Montañeros contra la enfermedad: «Llegar no es el objetivo, es intentarlo»
Que la enfermedad no te pare. ·
Bajo este lema, un grupo de cinco montañeros de Granada y Málaga, pacientes de Crohn y colitis ulcerosa, quiere conquistar el Pirineo desde Sierra NevadaUn grupo de montañeros granadinos, acompañados por una joven malagueña, está haciendo algo extraordinario: demostrar que una vida plena va más allá de los obstáculos que esta te pone en el camino. Demostrar que por supuesto que existen millones de cotas imposibles de alcanzar, para todo el mundo, pero al mismo tiempo refutar que el nirvana no se encuentra en el pico más alto, sino que es ese pequeño cimbreo dentro del corazón que te dice que lo has intentado. Que sigues vivo.
Enseñanzas que salen de la experiencia de esta expedición andaluza que se prepara en el Veleta para atacar el Pirineo en los próximos meses. Antonio, Raquel y Óscar son pacientes de Crohn y de colitis ulcerosa, dos enfermedades invisibles porque afectan al aparato digestivo, dolencias que no podemos percibir a través de los ojos y que además tienen el malvado poder de invisibilizar. De encerrar en casa a quien la padece porque un brote en el aparato digestivo no es fácil de gestionar, teniendo que acudir al menos una treintena de veces al baño cada día. Algo que en muchos casos provoca trastornos en la alimentación y por supuesto en el ánimo, en la psicología de quien convive con ello.
Pero también hay días buenos. «Y tenemos que sacarle todo el partido que podamos», dice Antonio Hermoso. Él es el presidente de la Asociación de pacientes de Crohn y Colitis Ulcerosa (ACCU) de Granada. Con el apoyo de la consejería de Salud de la Junta de Andalucía, de la escuela de salud pública y de la asociación de ostomizados, ha emprendido un reto destinado a cambiar sus vidas, y a buen seguro de quienes tomen ejemplo.
Con Antonio se preparan varias personas: Raquel, malagueña de 23 años, diagnosticada a los 16 y estudiante para Técnico de Actividades Deportivas; Óscar, granadino y de 47 años, amante de la travesía montañera en verano y aprendiz de la nieve; Vicente y Juan, de 51 y 54 años, recuperados de un cáncer de colon y amigos que se unen desde AOGRA (Asociación de Ostomizados de Granada). Todos entrenan en Sierra Nevada. Calzándose crampones y enfundándose en nórdicos para conquistar el Cerro del Caballo, el Mulhacén y el Veleta enfrentándose a sus propios miedos y a sus inseguridades para vencer a esa frustración que, por norma general, te deja varios días en casa, deseando que el despertador suene a las cinco de la mañana para afrontar la aventura.
«Nuestro lema es: 'Que la enfermedad no te pare'», dice Antonio. Para el presidente de ACCU Granada, lo más importante es que el mensaje que lanzan estos montañeros llegue lo más nítido posible a los oídos de quienes lo necesitan: «No somos personas enfermas, somos personas que convivimos con una enfermedad». No se trata de engañar a nadie; estos aventureros han sufrido patologías. Antonio, Vicente y Juan han sido ostomizados, pero sus dolencias son «compatibles con el deporte, con una vida normal». «Son enfermedades que fastidian mucho, porque te provocan diarreas, hacen que te encierres en casa y te deprimes. Por eso nuestro objetivo es hacer ver que cada uno puede hacer lo que le gusta. Que podemos y que debemos hacer nuestra vida», defienden.
Es difícil ponerle fecha por el temporal, la pandemia y la agenda de cada montañero, como es normal. Pero atacarán los Pirineos en los próximos meses para «visibilizar» su reto. «Vamos a ir con drones y con cámaras gracias a la apuesta que está haciendo por esto la compañía danesa Janssen. Para que se nos vea, para que todo el mundo conozca la parte deportiva de la montaña a través de un grupo de personas que conviven con esta enfermedad», subraya Hermoso.
Cinco montañeros, cinco pacientes de enfermedades inflamatorias intestinales. Tres de ellos ostomizados, por lo que portan una bolsa recolectora. «Tener una bolsa que recoge tus heces porque el aparato excretor ya no nos funciona puede parecer un gran problema, pero para nosotros es una gran liberación. Cuando tienes un brote puedes ir treinta veces al baño, y ahora no. Te da libertad de movimiento, normalizas tu vida. El Crohn o la colitis siguen ahí, pero ahora decides tú qué quieres hacer». Y quieren conquistar una montaña. Casi nada.
Un reto que no será fácil y que no es para todos los públicos pero sirve de guía, de inspiración para que cada cual elija el suyo. «Y habrá días en los que no puedas con ellos. A mí me pasó», confiesa Antonio. Pasó que se preparó para coronar el Mulhacén y no pudo.
«No puedes hacer un drama de ello porque llegar no es el objetivo, es intentarlo. Ser capaz de plantearte cosas y hacerlas. Y si un día lo consigues, te alegrarás de todo el camino andado y te dará más fuerza para luchar», expresa. Hasta que cada uno corone su propio Mulhacén. «Y ese día, aparte de la satisfacción, te dirás: 'la enfermedad no puede conmigo'». Una sensación que seguro que merece la pena disfrutar.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión