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El exrojinegro David Kramer 'la está rompiendo' en Tenerife. acb
David Kramer

«El año en Granada fue inestable, pero me ayudó a estar listo»

El tirador alemán se reencuentra esta jornada con su exequipo, en el que fue pieza importante en la salvación

Sábado, 5 de abril 2025, 07:06

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El impacto de David Kramer en su segunda temporada en la Liga Endesa está siendo altísimo (13 puntos, 43'5% en tiros de tres). El teutón ha encajado como un guante en esa maquinaria que engrasa como nadie el talentazo de Marcelinho Huertas que es el La Laguna Tenerife, y que actualmente marcha segundo en la Liga Endesa. Los rumores se disparan sobre un futuro que apunta realmente alto, pero el exjugador rojinegro mantiene el mismo discurso centrado que en su año en la ciudad de la Alhambra... de la que nada sabía hace poco más de un año pero que, asegura, quedó grabada para siempre en su alma. He aquí sus reflexiones justo antes de medirse a un Covirán que languidece en la Liga Endesa.

–Le ha cambiado la vida desde que fichó por el Covirán...

–Sí, mucho. Granada es un lugar fantástico, que siempre tendrá un sitio en mi corazón, Me hizo muy feliz que fuera el lugar de mi primer año lejos de Alemania. Conocí a mucha buena gente... siempre será especial.

–Es uno de los jugadores del momento. Todo el mundo habla de usted.

–(sonríe) A ver, para ser sincero, intento no prestar mucha atención a eso. Estoy centrado en jugar lo mejor que puedo, dar lo mejor para mi equipo. Ahora pienso que hubo momentos en Granada en los que no jugué bien, y escuchaba en mi país que si no había sido el movimiento correcto y tal... Intento no centrarme en el ruido externo, sino en lo que puedo hacer para ser mañana mejor jugador que hoy. La mentalidad es el paso a paso. Obviamente, me están saliendo las cosas, pero yo pienso igual: hoy es un nuevo día, un nuevo capítulo, otra oportunidad para mejorar como jugador y también como persona, desde luego.

–¡Pero estará disfrutando!

–¡Sí, claro! Ser parte de un equipo como La Laguna Tenerife es increíble. Me acogieron muy bien desde que llegué, y jugar con gente como Marcelinho, Shermadini, Doornekamp, Sastre... Todos tienen gran experiencia en el alto nivel y son buenos tipos. Venir aquí y aprender de ellos a diario, también del entrenador, que hace un gran trabajo conmigo y con el equipo... Es una gran oportunidad que tengo que aprovechar.

–¿Cuál es el secreto de ese equipo, que juega de memoria? Quizá no es el que más talento tiene, ¡pero qué bien juegan!

–¡A ver, yo creo que tenemos talento eh! (risas) Pienso que el secreto es el sistema del entrenador y el cuerpo técnico. Aquí todo el mundo tiene su papel y lo sabe, y eso es muy importante. El entrenador hace un trabajo tremendo para poner a cada jugador en el papel idóneo. Y luego, creo que llevan años haciendo un gran trabajo de mercado, encontrando exactamente las piezas nuevas que necesitan para seguir jugando a ese nivel. Es una cuestión casi cultural, todo el mundo sabe a qué juega este equipo. Al principio me costó un poco, pero una vez que entiendes a lo que juegan, lo disfrutas. Yo sé cuál es mi trabajo y mis compañeros saben cuál es el suyo. Es algo que ya no té el año pasado: todos sabían qué y cómo hacer en cada momento. Llevan años ganando títulos, jugando 'playoffs'... no es casual.

–Dígame, para un tirador como usted, ¿cómo es jugar con Marcelinho Huertas?

–Desde luego, te hace la vida más fácil. Siempre le digo a la gente que es un placer, ¡pero es que el segundo base es Fitipaldo y el tercero es Lluís Costa, con el que me entendí muy bien el año pasado en el Covirán! Es una pasada tenerles alrededor. Aprendo de ellos cada día. Marcelinho analiza el juego de una forma increíble, cualquier detalle. Te dice, 'eh, fíjate en esto, tienes que salir del bloqueo de esta forma'. Al final, mi trabajo es estar abierto y preparado porque sé que el balón me va a llegar. Es alucinante jugar con él.

–No le voy a preguntar si va a fichar por el Real Madrid, porque no me va a contestar, pero ¿qué siente cuando ve su nombre ahí?

–Evidentemente es un gran honor verte en rumores de ese tipo, pero al fin y al cabo lo más importante para mí es La Laguna Tenerife. Es donde pongo mi corazón y mi esfuerzo ahora. Los rumores, de donde quiera que vengan... No le doy vueltas. Lo más importante es Tenerife y acabar bien el trabajo. Así es desde que me puse esta camiseta. Claro que son equipos de una tremenda calidad. Los rumores dicen Real Madrid, Barcelona, Valencia Basket... pero mi objetivo principal es La Laguna Tenerife.

–Hablemos de Granada: hágame un balance de su año aquí.

–Pues diría que fue... inestable. Desde luego aprendí muchísimo. Me ayudó a estar preparado para el nivel ACB. Era un equipo que había ascendido dos temporadas antes, que se había salvado por los pelos y seguía buscando su sitio. Fue un gran reto, y siempre me gusta mirarlo desde el lado positivo: hubo momentos en los que no jugué a mi mejor nivel, siempre hay altibajos en una temporada. Pero, para mí, estoy seguro de que di lo máximo y de que fue un gran año. Me ayudó a desarrollarme como jugador y como persona. Recuerdo que los diez últimos partidos, básicamente desde el parón de la Copa del Rey, fueron como diez finales. Teníamos que dar lo máximo, las emociones estaban a flor de piel, había mucha presión. Son de esos partidos que pueden marcar tu carrera y en los que tienes que demostrar. Pero lo disfruté y fue un gran aprendizaje. De mis compañeros, también de Andrea Pecile, que hizo un gran trabajo conmigo. Si miro hacia atrás, fuera y dentro de la cancha, fue un lugar especial. La gente me trató de maravilla, el club por supuesto también. Siempre que he vuelto a la ciudad me he sentido como en casa y siempre será mi primer lugar en España.

–¿Sigue pensando en comprarse una casa en Granada?

–¡Creo que sí! Lo valoré seriamente, no una casa, pero sí un piso, porque es una gran ciudad, un gran lugar. Le diré que, cuando recibí la oferta, no había escuchado nada de Granada en mi vida, y se lo dije a mi madre y alucinó. '¿Granada? ¡Pero si es una gran ciudad!', me dijo. Y yo, '¿en serio?'. No tenía ni idea, pero una vez que estuve allí, lo confirmo: la ciudad, la gente, la comida... disfruté de verdad. Ojo, me encanta Tenerife también, pero Granada es una ciudad alucinante.

–Me imagino que está siguiendo la temporada del Covirán, que lo está pasando mal...

–Sí, desde luego. Veo todos los partidos salvo que coincidamos en horario. Y sí, claro que está siendo un año muy complicado para ellos. Es una situación jodida, con mucha gente lesionada y con muchos altibajos. Es algo con lo que han lidiado estas temporadas, el año pasado lo sufrimos también, tuvimos que mover mucho el equipo igualmente. Y ahora, ellos son un equipo casi totalmente nuevo respecto a lo que eran hace dos o tres semanas. He hablado con algunos compañeros del año pasado, y lo están pasando mal. Tanto jugador nuevo... es muy complicado. No es nada fácil meter a un jugador en un equipo en plena temporada, pues esta situación ya... Ahora tienen problemas también Pere Tomàs y Scott Bamforth, y todo eso realmente es muy difícil de gestionar. Cada vez que fichas a alguien, tienes que encontrar la forma de adaptarlo. Y tanto cambio te rompe el ritmo. Eso sí, el Covirán es un equipo que evidentemente está abajo, pero sé de lo que son capaces y les respeto mucho. Sé que saben jugar y tenemos que estar muy centrados en el partido porque subestimar a un rival es un error enorme, especialmente en la competición española. Aquí cualquiera puede ganarle a cualquiera. No es un tópico: el último puede ganarle al primero. Nunca sabes de antemano cómo puede ser un partido. Así que tenemos que asegurarnos de mostrar el máximo respeto por ellos durante el partido y estar centrados al 100%, porque, si les damos el más mínimo aire, va a ser muy difícil. Están un momento complicado, pero han demostrado que pueden jugar muy bien. Lo que les deseo es que ganen todos los partidos a partir del domingo... (sonríe). Espero que se salven, sería muy duro para ellos descender, creo que se merecen estar en la ACB porque se lo merece la ciudad y la gente que hay allí. Es un lugar fantástico para jugar y para que esté en esta competición.

«Valoré seriamente seguir un año más... pero vino Tenerife»

El alero alemán acabó a gran nivel en Granada, pero el Covirán no pudo renovarle. Estas son sus razones.

– ¿Cómo fue el verano? El Covirán apostó fuerte por usted.

–Sí que fue difícil, sí. Al principio de temporada no jugué de la forma que quería, lo pasé mal, pero en la recta final, cuando llegaron Valtonen, Bamforth o Wiley, encontramos una buena forma de jugar, una gran química. Jugamos bien, ganamos partidos, y yo me sentí muy bien. Eso fue algo que valoré seriamente para seguir un año más allí... pero vino Tenerife, que es un gran equipo, y con un sistema en el que yo pensaba que podía encajar. Sentía que era un equipo que podía ayudarme a dar el siguiente paso en mi carrera, al nivel al que quiero llegar. Fue difícil, sí, Granada me ayudó mucho, pero así fue.

–Se hablaba de si necesitaba un año más antes de dar el salto a otro nivel. ¿Lo pensó mucho?

–Para ser sincero, como jugador me gusta aceptar retos difíciles y a veces exponerme al fracaso. No voy a decir que lo disfrute (hace el gesto de las comillas), pero saco partido de los momentos malos. También los he tenido en Tenerife, y cuando eso pasa, suelo reflexionar sobre qué cosas positivas puedo sacar, en qué me pueden hacer mejor. Si me harán más fuerte mentalmente, o me permitirán estar mas concentrado en mi trabajo. La ACBes un salto muy grande, pero una vez que vine... quiero seguir en España. Tener una carrera aquí. Es un gran país para vivir, y por su baloncesto. Me encanta estar aquí y esa era la meta: quería seguir muchos años. Y vino la opción de Tenerife y dije, 'es tu oportunidad'. Podía ser que no fuera bien, pero no soy de esa gente que se queda sin saberlo.

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