La bicicleta granadina que rodó entre los dos mares
Ciclismo ·
Alejandro Ropero completó la participación en la Tirreno-Adriático, una experiencia «dura» en la que el nivel fue de «máxima exigencia»Antonio Sánchez
Granada
Sábado, 20 de marzo 2021, 01:37
Pocos aficionados al ciclismo recuerdan una edición de la Tirreno-Adriático con tanto nivel como la celebrada en los últimos días. Los ciclistas que han estado en el pelotón entre los dos mares italianos dan cuenta de ello y aprovechan los días de resaca para recuperar el esfuerzo realizado. Alejandro Ropero, ciclista de Otura que ha participado del pelotón, da cuenta de ello. «Sabíamos que el nivel iba a ser alto, pero ha sido de los más altos de la historia de la prueba», resume sin dudarlo.
Pogacar, Van Aert y Van der Poel plantearon para la ruta por el corazón de Italia como una fiesta del ciclismo. Etapa tras etapa arrancaban convencidos de que se podía ganar e impusieron en el pelotón un ritmo frenético que llevó al grupo con la lengua fuera. «Si te paras a mirar la clasificación general hay una diferencia de siete minutos del ganador con el décimo, algo que muestra la importante diferencia entre los primeros y el resto», explica Ropero, que completó la prueba a pesar de su exigencia y no encuentra una razón para justificar porque se rodó a un nivel tan alto, más allá de la pandemia de coronavirus. «La gente aprovecha las oportunidades que tiene como si fueran la última porque no sabe qué va a pasar en las próximas semanas». Fue algo que se grabaron a fuego los ciclistas más punteros del pelotón, que en algunas etapas cruzaron la línea de meta sin fuerzas para levantar los brazos en señal de victoria.
Integrante del Eolo Kometa Team, el equipo de la Fundación Contador, cuenta que la primera etapa de la prueba fue la más tranquila, a pesar de que en todas las sesiones de la misma los 'gallos' de la clasificación han peleado por rascar segundos en la tabla final. Ropero celebra su buen rendimiento en la Tirreno-Adriático, sobre todo en la segunda y tercera etapa, en las que logró estar con el grupo de los mejores, con los que apenas cedió unos segundos. «El objetivo era darle la máxima visibilidad a los patrocinadores, por ello íbamos día a día y me centré en llegar lo más arriba posible a los finales de etapa», cuenta el rodador de Otura.
Su próxima competición será el Tour de los Alpes, que se celebrará a mediados de abril
Alejandro Ropero intentó estar en las fugas que se conformaron durante la semana de Tirreno-Adriático, pero no tuvo suerte de colarse en las escapadas. «Han estado muy reñidas y además sabíamos que era difícil que llegaran al final por el control que ha existido para intentar ganar las etapas». Narra, además, que en las etapas de alta montaña optó por reservarse para poder encarar mejor el resto de sesiones de la prueba. «Hemos podido pelear en algunas etapas con los mejores», resume el granadino para destacar la participación de su equipo, en un año de adaptación para su escuadra, que desde esta temporada tiene consideración de equipo UCI ProTeam, lo que puede considerarse la 'segunda división' del ciclismo profesional. «Es un año de adaptación y por el momento está yendo bastante bien. La intención del equipo es subir a la máxima categoría», desarrolla Ropero, que está satisfecho con el papel realizado por su compañeros y por él mismo en la Tirreno-Adriático, pero reconoce la diferencia de nivel con respecto a los principales equipos del pelotón, los que integran la UCI WorldTeam, que es la categoría más alta para planteles ciclistas.
En las siguientes tres semanas entrenará en el CAR de Sierra Nevada con la vista puesta en el Giro
El corredor granadino pone en valor su participación en la Tirreno-Adriático, a la que llegó después de dos carreras de un día que realizó en Italia. «Se notó la falta de ritmo y llegué con dudas, pero después de la primera etapa me encontré bien y pude estar en el grupo de los favoritos, aunque no tenga ese punto que se necesita para disputar las etapas». Alejandro Ropero había sufrido una microrrotura dentro de una de sus rodillas al comienzo de la temporada que le obligó a levantar el pie del acelerador durante una semana, algo que lastró, aunque fuera mínimamente, su rendimiento de cara a la Tirreno-Adriático.
Entrenamiento en altura
En las próximas semanas, Alejandro Ropero seguirá trabajando con la vista puesta en la posibilidad de participar en el Giro de Italia. El lunes tiene previsto iniciar en el Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada un entrenamiento en altura que durará tres semanas. Después tiene anotada en el calendario su presencia en el Tour de los Alpes. Será este próximo mes el que determine si está preparado para participar en la primera gran vuelta de la temporada. «Estoy en la 'prelista', pero tenemos que ver en que condiciones estoy y si me veo en la mejor forma para dar lo máximo posible y aguantar los 21 días sin que se convierta en un tortura». En su tarjeta de resultados ya cuenta con una participación en el Giro de Italia sub-23, una carrera de diez etapas. Estar con los 'mayores' como en la Tirreno-Adriático es el objetivo de un Alejandro Ropero que ya rueda firme con los mejores del pelotón.
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