Borrar
Zach Hankins espera con anhelo su estreno con el Covirán. Ariel C. Rojas
Zach Hankins - Pívot del Covirán Granada

«Me encanta la filosofía del '¿y por qué no?' que tiene este equipo»

El llamado a ser referente interior rojinegro se pide a sí mismo «ser agresivo» para dar lo mejor a Ramón Díaz

Sábado, 4 de octubre 2025, 00:36

Comenta

Para que este Covirán frenético de Ramón Díaz alcance su techo, el pívot Zach Hankins es una pieza clave. De una capacidad reboteadora y defensiva que en pretemporada solo se ha visto con cuentagotas depende, en buena medida, la tranquilidad del curso rojinegro.

–¿Qué tal los primeros días por Granada?

–Estoy muy bien, encantado. Los dos primeros días estuve aquí sin mi mujer y aproveché ya para dar un paseo por la ciudad. Es preciosa, con un gran clima… Reconozco que fue un poco duro de primeras, porque yo vengo de Oklahoma y no hace tanto calor. Pero la ciudad me encanta, también el equipo y el cuerpo técnico. Estoy muy feliz aquí.

–¿Por qué Granada? Está acostumbrado a jugar en equipos más punteros.

–Jugar en España ha sido algo que he querido hacer durante toda mi carrera, así que en cuanto mi agente me habló de esta oportunidad, de Granada y de que iba a tener un buen rol en el equipo, no lo dudé. Quería mostrar que tengo el nivel para jugar en la ACB y era una muy buena oportunidad para hacerlo.

–¿Y cómo afronta eso de que el objetivo principal sea evitar el descenso? Nunca lo ha vivido.

–Sí, desde luego es una situación diferente a la que siempre he afrontado, pero la mentalidad que nos transmite el entrenador, y que tenemos todos en el equipo, es la de, ¿por qué no? ¿Por qué no superar las expectativas? ¿Por qué no mirar alto? ¿Por qué no ser un gran equipo? Queremos ser un equipo complicado para cualquiera, muy físico, muy molesto. Es algo que vemos en cada entrenamiento, son muy físicos. Esta es una de las mejores ligas del mundo y hay que jugar así. Estoy de acuerdo, el objetivo es tratar de no descender, pero me encanta esa filosofía del por qué no… Ser un gran equipo y ganar partidos.

–Hábleme de sus orígenes: solo tuvo una oferta de beca universitaria, y además en la División II de la NCAA (Ferris State).

–A ver, yo fui a un instituto muy pequeño de una ciudad pequeña (Charlevoix, Michigan)… y realmente no me enamoré del baloncesto hasta el último año y medio de instituto, y entonces tuve una fractura en el pie… Por todo ello, creo que fui un jugador de explosión un tanto tardía en lo que al baloncesto se refiere. Mi entrenador en la universidad, lo que veía en mí, según me ha reconocido, era un chico de 2'08 que podía correr sin caerse, poco más. Así que conseguí una beca muy modesta y pasé el primer año como 'red shirt', sin jugar. Ese año fue crucial para mi desarrollo, para mi mejora como jugador y para amar el baloncesto y entender que podía ser profesional. Ahí empezó una carrera progresiva, paso a paso, durante mi etapa universitaria, que me hizo ver que podía ser jugador. Creo que es un camino interesante, no el más habitual en la mayoría de jugadores. Yo soy una persona cristiana, y creo que Dios me ha hecho ir por esta dirección por algún motivo. Solo trabajo duro para dar lo mejor de mí.

–Su último año universitario ya es en un centro potente: Xavier.

–Al haber sido 'red shirt' el primer año, pude jugar uno más tras los tres de Ferris State. Ahí fue cuando empecé a jugar a mejor nivel, en pabellones enormes, partidos televisados y creo que ese fue otro paso importante para mi evolución.

–En su primer año en Europa, en Nymburk checo, rayó a gran altura. Parecía llamado a llegar pronto a la Euroliga, pero cinco años después no lo ha hecho. ¿Por qué?

–Creo que una buena razón son las lesiones. He tenido sitios en los que he jugado muy bien, pero quizá no he podido dar ese máximo. Después de esa temporada, tuve una lesión del ligamento cruzado. Durante un año no pude jugar porque tuve que buscar el mejor tratamiento posible e incluso tuve que pasar una segunda vez por el quirófano antes de volver. Fue un proceso duro, pasé por la GLeague de la NBA para ponerme en la mejor forma posible y volver a mi nivel. Tras dos años, fiché por el Hapoel Jerusalén y allí estuve dos temporadas, encantado con el equipo, la ciudad y el entrenador. Éramos un gran equipo y, tras la primera temporada, la mayoría renovamos para otra. Éramos muy competitivos dentro de una gran Liga. Pero cuando estalló la guerra todo se complicó un poco, claro. Ese verano, además, pasé otra vez por el quirófano, para una pequeña cirugía en la misma rodilla. Pero, por suerte, he tenido una gran mejoría desde entonces. Estoy más fuerte que antes de la cirugía. El año pasado jugué en Rumanía, en un equipo de Eurocup –Cluj-Napoca–, y tuvimos una temporada con altibajos, pero comprendí que mi rodilla ya estaba realmente fuerte y yo en muy buena forma. Creo que eso me ha abierto la oportunidad de jugar en la ACB en la mejor forma que he estado desde hace tiempo. Esta es una Liga muy rápida y es importante estar bien físicamente para soportar la exigencia a la que te somete. Creo que estoy físicamente para dar el nivel que quiero.

–¿Ya ha palpado en amistosos la exigencia del nivel ACB?

–Sin duda. Ya hemos jugado contra cuatro equipos en pretemporada, y todos ellos han igualado o superado mis expectativas al respecto. El ritmo, el físico… es un baloncesto fenomenal. En nuestro equipo, que es de los modestos, todo el mundo sabe cómo jugar, dónde ponerse, qué hacer en cada momento… somos muy buenos competidores hablando de baloncesto. Estoy en proceso de adaptarme y eso significa que tengo que poner mi juego a ese nivel, exigirme más cada vez, exigirle a mis compañeros y que ellos me exijan, porque aquí no hay ni un solo partido relajado, en absoluto.

– Ramón Díaz quiere imponer un estilo muy rápido al equipo. ¿Qué supone ser el '5' de un conjunto que no para de correr?

–Desde luego que es una gran exigencia, pero creo que mi reputación en Europa es la de ser un grande muy móvil, y creo que es algo que se adapta bien a mí. Es verdad que la ACB es especialmente exigente, sobre todo por la norma del saque rápido, que hace que el grande que puede correr y poner energía en defensa, sea muy valioso. Así que creo que eso me encaja. Además, me considero un buen jugador de 'short-roll' (continuación corta), que puede pasar muy bien al continuar y creo que tenemos muchos jugadores que se pueden aprovechar de eso. Por todo ello, creo que podemos ser un equipo realmente bueno en eso.

–En Granada aún no ha enseñado su mejor versión. ¿Qué tiene que mejorar más para ajustarse de todo a lo que le piden?

–Creo que tengo que ser todavía más agresivo en cada partido. Uno de los puntos fuertes del baloncesto en España es cómo de rápido se mueve el balón, así que lo primero que tienes que hacer es ser agresivo y luego llegarán los demás ajustes. En este baloncesto, si no consigues un ataque rápido y la defensa se forma, ya te cuesta anotar. Así que creo que lo primero que tengo que hacer yo, y el resto del equipo, es ser muy agresivo para lograr atacar rápido para ser dominante en ataque, cerrar muy físico el rebote y defender intenso también. Creo que agresividad es la palabra clave para alcanzar el nivel que queremos y ser un muy buen equipo en la ACB.

–Debutará con un rival de tronío. Pocos equipos como el Joventut como dos '5' tan grandes como Tomic y Birgander.

–Me consta, porque incluso antes de que empezáramos con el 'scouting' específico, los compañeros ya me decían… '¡Eh, tío, átate los machos para lo que te viene!' Y creo que eso ha sido muy bueno para poder salir al partido con esa mentalidad correcta de la que hablaba antes. Sabiendo que va a ser un reto importante porque son dos tíos muy respetados. Hay que ser agresivo contra ellos, pero de la forma adecuada, tratando de no meterte en problemas de faltas. Estoy muy emocionado con ese emparejamiento, y he visto incluso algunos clips de vídeo más de lo normal, para estar preparado.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal «Me encanta la filosofía del '¿y por qué no?' que tiene este equipo»

«Me encanta la filosofía del '¿y por qué no?' que tiene este equipo»