Borrar
Uno de los jugadores, con casco, avanza con el balón en busca de dar un pase. Pepe Marín

Rugby

El balón ovalado de la integración

El club Escoriones promueve la participación de cualquier persona en el deporte a través de su sección de habilidades mezcladas

Fran Peláez

Granada

Lunes, 18 de agosto 2025, 00:36

Comenta

El club Escoriones consigue que el balón ovalado con el que se juega al rugby sea integrador. Desde su fundación, en 2019, esta entidad granadina profundizó en una misión importante: crear un ambiente participativo a través de este deporte al que se unan tanto niños como adultos. En estos seis años también han tenido tiempo para fomentar la inclusión real, además de generar espacios de igualdad para personas con y sin discapacidad con su equipo 'mixed ability' –habilidades mezcladas–.

El club creó esta sección como un proyecto enfocado a los más jóvenes. Cinco años después, constituyeron un equipo sénior que da sus primeros pasos. «Vimos clara la necesidad de ampliar la oferta a personas adultas con discapacidad, ya que son pocas las actividades que disfrutan cuando cumplen la mayoría de edad», afirma Laura Gómez, delegada del equipo senior. En 2024 se juntó un grupo con ganas de jugar al rugby y sentirse personas libres cuyas condiciones no son obstáculo para poder vivir una vida convencional.

Verlos entrenar constata esto. Gómez cuenta que para ellos las discapacidades no existen en el terreno de juego. «No nos gusta etiquetar. ¿Por qué tener que ponerle un nombre? Somos todos jugadores de rugby. Nuestro proyecto no consiste en sobreproteger ni en infantilizar. Consiste en tratarlos como adultos que son», abunda la delegada.

El primer partido del equipo tuvo lugar el pasado mes de abril en Alcobendas (Madrid). «Algunos padres tenían miedo de separarse de sus hijos, ya que temían que no pudieran hacer cosas cotidianas», cuenta Gómez. «Un ejemplo es el de un jugador que en casa no se puede poner los calcetines y durante el viaje, cuando fuimos a ayudarle, los tenía puestos», subraya. «Salir de su zona de confort, tener esa pequeña independencia, romper su normalidad y les viene genial», asiente Gómez. «Fue el primer partido que jugamos como equipo y volvimos súper contentos. Durante el mismo estaban reventados, pero no quería salir nadie del campo», recuerda orgullosa la delegada.

Juanjo Castro, colaborador del equipo y padre de Pablo, uno de los capitanes, rememora su sorpresa tras aquel encuentro. «Durante el entrenamiento ves cosas que te llaman la atención, pero durante los partidos les salen cosas intuitivas que te flipan y que te hacen pensar sobre que el deporte es un vehículo para que la gente empiece a desarrollarse y moverse. Somos un equipo de rugby y en el campo son jugadores, ese es el sentido de esto, que no haya diferencias. Se juega con las mismas reglas, un placaje es un placaje, es un partido de rugby con adultos», asiente Castro.

Los integrantes del club Escoriones inclusivo posan en un entrenamiento. Pepe Marín

Sus entrenamientos

El Escoriones entrena en la ciudad deportiva Diputación, en Armilla. Verlos trabajar hace entender lo que significa para ellos este club y cómo se sienten practicando deporte. Un entreno normal, sin ser tratados de forma diferente. Cuando hay que correr se corre y si es necesario placar, se placa. Adultos que se dejan la piel en cada práctica y que nadie les puede privar de esta normalidad que les viene tan bien.

«Este club va más allá del deporte. Los jugadores hacen piña fuera del campo, se hacen amigos, quedan, se lo pasan bien y lo rematan viniendo a entrenar y hacer lo que más les gusta. Están encantados», recupera Laura Gómez, afirmando que se trata de un nuevo estilo de vida.

La ayuda del cuerpo técnico es clave para el transcurso del entrenamiento. Este se desarrolla gracias a las indicaciones de Alfonso 'Verde', el entrenador, además de otras personas que se visten de corto y ayudan a que el juego sea fluido como es el caso de la propia Laura Gómez, Juanjo Castro o José Martínez 'Rubí'. Hacen ejercicios con y sin balón, entrenan posesiones largas, todos placan y son placados –algunos incluso optan por usar casco–. Un entrenamiento competitivo que los prepara para los partidos y los permite sentirse los adultos que son.

A nivel competitivo, todo club tiene un objetivo. Rubí, uno de sus colaboradores, quien tiene años de experiencia tras formar parte de otros equipo de rugby inclusivo, cuenta con ilusión lo que para él sería su desafío. «El principal objetivo de esto es que estas personas adultas puedan lograr tener una vida normal dentro de lo posible pero, a nivel de club, llegar a disputar un Mundial en el extranjero sería un sueño para todos».

Transformación social

El Escoriones no es solo un club de rugby, sino un ejemplo vivo de inclusión, dignidad y transformación social. A través del deporte, este equipo ha roto barreras, ha derribado prejuicios y ha demostrado que con compromiso, respeto y una visión clara es posible construir un espacio donde todos, sin excepción, puedan desarrollarse plenamente.

Más allá de los entrenamientos y los partidos, el Escoriones es una familia que reivindica la igualdad en cada pase, en cada placaje, y en cada historia de superación. Su lema, «sin oportunidad tampoco sirve la capacidad», cobra sentido en su día a día, en cada logro y en cada sonrisa. Y aunque aún le quede mucho camino por recorrer, su impacto en Granada y en las vidas de sus jugadores ya es, sin duda, una victoria.

Éxito en el primer partido celebrado en la provincia

Tiempo después del estreno para el club, el Municipal de Armilla fue testigo de un hecho histórico para el deporte granadino: la celebración del primer partido de rugby 'mixed ability' en la provincia. El Escoriones se enfrentó al San Isidro Rugby Club de Madrid, en un encuentro que reunió a casi trescientas personas y que destacó tanto por su nivel deportivo como por su carga simbólica.

El partido, que reunió a jugadores y jugadoras con y sin discapacidad, mostró el verdadero espíritu del rugby: compañerismo, esfuerzo, respeto y superación. A lo largo del encuentro se vivieron momentos de gran calidad técnica y emocional, reflejo del compromiso de ambos equipos. «Esto sí que es inclusión de verdad», coincidieron muchos de los asistentes al ver cómo sobre el campo no había barreras, solo ganas de jugar, disfrutar y compartir.

El conjunto 'mixed ability' del Escoriones ejerció de anfitrión en esta jornada, que culminó con el tradicional tercer tiempo en la sede social del club, también en Armilla, donde jugadores, familias y aficionados celebraron esta jornada inolvidable.

El evento contó con la presencia institucional de los concejales del ayuntamiento de Armilla, Pablo Can (Cultura) y Raúl García (Medio Ambiente), quienes destacaron la importancia de iniciativas como esta para promover la inclusión y la visibilidad de la diversidad funcional. Desde Escoriones se reafirmó el compromiso por seguir trabajando para que el rugby inclusivo sea una herramienta de transformación social, abierta a todos y todas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal El balón ovalado de la integración

El balón ovalado de la integración