La gimnasia acrobática para romper barreras

El graderío hasta la bandera, como suele rezar en las crónicas futboleras. La organización calcula que pasaron por los plásticos de Inacua más de tres mil personas y no es larga la cifra. 'Hop, pum, tac', es la banda sonora de la gimnasia acrobática. Pirámides, saltos y caídas que ponen los pelos de punta a los neófitos de estas piruetas, dicho con todo el respeto, tan deportivas y medidas que asombra ver a chavales y chavalas de tan corta edad imprimiéndoles esa cantidad fuerza y precisión a sus músculos.

Ellos y ellas, compartiendo equipos y sin roles definidos. Es decir, aquí él no impone su fuerza y ella el estilo. O no siempre es así. Se trata de componer con la capacidad de cada cual y eso puede firmarse como igualdad con todas las letras.

A esta competición, que gozó de éxito también en la participación, se le llamó Trofeo Jico y se celebró este pasado sábado y domingo en el Pabellón Inacua, que está en la Avenida García Lorca de la capital. El recinto vistió sus mejores mallas para que por este tapiz pasaran más de setecientos gimnastas llegados desde Valencia, Madrid, Cáceres, Jaén, Almería, Sevilla y por supuesto desde diversos clubes granadinos. La llamada la realizó uno de ellos, el Club Balans, que ha organizado milimétricamente esta competición extra oficial, por quinto año consecutivo.

Una organización para la que por cierto se hicieron necesarias las manos y voluntades de casi un centenar de personas entre voluntarios, los propios padres de gimnastas del club, personal de la instalación y una veintena de jueces, de los que cinco acudían para realizar sus prácticas y completar así su formación.

A pie de tapiz, Alejandro Muñiz contaba el trasiego de los días anteriores a modo de boceto para lo que más tarde se plasmó sobre el lienzo. «Llevamos dos meses organizando esta competición. Empiezas enviando información sobre ella a los clubes y estos te responden enviándote la música con la que preparan sus ejercicios. Luego viene el trabajo de buscar la fruta para los deportistas, también el agua y los regalos que les ofrecemos. Esta es quizás la parte que más tiempo requiere. Y la última, es la física, durante dos semanas preparamos la instalación para que no falle nada a la hora de la verdad». Y así fue.

Muñiz, que es uno de los responsables de Balans junto a Montse Molero, vigilaron que durante dos días todo saliera a la perfección. Porque el Trofeo Jico ha crecido y ha convertido a Granada en una parada obligada para los clubes que preparan competiciones oficiales. Sobre todo desde este año, debido a una de las más importantes novedades con las que ha contado el evento, un tapiz oficial cedido por la Federación Andaluza de Gimnasia.

«Siempre hemos luchado por tener un suelo oficial. A nivel técnico nos interesa que cuantas más veces pisen nuestros gimnastas este tipo de suelo, mejor», aseveraba Muñiz, explicando la diferencia real que existe entre uno de alta competición y los que normalmente utilizan los clubes para entrenar. «La diferencia del suelo es que el reglamentario tiene una base de rebote y encima la base acolchada. El nuestro, por ejemplo, es parcial», explica. Y, ¿en qué beneficia un tapiz oficial? Ayuda al impulso. «A la hora de construir un elemento, consigues un salto más alto. Por eso los clubes buscan acudir a competiciones con suelo oficial, porque cuantas más veces lo pise tu gimnasta, mejor. Pero a la hora de yo enseñar a un deportista, tengo en cuenta que no rebota tanto y esto es mejor para ganar en fuerza. Luego, sólo hay que tener en cuenta a nivel coordinativo la altura que ganas en el vuelo. El resto es igual», trata de explicar.

Mientras, en liza las competiciones de acrosport, que es la categoría más básica, para escolares, categorías de base y nacional. Escalonadas y con entregas de medallas intermediando para favorecer la dinámica de los participantes, la vistosidad y que también, cada categoría pueda hacer regreso a casa al término de su modalidad.

Porque el Trofeo Jico comenzó el sábado a las nueve de la mañana hasta las nueve de la noche y terminó el domingo desde las nueve y hasta a las seis de la tarde. Vaya maratón de pirámides, vuelos y recogidas.

Balans inició esta temporada con entrenamientos de gimnasia acrobática lúdica y competitiva para niños y niñas a partir de los tres años. También con parkour, acrobacias para adultos y Cheers Balans, con un grupo de exhibición. Sumaron también el proyecto Acrointegra, dirigido especialmente a colectivos con discapacidad intelectual y problemas de inclusión social, así como clases de defensa personal con gestión emocional para niñas, niños, jóvenes y adultos.

Ya en 2019 llegaron las competiciones, participando hasta ahora en varias de ellas organizadas en Madrid, Loja, Alcalá la Real y Chiclana, ésta última, sede del Campeonato de Andalucía el fin de semana del 22 al 24 de Marzo, competición oficial y clasificatoria para el Nacional. El club viajó a Cádiz con una delegación formada por 31 gimnastas, algunas compitiendo por primera vez, acompañadas por tres técnicos, Alejandro Muñiz, Estefanía Rodríguez y Andrea Larios. Y allí consiguieron ocho medallas de oro y cuatro de bronce.

«Tenemos cerca de doscientos cuarenta deportistas, desde los 'babygym' –gimnastas con tres años– hasta el mayor que tiene diecinueve. Ofrecemos un deporte muy completo porque para ser gimnasta tienes que exigirte agilidad, flexibilidad, fuerza, equilibrio y disciplina para conseguir elementos coordinados con un equipo en el que trabajan dos géneros. Lo guay aquí es que no tienes un sexo fuerte y uno débil, sino que chicas y chicos usan el mismo rol y se trabaja en igualdad», abrocha Muñiz.