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Moisés Andriassi luce orgullo mexicano en su aventura en el Covirán Granada. PEPE MARÍN

El nuevo rol de Andriassi, el 'chico maravilla'

Joya ·

Internacional absoluto con México y una de las grandes promesas del pujante baloncesto azteca, el escolta acepta en el Covirán un papel más secundario que el que siempre tuvo

Miércoles, 28 de abril 2021, 00:28

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Curado de espantos por alguna mala experiencia previa, el periodista se acerca a Moisés Andriassi con el objetivo de que el joven escolta del Covirán pose con un improvisado sombrero mexicano. «¡Cómo no, representa mi orgullo!», aclara el de Texcoco, feliz con su reciente hueco en la rotación rojinegra ante las ausencias de Bortolussi y Pardina.

El norteamericano, pese a su juventud y a su rol secundario en Granada, es alguien muy acostumbrado a las entrevistas. También a ser mirado con lupa desde joven. Procedente de una familia íntimamente ligada al baloncesto –sus hermanos Jesús y Josué también son profesionales–, la temprana exigencia de su padre y el gigantesco apoyo de su madre y su abuela –«se parten en tres para vernos por todo el país», presume– le hizo mirar a una canasta desde los tres años. «Luis (resopla) era un poco indisciplinado. Ser el menor me ha servido para ver qué debo hacer y qué no», reflexiona.

Andriassi lleva a sus espaldas la presión de ser considerado como una de las grandes joyas del deporte de su país. Internacional absoluto, ganador del Concurso de Triples en 2019 y 'Novato del año' en 2020, se le conoce como el 'chico maravilla'. Algo que le hace «gracia» porque sus amigos «se burlan», como ahora Thomas Bropleh en el vestuario del Covirán. Pero afirma no tomárselo demasiado en serio.

Valdeolmillos y Díaz

Pronto hubo de acostumbrarse a la presión del que juega contra chicos de edad superior, hasta debutar como profesional a los 18 años, algo poco habitual en México, generando dudas en la crítica. La NBA le incluyó a los 16 en su programa 'Basketball without borders' (Baloncesto sin fronteras) y se movía con soltura en la fama, hasta que dos consejos llegados desde Granada le hicieron entender que el futuro iba por otro lado: «Siempre he tenido esa atención y al principio me gustaba. Pero conocer a Sergio (Valdeolmillos) y Ramón (Díaz) fue un golpe de realidad. Me hicieron entender que las entrevistas no son lo importante, sino que debo centrarme en lo mío». Los dos entrenadores granadinos son muy valorados en el país azteca. Y con ambos ha trabajado Andriassi: con Díaz en Capitanes de Ciudad de México, con Valdeolmillos en los Astros de Jalisco.

La influencia de ambos técnicos también está detrás del 'Erasmus' de Andriassi en Granada. De inicio llegó simplemente para reforzar los entrenamientos, aunque acabó tramitándose su incorporación. «Podría estar jugando en la liga de Chihuahua con un rol más importante, pero quiero hacer trabajo físico, entrenar más y no jugar cada tres días. Estoy feliz en el club, me han tratado muy bien y quiero seguir aprendiendo», apunta.

Andriassi busca un pase en el último partido con el Covirán. FERMÍN RODRÍGUEZ - FCBG

Formado en un baloncesto menos táctico que el europeo, su adaptación en la cancha no fue sencilla. «Me costaron sobre todo las reglas defensivas, en las que en México no se hace tanto énfasis», reconoce. Admite también que en su país el juego es «menos colectivo» y con una marcada influencia NBA, que lleva a que aspectos básicos del juego apenas se trabajen. «Recuerdo que Ramón Díaz me explicó algunos fundamentos que yo no había trabajado nunca, contándome que en España se hacen a los seis años», relata. Por ello, se muestra crítico con la forma de entrenar en su país: «Ganas de jugar y sobresalir sobran, pero al final toca casi siempre irse fuera a picar piedra, porque aunque hay mucho talento, no hay un sistema que ayude a desarrollarse y los entrenadores están menos preparados que en España».

La experiencia en Granada también le ha servido para valorar otras cosas fuera de la cancha. «Esas tareas de las que allí no estoy pendiente y aquí me toca hacer. O darme cuenta de que en casa estoy con los míos cenando y mirando el móvil. Ahora les echo de menos», explica. Lo que no añora son las entrevistas, de las que ha aprendido a apartarse: «Cuando empecé a jugar bien, los mismos que decían que no iba a hacerlo vinieron a buscarme. Me da igual lo que digan de mí, mi círculo y la gente que quiero la tengo muy cercana. A ese entorno –en el que están Valdeolmillos y Díaz– es al que hago caso».

Así es Moisés Andriassi, «con la cabeza al 100% en el Covirán» aunque su futuro seguramente pase por jugar el próximo curso en la GLeague de la NBA a las órdenes de Ramón Díaz en Capitanes. Será protagonista de un paso crucial para el baloncesto mexicano, para el que se prepara en Granada asumiendo un rol distinto al que acostumbra. Dice fijarse y aprender «de Lluís Costa y Christian Díaz» y echa de menos «el picante y algo más de grasa» en alguna taquería que ha probado en la ciudad. Palabra de puro paladar azteca.

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Covirán Granada | El nuevo rol de Andriassi, el 'chico maravilla'