Dos equipos de Granada preparados para la élite

Alhendín y Maracena competirán la próxima temporada en División de Honor Juvenil. Los primeros repiten después de haber logrado una holgada permanencia, mientras que los segundos se convertirán en el tercer conjunto granadino de la competición -está también el Granada- después de haber logrado un salto de categoría forjado en el pequeño campo de césped artificial junto a la Ciudad Deportiva maracenera. Los dos clubes afrontan el nuevo curso con el orgullo del trabajo bien hecho y con el complicado desafío de mejorar lo obtenido, difícil para ambos clubes, que ya están preparados para la élite del fútbol juvenil, en la que se cruzaran con las mejores canteras de Andalucía, Ceuta y Melilla, con presupuestos que desafían el convencimiento de los técnicos de ambos clubes de seguir entre los mejores una temporada más.

Vicente Gabaldón, entrenador del Alhendín Balompié, asegura que su club es «humilde, pero ambicioso». «Mantenemos los pies en el suelo y la mirada a las estrellas», afirma el técnico mientras se toma la fotografía que acompaña al texto, con un cielo de Granada perfecto para soñar. «Todo radica en el trabajo y en un buen engranaje de todos los componentes del organigrama del club. A ello hay que sumar ese componente de azar que acompaña al deporte», detalla Gabaldón. En Alhendín, el equipo juvenil es el máximo exponente de la entidad, que se abastece «de la ascensión desde el fútbol base del club». «Ha sido un ascenso fulgurante de esta etapa juvenil, pero se están asentando las bases a nivel cadete e infantil, tenemos equipos en Andaluza y creemos que es una base fundamental para abastecer en el futuro al juvenil», añade Gabaldón, orgulloso del proyecto que se ha construido.

Sobre la temporada finalizada, Vicente Gabaldón destaca que el devenir y el desarrollo de la misma «no se podía predecir». «Sabíamos de las demandas de la categoría, que exigía desde el principio, teníamos que saber cuál era el juego que tendríamos que desarrollar. Desde primera hora estábamos concienciados. Luego han acompañado los resultados y no hemos pisado los puestos de descenso. Tuvimos rachas interesantes que nos dieron tranquilidad para estar en mitad de la tabla», desarrolla Gabaldón, que continuará en la campaña 2024/2025 al frente del banquillo metropolitano.

En el asiento, le acompañan cinco de los jugadores que han liderado al equipo en esta temporada. Carlos Linares, central y capitán sin brazalete del club, asegura que desde el comienzo la plantilla «ha tenido las ideas muy claras y hemos trabajado mucho. Hemos sabido estar bien en los momentos en los que parecía que la gente no confiaba en nosotros y ha salido una temporada redonda. Se me queda la espinita de que podíamos haber quedado más arriba, pero estamos donde nos hemos merecido. Ha sido una gran temporada». Alberto Borrego juega como pivote del equipo y recuerda que la clave ha sido el trabajo defensivo del equipo. «En los momentos difíciles hemos sabido estar y hemos sacado puntos importantes. No hemos estado más arriba por pequeños detalles, pero el año ha sido muy bueno», desarrolla.

Gabriel Montalvo, central del equipo, destaca que no se apostaba porque la escuadra verde pudiera mantener la categoría, «pero al final hemos conseguido la salvación a falta de cinco jornadas». «Ha sido un gran trabajo por parte de todos, jugadores, cuerpo técnico y directivos. Estoy bastante satisfecho por todos los logros individuales y comunes», anota. Junto a él, Emilio Díaz, delantero del equipo, detalla que el club «ha trabajado bastante desde el primer día para mantener la categoría. Tenemos las ideas muy claras, queríamos quedarnos y podríamos haber quedado más arriba. Para mí ha sido una gran temporada con un gran grupo», apostilla. Por último, Óscar Torres, mediocentro de la plantilla alhendinense, destaca la comunión de su equipo, que ha trabajado a lo largo de la temporada «en la misma dinámica». «Hemos sido capaces de aguantar lo que viniese y en los malos momentos seguir», concluye.

En el otro lado del área metropolitana, el Maracena celebra el ascenso de su equipo juvenil, que comparecía en Liga Nacional como uno de los ascendidos de la pasada temporada y ha finalizado la campaña entre los dos puestos de ascenso. Sergio Corpas, entrenador del equipo, continuará en el club en la nueva categoría en su cuarta temporada en el equipo. En la primera, perdió la división y cayó hasta Segunda Andaluza, la tercera del fútbol juvenil, en la que el equipo encontró su identidad, se hizo a la instalación en la que juega sus partidos como local, logró ascender y preparar el terreno para un doble salto.

«La temporada ha sido muy ilusionante y difícil. A mí se me ha pasado muy rápido y la clave han sido los jugadores. Veníamos de un proyecto a largo plazo que no salió bien el primer año, pero hemos logrado dos ascensos consecutivos y ocurre muy pocas veces. Estamos muy felices», resume Sergio Corpas. «No nos planteamos este objetivo en ningún momento, hemos ido día a día, que es más fructífero. A partir de ahí, hemos encontrado un buen calendario, con buenas sensaciones, con resultados positivos en los derbis y ante las canteras profesionales. Al final son unos ocho-diez puntos que marcan la diferencia y han caído a nuestro favor», desarrolla Corpas, satisfecho de tener una plantilla «sana, larga y que compite porque conoce la categoría».

«A nivel interno, nos planteamos llegar fuertes a los últimos cinco partidos, sabiendo que si llegábamos bien física y mentalmente esos partidos marcarían la diferencia. Luego, los gestionamos bien y conseguimos lo que habíamos soñado. Nuestro lema era 'si puedes soñarlo, puedes hacerlo'», anota el técnico maracenero, que destaca la regularidad de su equipo durante la temporada, a la que ahora quiere darle continuidad. «Confío mucho en este proyecto, en la directiva y en el apoyo del Ayuntamiento. Tenemos incluso un frente, el 'Frente Azulillo'. Hemos generado ilusión en la gente joven del pueblo y esos son los que realmente te dicen que estás en un buen sitio», añade el entrenador del equipo.

Los capitanes del equipo son la extensión del técnico sobre el césped artificial del campo anexo de la Ciudad Deportiva, pequeño, acogedor y un fortín para los futbolistas azulones. «Con el paso de los partidos hemos conseguido mucho más. Somos más fuertes, más familia», comenta Sergio Corpas, hijo del técnico. «La clave del ascenso es la unidad, por encima del estilo de juego. Si un equipo no está junto es casi imposible ascender o conseguir algún objetivo. Para mí ha sido muy especial, empecé el curso regular, pero he tenido una de mis mejores temporadas», apunta Corpas. Toni Vélez, que juega como pivote, añade que el ascenso de categoría ha sido «el reflejo de lo que hemos trabajado durante el año». «Si jugábamos un domingo, el sábado a las diez de la mañana estábamos todos aquí entrenando. Hay una gran unión en el equipo, somos amigos y si vienen momentos malos al final sacas la situación adelante», apostilla Vélez.

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