Descenso con seis suspensos y un sobresaliente

Ejercer de profesor siempre conlleva injusticias a la hora de examinar. No obstante, la evaluación global sobre el Covirán se ajusta bastante a los datos y el juego. Hay rigor. Y en el baloncesto los números dicen mucho, pero también la defensa (intangibles) y la actitud. Amine Noua destacó sobre todos los demás con creces, siendo sobresaliente. Luego hubo notables como Rousselle, Valtonen o la agradable sorpresa de Ubal. Y jugadores cumplidores como Visconti o Gio, más aprobados por 'los pelos' , casos de Bamforth, Sergi García, Wiley, Pere Tomàs y Aurrecoechea. También Pin pasó un curso por debajo del alumno brillante que es. Y las 'calabazas'... son 'vox pópuli'.

Pablo Pin superó la temporada con un 'cinco raspado'. La última de trece brillantes en el banquillo granadino. La confección de la plantilla fue discutida y más su función de director deportivo que la de técnico. Al descender no logró su objetivo.

El pívot francés fue el mejor con diferencia. Rendimiento altísimo. Brilló en valoración, puntos y rebotes en la ACB, asumió la responsabilidad y se partió la cara también en defensa. Y sin afán de protagonismo.

El capitán del Covirán jugó poco, la temporada que menos lo hizo, pero cumplió, lo que es lo habitual en su impecable trayectoria. Derrochó un gran esfuerzo, siendo fiel a los intangibles. Su labor es clave en el vestuario. De los candidatos a seguir el próximo curso, si no cuelga las zapatillas.

El georgiano con pasaporte austriaco se adaptó rápido a la Liga Endesa pese a ciertas carencias técnicas. Titular por delante de Aurrecoechea y Guerrero, cumplió sobradamente con mucha garra y profesionalidad.

El pívot marbellí fue una de las grandes decepciones de la campaña. No aprovechó la oportunidad que le dio Pablo Pin de ser un hombre importante en la zona. Muy lejos de lo que se le exigía, como el rebote.

El italiano, al que le costó competir en defensa por falta de físico al principio, se destapó en ataque y mostró talento a la larga. Su aportación fue muy interesante, progresó en adaptación y rendimiento. Dejó buen sabor de boca.

Sorprendió Pin dándole la titularidad como premio a su entrega. La garra y pelea le permitió disponer de minutos y estar en pleno crecimiento. Le faltó rigor táctico, sutileza en los dedos en los tiros, pero se 'mató' en defensa.

El joven pívot balear tuvo algún minuto en momentos intrascendentes, aunque lo más importante fue su trabajo de formación con los compañeros. Está en el camino y apunta actitud y enormes condiciones físicas. Sigue en progreso.

Una de las agradables sorpresas de la campaña. El uruguayo dio un salto de calidad a la rotación y se cotizó alto. Debe mejorar el tiro de tres, pero fue bravo y reapareció tras lesionarse con Unicaja. Se adaptó, de ahí su fichaje por Manresa.

La irregularidad marcó su temporada, aunque, en su descargo, compitió con un problema de espalda. Resultó intermitente pero a la larga se convirtió en pieza clave, con un buen nivel estadístico.

El jugador nacido en el Puerto de la Cruz tuvo una presencia muy testimonial para completar las convocatorias cuando el equipo sufrió una plaga de lesiones en marzo. Su objetivo fue formarse dada su juventud.

El madrileño pasó con más pena que gloria por las filas rojinegras. Con un rendimiento irregular, una lesión de la fascia plantar se le complicó al punto de ser 'cortado'.

El estadounidense se incorporó al equipo con la idea de suplir las bajas exteriores y para ser una referencia anotadora. Su calidad quedó fuera de duda pero las carencias defensivas y su egoísmo le eliminaron de la escena.

El dominicano aportó más en lo individual que en lo colectivo, por lo que la falta de rigor y disciplina táctica, así como el abuso de balón y su discreta defensa le sacaron de las convocatorias.

Ejerció de auténtico líder. Se ganó el afecto del club y la afición y quieren renovarle. Siempre creyó en la salvación. Modelo y ejemplo para el vestuario. Brillo dentro y fuera de la cancha.

Sin llegar a convencer la participación del senegalés. Cedido por el Baskonia le faltó dureza y actitud, poner al servicio su potencia en favor del colectivo. Lanza bien de tres pero ayudó poco.

La adaptación a la ACB le costó. Buen manejador de balón, tomó decisiones erróneas y tiros inadecuados. Cuando pilló la onda sufrió el problema de salud grave.

Pin depositó la responsabilidad interior en el 'Coyote', siempre luchador, pero le dolió cambiar de posición, del 'cuatro' al 'cinco'. Vive de su físico y el pie y el dedo de la mano provocaron una baja clave.

Era la referencia exterior ofensiva gracias a su excelente lanzamiento, pero tuvo un concurso decepcionante. Su físico no le ayudó ni la lesión de soleo ni el tener que jugar de base a menudo.

El balear estuvo por debajo de las expectativas iniciales. Fichado como base titular, invirtió el papel con Rousselle. Los problemas físicos y lesiones le mermaron para ayudar solo a rachas.

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