvimos bien, no fue tan apocalíptico como se pintaba en Europa, pero sí que fue un estrés añadido al replantearnos la vuelta a España por las cuarentenas que nos podían exigir luego por Navidad. Nos agobiamos un poco, no pudimos concentrarnos al 100% en el entrenamiento», reconoce. Sano a su vuelta, Ignacio Fontes ya solo piensa en los retos deportivos que le esperan en 2022.
El más importante, y tras el campeonato de España absoluto de Ourense del 25 al 27 de febrero, es el Mundial de pista cubierta en Belgrado (Serbia) del 18 al 22 de marzo. Despedirá 2021, el año en el que debutó como olímpico alcanzo la final de 1.500 metros lisos, corriendo hoy la San Silvestre Vallecana en Madrid con los españoles Mohamed Katir y Jesús Gómez y los extranjeros Shadrak Koech, Abel Sikowo o Emmanuel Kiplagat. Ignacio Fontes se ha demostrado que no debe temer a nadie.
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