Borrar
Ignacio Fontes posa en Lisboa con el Parque de las Naciones de la ciudad a su espalda, con la famosa torre Vasco da Gama, junto al Tajo. RITA MINEIRO

Fontes: «No me conformaría con ir a unos Juegos Olímpicos; si voy, querría una medalla»

Entrevista ·

El mediofondista pasa su verano en Portugal junto a su pareja, sin dejar de entrenar, inmerso en una progresión que pretende que le lleve hasta Tokio

Domingo, 2 de agosto 2020, 00:08

Comenta

Ni el confinamiento pudo frenar a Ignacio Fontes, que sigue lanzado. El atleta granadino del Playas de Castellón, discípulo de Jesús Montiel, se proclamó hace un año campeón de Europa sub-23 de 1.500 metros lisos al aire libre. Fue su gran punto de inflexión para creérselo. En febrero ganó su primera medalla absoluta y ahora, ante la incertidumbre y junto a su pareja Rita en Lisboa, trabaja para estar en los Juegos Olímpicos de Tokio. Sea cuando sea, si es.

–Lo primero de todo, ¿qué tiene Portugal para ser su refugio?

–A mi novia Rita (risas). Aparte, me gusta entrenar en el Algarve. Es muy tranquilo, tiene buen clima, caminos de tierra que me vienen muy bien, la pista al lado de la casa de Rita... El ambiente que se respira es muy sano para entrenar, me transmite mucha tranquilidad y energía positiva. Lisboa, que es donde estoy ahora por el trabajo de mi pareja, es una gran ciudad, y aunque hace mucho viento y no hay tantos caminos de tierra, también es tranquila; más que nunca ahora, casi sin tráfico. Hay mejor temperatura que en España, sobre todo en Granada. Portugal es un país que me gusta mucho. Estaré aquí hasta finales de agosto.

–¿Y cómo se encuentra?

–Está yendo todo muy bien, la verdad es que estar en Sierra Nevada todo junio me permitió hacer buenos entrenamientos y bajé para hacer test y fueron genial. Estoy aguantando todavía un poco para afinar la velocidad porque las competiciones se harán a finales de agosto y principios de septiembre, pero estoy bastante bien, tengo la cabeza en su sitio. Estoy de vacaciones y lo único que hago es entrenar y disfrutar de mi pareja y de Portugal. Es un descanso activo, aunque siempre tengo ganas de competir.

–¿Se corre con otro entusiasmo después del confinamiento?

–Lo noté sobre todo los primeros días, que sí que lo valoraba aún más. Luego todos volvemos a la normalidad, a la rutina, y nos olvidamos de que estuvimos encerrados. Ahora pienso sobre todo en las competiciones, porque la situación está fea, y quiero aprovechar todas las oportunidades que pueda para dar el 100% en cada una.

–Durante el encierro pidió una cinta para correr por Twitter.

–Y en 24 horas la tenía en casa. Me ha dado mucho, tiene mucha culpa de lo bien que estoy ahora. Le doy las gracias a Almudena Sánchez, la directora del gimnasio Holmes Place, porque me dio alas durante la cuarentena.

–Compartió algunos de sus registros durante el encierro y dejó asombrado a más de un atleta.

–Tuvo mucho que ver el trabajo con la cinta, que me dio mucha base. No perdí ni un día, no me guardé nada al no haber competiciones. Fueron semanas de mucho kilometraje y mucha continuidad, a ritmos rápidos de 27 km/hora con la cinta. Cuando salí a la calle noté la base aeróbica. Hacía tiradas largas de hora y pico y se me iban las piernas, tenía que frenarme un poco.

–¿Cómo se mantiene la motivación entre tanta incertidumbre?

–Se hace duro, pero yo pienso que lo que soy a día de hoy no tiene tanto que ver con mis últimos meses de entrenamiento sino con mi progresión desde pequeño. Todo suma y mi motivación es seguir creciendo. No puedo permitirme parar si los Juegos Olímpicos se hacen en 2021, después de lo bien que he competido últimamente. Debo mantener mi progresión pensando en el futuro, no tanto por los resultados sino por mí mismo, por mi propio camino como atleta. Aunque no hubiese competiciones en pie, no quiero que el trabajo de todos estos años vaya a la basura.

–Quizás le ayudase echar la vista atrás. Hace un año se proclamó campeón de Europa sub-23.

–Ese recuerdo se mantiene presente en mi día a día como atleta, sobre todo en los peores días de entrenamiento. Me digo que fui campeón de Europa y que soy capaz de todo. También me hace ver que no puedo conformarme, que debo aspirar a más. A una medalla europea absoluta, a unos Juegos Olímpicos. Quiero más.

–¿Cree que en unos años mirará hacia ese día como el punto de inflexión en su carrera?

–Creo que sí. Además del logro que fue, a los 21 años es cuando se debe dar el salto para pelear con los grandes y pudo ser el empujón que necesitaba. Hasta que no tienes el resultado no terminas de creértelo.

–Unos meses después consiguió en Ourense su primera medalla en un Campeonato de España absoluto, una plata que no fue oro por milésimas.

–Quizás debí tirarme antes, sí, pero acabé muy contento. No me quedó angustia por el oro, Jesús (Gómez) es un rival muy difícil de batir. Fue mi primera medalla absoluta y también fue un punto de inflexión para verme en la pelea por las medallas como uno de los mejores de España. Incluso semanas antes, en Polonia o en Francia, competí con atletas que hacen 3:30 y gané a algunos. Pasé a Lewandowski a falta de dos vueltas en un 1.500. Competí en igualdad de condiciones.

–Hablábamos de Portugal pero su otro retiro espiritual es el CAR de Sierra Nevada.

–Sierra Nevada es otro paraíso en la Tierra. Y además, cerca de casa, que otros tienen que cruzarse España. Esta última vez fue rara porque estuvimos muy pocos atletas, llegué a comer solo con los trabajadores. No podíamos cruzarnos con nadie y debíamos llevar mascarilla constantemente. Otras veces podías quedarte jugando al ping pong o compartiendo zonas comunes, pero también lo enfoqué como algo bueno para estudiar. La altura te ayuda a subir un par de puntos en tu analítica y mejora tu resistencia. Son semanas de vida de monje para entrenar y descansar, por y para el deporte.

–Volvió a competir tras el confinamiento en Nerja y se impuso a cuatro atletas que tenían mejores marcas que usted, haciendo 3:40.78 en 1.500.

–Fue sólo una semana después de bajar de Sierra Nevada, había hecho buenos test pero nunca sabes cómo va a responder el cuerpo ante la primera competición, frente a tus rivales. Quería que saliese bien después de tanto tiempo, me exigí un poco más. Me costó arrancar un poquito, no tuve buenas sensaciones durante la primera mitad de carrera, sin fluidez de piernas, pero en los últimos 500 metros estuve muy rápido. Fueron los que me dieron la marca, que es bastante buena. Fue una alegría volver a competir, aunque fuese así. Al menos hubo público. Pudo ser peor.

–Tiene más compromisos este verano.

–El día 16 competiré en Polonia en 1.000 metros lisos, el 24 iré a Castellón con el Playas para una prueba que puede tener bastante nivel y el 3 de septiembre estaré en Marsella, la más fuerte de mi verano. Todo esto si nos dejan, porque está cogido con pinzas.

–¿Cree que el atletismo es viable mientras dure la pandemia?

–Quiero creer que sí. Es un deporte que se practica al aire libre y tiene menos contacto directo que otros. Hay carreras en las que cada uno va por su calle. Es cierto que siempre puede haber asintomáticos que contagien, pero creo que es un deporte que conlleva menos riesgo que otros. Que el fútbol, por ejemplo.

–¿Este momento ha hecho aún más visible la fragilidad del atleta?

–Yo aún vivo con mis padres porque soy estudiante y no dependo del atletismo, pero para quien sí es una faena. Nuestros principales ingresos pasan por las competiciones, y si ya había pocas, ahora menos. Si no podemos entrenar bien, no estaremos en forma como para competir.

–¿Resolvió sus ayudas?

–Ahora he solicitado la de la Fundación Andalucía Olímpica y la Federación Española aceptó mi beca durante el confinamiento, imagino que por mis resultados. Era un despropósito que siguiera sin ayudas. Estoy satisfecho y aliviado.

–¿Cree que se podrá celebrar el Campeonato de España de septiembre en Madrid?

–Quiero creer que sí, de nuevo, pero cualquier competición puede ser la siguiente en caerse. Va a ser difícil. En cada lugar se está haciendo una cosa. Es una locura, en definitiva, pero quiero pensar que sí para mantener mis objetivos y seguir entrenando. Quiero tomar la revancha a Jesús Gómez en el 1.500, por ejemplo.

Jesús Gómez se impone a Fontes en la final del último Campeonato de España. RFEA

–Parecía que Tokio 2020 le llegaba demasiado pronto, pero se está postulando con mucha fuerza para 2021.

–Sí, lo venía reflexionando estos días. El hecho de que se haya pospuesto un año es positivo para mí, aunque viendo mi progresión en invierno todavía habría tenido posibilidades. Tengo un año más por delante y si este verano consigo correr algo más rápido tendré meses por delante para seguir creciendo. En 2021, si las lesiones me respetan, tendré más cartas para meterme.

–¿Cuándo cree que alcanzará ese 3:35 que se le pide?

–Me gustaría pensar que el 3 de septiembre en Marsella pudiera acercarme bastante, en función de la carrera. Quiero rondar ya entonces esa marca. El año que viene puedo clasificarme por puntos o por marca y todo pasaría por hacer un invierno tan bueno como este último, que me había metido en el ránking, y en verano salir por Europa y atacar la marca. Los Juegos son en julio y tendré hasta los últimos días de junio para conseguirla. En este mes de septiembre no contaría, pero me abriría las puertas.

–¿Ir unos Juegos Olímpicos sería su cumbre?

–Como deportista que soy, no creo que me conforme con ir. Una vez dentro querría aspirar a la medalla, aunque siendo realistas hoy por hoy es muy difícil. Sí podría intentar ser finalista. Todo dependerá de cómo siga progresando. Pero no, no me conformaría con ir. Sería negativo. Iría a pelear por entrar en la final. Hay que aspirar a lo máximo, como siempre me dice Jesús. Unos Juegos Olímpicos pueden no repetirse y no quiero arrepentirme.

–Nunca le he preguntado por sus referentes atléticos.

–No sé tanto de atletismo (risas). Hoy por hoy me fijo en atletas como Kevin López porque de pequeño quería ser como él y estar en campeonatos de Europa y del mundo. Valoro mucho estar codo con codo con él ahora.

–Su entrenador está convencido de que puede recoger el testigo de Fermín Cacho.

–Eso dice, que tengo que bajar de 3:30. No lo sé, pero quiero ser cauto e ir poco a poco. Cuando llegue a 3:33, pensaré en el 3:30. Todavía me queda mucho trabajo para acercarme a Fermín Cacho, pero tengo 22 años y de aquí a siete pueden pasar muchas cosas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal Fontes: «No me conformaría con ir a unos Juegos Olímpicos; si voy, querría una medalla»

Atletismo | Ignacio Fontes: «No me conformaría con ir a unos Juegos Olímpicos; si voy, querría una medalla»