Un viejo conocido en el banquillo andorrano
El delegado del próximo rival del Covirán fue pieza clave del histórico Spar que ascendió a la ACB en 1996 y cuenta además con familia granadina
Cuando los más clásicos aficionados a la canasta en Granada estén el domingo en el Palacio de los Deportes para el partido entre el Covirán y el Morabanc Andorra (12.30 h), aquellos avezados no podrán evitar sentir un pellizco en el estómago cuando observen el banquillo de los del Principado. Allí, sin hacer demasiado ruido, junto al técnico Natxo Lezkano se sentará, ejerciendo como delegado visitante, Chechu Bermudo. «Hace tantos años ya que alguno habrá, pero tendrá una buena edad», sonríe reflexionando sobre cuántos le reconocerán en el recinto del Zaidín. Y es que la de este sevillano de nacimiento pero afincado en el pequeño país pirenaico es una historia de amor pero también de cierto desencanto con Granada.
Fue solo una temporada la que Bermudo pasó en la ciudad como profesional, pero el recuerdo de la misma es indeleble por mucho que vaya camino de hacer tres décadas. En la campaña 1995-96, el alero defendió la elástica de un Spar Granada intratable en la Liga EBA y que, a las órdenes de Antonio Gómez Nieto, debe ser considerado como uno de los equipos locales que mejor han jugado a este deporte. «Podría decir que sí, que fue la mejor temporada de mi carrera a nivel individual y colectivo», subraya el hispalense sobre aquel curso en el que los rojiverdes ganaron 37 de sus 41 partidos totales en un camino larguísimo con liga regular, una eliminatoria, un grupo de cuatro y una fase final con ocho equipos en la que el Spar acabó alzando el título ante todo un Pamesa Valencia. Y eso que la cosa empezó torcida:«iba para jugar como alero, pero la lesión grave de Félix Sánchez me hizo jugar de '4'», recuerda el polivalente Bermudo, pieza clave de aquella descollante escuadra.
Eso sí, el rictus del delegado andorrano se agria un poco al recordar lo sucedido aquel largo verano, en el que el CB Granada acabó comprando la plaza del Baloncesto Salamanca para saltar a la ACB. Varios fueron los cambios, entre otros la llegada de José Alberto Pesquera al banquillo, y Bermudo fue uno de los sacrificados del plantel ascendido. Quizá el más injusto, a tenor de que su sustituto, Juan Carlos Barros, ofreció un pobre rendimiento en la máxima categoría. «Hubo alguna negociación para seguir pero al final se truncó», recuerda sobre lo que hoy es «una anécdota» pero que en su día le dolió bastante tras esperar a los rojiverdes durante semanas. «La decisión fue a punto de empezar la temporada y de hecho ya no encontré equipo hasta diciembre, cuando fiché en el Pineda de Mar de Barcelona. Fue un año, digamos, 'complicadillo'», zanja.
Regreso
Llámenlo desamor, despecho o desapego, pero Bermudo no ha vuelto a pisar el Palacio de los Deportes tras esa controvertida decisión. Nunca regresó de rival ni con otro rol, y eso que tiene familia en la ciudad, pues su esposa es hija de granadinos emigrados a Andorra que, una vez jubilados, pasan ahora temporadas en Otura, por lo que no es raro ver al exjugador del Spar por estos lares en verano. Ítem más, sus hijos han cursado estudios en Granada. La mayor, tiempo atrás, y el menor, actualmente.
La herida, eso sí, ya ha hecho callo, y Bermudo expone que le «hace ilusión» estar este domingo en el Palacio. Retirado como jugador en 2000, pasó unos años alejado del baloncesto, trabajando como informático hasta que en 2011 entró a ocupar su actual puesto, aún con el Morabanc en LEBPlata. «Éramos muy pocos para hacer mucho, pero tenía trabajo y estaba contento», rememora. Y así, no ha sido hasta ahora cuando Granada se ha vuelto a cruzar su camino profesional y no solo en el vital. «Hace dos temporadas tenía muchas ganas de que subieranpara volver, pero desgraciadamente bajamos nosotros y se retrasó un año», dice.
Los andorranos, que cuentan ya con cuatro victorias, buscarán dar un 'zarpazo' al Covirán en la lucha por la permanencia en la Liga Endesa. Con Tyson Pérez como puntal, y los flamantes fichajes de Jean Montero y un Jerrick Harding aún renqueante de una lesión, Bermudo recuerda como momento clave hasta ahora para los del Principado un «partido muy digno contra el Barça, que nos reforzó mucho», así como la «remontada imposible contra Obradoiro y la gran victoria en Badalona». Asegura que por allí no piensan en la Copa del Rey, pero no oculta que «sería la leche meterse en el año del ascenso» y asume que la situación del Covirán es «complicada».
El domingo, con su familia en la grada –incluyendo a su esposa, desplazada ex profeso desde Andorra–, Chechu Bermudo tendrá sentimientos encontrados. Los que van entre el regocijo del éxito y la decepción del rechazo.
El Spar, un equipo de leyenda para el baloncesto granadino
La temporada 1995-96 está guardada en el libro de oro del baloncesto granadino. Se dio la circunstancia, nunca reeditada desde entonces, de que dos representantes locales, Spar Granada y Oximeca Albolote disputaron la segunda categoría nacional, aún bajo el nombre de Liga EBA(la LEBse creó el curso siguiente).La rivalidad en Granada era notable, y es que el nivel de sus equipos era tan alto como para que ambos llegaran a la final a 8 en Lugo en una competición con 61 clubes. Eso sí, el Spar, con Bermudo como pieza clave, fue el gran dominador: acabó campeón y , aunque esa temporada no había ascensos a ACB, hubo 'justicia' y lo logró en los despachos.
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