Cuatro medallas que saben a oro aunque una sea de plata

Tres atletas granadinos salieron de la pista del polideportivo de Gallur (Madrid) con una medalla de oro al cuello y la que salió con una de plata, Laura Bueno, la saboreaba como si fuese del mismo metal. Ignacio Fontes, Dani Rodríguez y Una Stancev subieron a lo más alto del podio en el Campeonato de España absoluto de pista cubierta en las pruebas de 1.500 metros lisos, 60 y salto de altura, respectivamente, mientras que Laura Bueno fue subcampeona en 400 a solo cuatro centésimas del título después de nueve meses lesionada tras haber sido incluso intervenida quirúrgicamente de la fascia plantar. Su sonrisa no era menor.

Sin embargo, si uno de ellos bajó pletórico hacia Granada ese fue Ignacio Fontes, que alzó el dedo índice al cruzar la línea de meta para celebrar el que era su primer título nacional absoluto tras varias platas en años anteriores. «Viví un cúmulo de emociones que hicieron el campeonato y mi primer oro absoluto muy bonito, aunque se me estaba resistiendo porque el nivel del 'milqui' español es alto y estas platas anteriores no me supieron a poco ni mucho menos. En algún momento había que conseguir el primero y romper esa 'maldición'», reconoce el mediofondista granadino del club Nike dirigido por Jesús Montiel como Laura Bueno.

«Cuando consigues una medalla de oro todo te parece genial, y que todo ha estado bien hecho, y lo cierto es que sí, que lo disfruté mucho», comparte con ligero sonrojo Ignacio Fontes, a quien la euforia no le cegó para presentarse al día siguiente en la Facultad de Medicina del PTS para iniciar las clases de las últimas asignaturas que le quedan pendientes. Con todo, no era fácil que se le fuese la carrera de la cabeza: «Pude disfrutarlo los últimos metros y fue muy bonito con toda mi familia allí, con la única excepción de mi hermano pequeño. Además, pude compartirlo con mi amigo Andrés (Serrano, noveno, también pupilo de Montiel aunque es extremeño), con el que tantos años entrené aunque ahora estemos separados porque trabaja en Barcelona».

A Fontes le bastó una marca de 3:45.95 en una final lenta para hacerse con el título. «Sabía que era una oportunidad importante al no clasificarse Jesús (Gómez) y, y a pesar de que no fue de mi agrado lo que le pasó en la semifinal, tenía que aprovecharlo. Solo sabía que yo no quería llevar el peso para ver qué hacían los demás, y luego me quise ahorrar problemas antes de los últimos metros con un cambio largo como el que hice. Aunque no lo había hecho antes en ningún campeonato, me salió a la perfección y me encontré genial», cuenta el granadino, a quien su entrenado felicitó por hacer «la final perfecta». «Desactivó a sus rivales y les echó las riendas pronto para luego imponer el ritmo del purasangre que es para llegar a la meta a lo grande, levantando al público, con una sonrisa feliz», describe Jesús Montiel, para quien su pupilo se encuentra «mejor que nunca» pese al lastre del virus que le atacó en enero.

Ignacio Fontes representará a España en los 1.500 metros en el próximo Campeonato de Europa de Estambul (Turquía), del 2 al 5 de marzo, al igual que Dani Rodríguez en el 60. El velocista granadino del Playas de Castellón hizo un campeonato 'de 10', en sus propias palabras, con tres carreras por debajo de 6.70 en un mismo día: 6.68 en la eliminatoria, 6.62 en la semifinal como nueva mejor marca personal bajo techo y 6.64 en la final. «Hasta que no me quité la primera del medio no me quedé tranquilo, pero todo salió tal y como esperaba porque los entrenamientos de las semanas previas fueron brutales. Me tocaron quienes consideraba mis mayores rivales en la semifinal (Bernat Canet y Sergio López) y me la tomé como una final. Me emocioné bastante al ver la marca porque el trabajo dio sus frutos», se congratula.

«Sé que valgo más que ese 6.62. Espero una marca aún mejor en el Europeo», advierte Dani Rodríguez, que ya corrió algo «más crispado» la final en la que se estrenó a nivel absoluto el joven José Luis Jiménez (Granada Joven), que acabó con la de 'chocolate' a sus 21 años recién cumplidos con un registro de 6.75 tras hacer mejor marca personal en la semifinal con 6.72. El de Casanueva repitió el título de 60 que ya conquistó en la pista cubierta de 2021, cuando emuló a Jordi Mayoral en 1995 con un doblete histórico junto al 200, pero su entrenador mira más allá. «En cualquiera de las dos primeras carreras era muy probable que hubiese bajado de 6.60 e incluso haber batido el récord de los campeonatos, que es 6.58, pero había que asegurar la condición física», apunta Manolo Jiménez, orgulloso también de sus otras dos pupilas en competición: la ciudadrealeña Sonia Molina (Valencia), quinta en 60 con mejor marca de la temporada de 7.46, y la catalana Cristina Lara (Barcelona), apeada por milésimas en la final con un mejor registro del curso de 7.52.

Aunque también consiguió una medalla de oro, acabó con un regusto totalmente distinto Una Stancev. La saltadora de altura del Nerja, natural de La Herradura aunque de origen serbio, revalidó el primer título absoluto que consiguió al aire libre meses atrás con un mejor salto de 1,81 metros que no le bastó al pretender batir la mejor marca personal bajo techo que ya consiguió este mismo invierno con 1,83 metros. «Quería defender el título con uñas y dientes y estoy contenta con el oro, porque claramente me ayuda a reforzar mi confianza, pero las cosas no salieron tan bien como para lo que yo estaba», asume. «Hay veces que las cosas simplemente no salen aunque lo des todo. Es mi primera decepción deportiva, pero será una motivación porque no tener la marca que quería no significa esta vez que no la pueda hacer», razona ya de cara al aire libre.

Para ella, sin embargo, el mero hecho de saltar en Madrid ya fue un logro. «Sufrí una gastroenteritis que me tuvo sin moverme en la cama tres o cuatro días la semana de antes. Perdí kilos y fuerza, me quedé débil y me falló la cabeza en lo psicológico, porque me sentía muy machacada y bloqueada. Pensé que no llegaba, pero pude volver a proclamarme campeona de España y ojalá lo sea muchos años más», refleja Una Stancev, orgullosa por demostrarse que sus únicos límites son los que ella misma se pone.

Quien saltaba de felicidad con su plata era Laura Bueno pese a las cuatro centésimas que le sacó Eva Santidrián en la final de 400 metros lisos. «Creo que fue de las veces que más nerviosa estaba, por todo: la operación, los nueve meses sin competir, las rivales… Hasta que no llegase el día, no podía saber cómo iba a estar», comparte. Con todo, regresó más que satisfecha: «Gestioné muy bien la carrera aunque Santidrián salió escopetada, cosa que sabía y no me podía obsesionar, pero al toque de campana intenté que no se me fuese mucho y me acerqué hasta unos últimos 50 metros de infarto en los que me mantuvo bien el mano a mano», analiza la velocista del Valencia.

«Se me escapó el oro por poquito pero no puedo pedirme más, estoy muy contenta por volver a competir con rivales que no son cojas sino muy fuertes todas. La medalla es de plata pero yo la veo de oro», celebra Laura Bueno, que se sentía capaz de bajar de los 53 segundos (se quedó en 53.09 en la final) e incluso la mínima federativa para el Europeo de 52.80 aunque no le hubiese garantizado ir. Acabó tan orgulloso de ella como de Ignacio Fontes el entrenador de ambos, Jesús Montiel: «Hizo una marca de mucho valor y está muy cerca de su mejor prestación, algo increíble después de una operación».

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