Los milagros no existen para Unicaja Costa de Almería

Río Duero Soria desnudó, como lo han hecho tantos equipos, al cuadro blanquiverde que, como si se tratase de un equipo menor lo es porque con el escudo solo no se ganan partidos, fue incapaz de aguantar el ritmo impuesto por un equipo castellano-leonés que no concedió y que hizo bien lo que había que hacer: sacar, defender y estar 'aseado' en ataque. Si faltó algo lo puso Unicaja Costa de Almería con otro partido con muchos debes en el 'data', que es donde se leen los partidos. La lectura del de ayer obliga a reaccionar, aunque el tiempo lo tiene en contra y los milagros no existen, se basan en realizar un trabajo que en la pista, los días de partido, ni sale ni, mucho menos, brilla.

Comenzó bien el equipo almeriense con el saque como principal baza y con acierto en la finalización por punta para coger renta de dos puntos (4-2). Sin embargo, el saque de Juan Pablo Moreno hizo daño a la recepción blanquiverde para, con buena lectura en defensa, firmar un parcial 0-4 que tambaleó las intenciones ahorradoras (4-6). Estas mejoraron con el gran trabajo de Paquillo Fernández en defensa para empatar el partido y volver a mandar con un ace de Víctor Rodríguez (9-8). Las concesiones de unos y otros no dieron para coger ventaja de triunfo. Esta llegó con saque de Villalba (10-12).

El saque del opuesto colombiano se enquistó e hizo daño a la recepción almeriense, con tiempo de Berenguel (12-15). Sin embargo, no hubo capacidad de reacción. Sin daño con el servicio, Lorente buscó ventaja para ataques uno contra uno que eternizaron y ampliaron la ventaja, también porque, en defensa, los regalos blanquiverdes eran continuos (15-20), con tiempo muerto de Berenguel. Hubo reacción gracias a Ferreira y Toribio detuvo el juego (18-21). Pero fue una 'raya en el agua'. El error maniató a los almerienses que concedieron ventaja de cuatro (19-23). Sin embargo, un error al saque de García Asensio y un saque no pasado de Pelegrín Vargas sentenció el primer set.

Unicaja Costa de Almería jugó a ráfagas en el inicio del segundo set y cuando jugó bien mandó en el marcador (4-3), pero entró en fase de error y no tuvo opciones de separarse de un equipo soriano que usó el catecismo del voley para no verse en desventaja y con un buen rendimiento de sus jugadores de punta Moreno y Villalba, sobre todo. Sus fases de error no reprimieron su capacidad anotadora (8-9).

Al equipo blanquiverde le faltó regularidad en la anotación. Con el error como impedimento, la casta de jugadores como Víctor Rodríguez o Juanmi González les permitió no irse del duelo (10-10). Pero no se puede vivir de la casualidad. El saque de Moreno puso distancia (10-14) y, cuando Unicaja pudo, el trabajo defensivo de Río Duero lo impidió, obligando a Berenguel a detener el juego (12-16).

La falta de contundencia en ataque prolongó ha anotación soriana cortada 'temporalmente' con un saque de Víctor Rodríguez (14-17) que no permitió crecer porque Unicaja estaba fuera del Moisés Ruiz (14-20), con nuevo tiempo local. De 'traslado' a la pista, el bloqueo soriano amplió las distancias, solo protestadas por la osadía de García Asensio (16-22). Un error de saque, un ataque de Pelegrín y un error de Juanmi rematado por Domenech puso el 17-25.

En el tercer set, con todo en contra, el equipo almeriense se soltó de inicio y, por primera vez en el duelo, se manejó con ventaja (6-3) a base de buen saque y lectura de bloqueo. Pero el espejismo duró poco. La llegada a nueve metros de Pelegrín Vargas volvió a los ahorradores a la cruda realidad (6-6). Pero volvieron a aparecer las 'secuelas' de la inestabilidad y la imprecisión para encajar un 1-3 que le puso en clara desventaja (7-10). Con tira y afloja, la capacidad de reacción llegó con un bloqueo de Pau Delós y dos grandes saques de Víctor Rodríguez para entablar (17-16) y creer, con tiempo muerto visitante.

Se estancó el equipo tras ver ventaja de dos puntos (18-16), tras buena lectura de bloqueo. Empezaron los nervios, los errores, con ataques fuera de pista, y el equipo soriano a manejar la ventaja con necesidad y la obligación de los almerienses, cada vez más lejos, no de puntos, sí de sensaciones para, cuando menos, ganar un set (19-21), con tiempo muerto de Berenguel tras un bloqueo de Mario dos Santos. Un parcial 1-2 desniveló aún más la situación, con nuevo parón del técnico almeriense (20-23). Pelegrín Vargas hizo el penúltimo que necesitaba Río Duero para ganar, el último fue un punto directo de Moreno que manda a Unicaja a la lona.