Un trimestre de festivales en Granada que apuntan hacia la capitalidad
Promotores. Zaidín Rock, 1001 Músicas, Granada Sound y el de Jazz apuestan por la Capitalidad y reclaman un gran espacio escénico y una agenda cultural única
Granada es un enorme festival. La ciudad cerrará 2025 con una programación musical abrumadora. Al espectacular arranque de la Bienal de Flamenco, que inundará la ciudad de duende hasta el 27 de septiembre, se encadenan cuatro citas que combinan solera, arraigo y promesas de futuro: el Zaidín Rock, 1001 Músicas, Granada Sound y el Festival de Jazz. Cuatro cimientos que apuntalan nuestra candidatura a Capital Europea de la Cultura en 2031. Detrás de bambalinas, los promotores se remangan para sumar 'músculo' a este ambicioso camino y, al tiempo, coinciden en una doble necesidad: un gran espacio escénico y una agenda cultural única.




«Granada es la ciudad perfecta para ser Capital Cultural», afirma Paco Burgos, coordinador del Festival de Rock del Zaidín, encuentro del que todo buen granadino guarda –o va a guardar– un hermoso recuerdo de aquel principio de curso en el que fuimos jóvenes para siempre. El festival se celebra esta semana, de jueves a sábado, con grupos como Los Estanques y el Canijo de Jerez, Raule, Soundbay... y, claro, la última noche con el brillante tridente granadino: Lagartija Nick, 091 y Hora Zulú. ¿Y qué aporta el Zaidín Rock a la candidatura a Capital Cultural? Por lo pronto, tres títulos de campeonato: el festival de rock más antiguo del mundo con más ediciones consecutivas: 43; el más antiguo de Europa con entrada libre; y el más antiguo de España. «Con esa presentación, ya es tremendo –sonríe Burgos–. Un festival pensado para la gente, para el barrio, que se conoce en todo el mundo».
«El rock y el pop de Granada son magníficos argumentos para la Capitalidad Cultural», sigue Burgos. «Esta ciudad necesita nuevos espacios escénicos y un compromiso global desde las instituciones, promotores, medios de comunicación y agentes culturales». En esa misma línea continúa Fátima Rodríguez, directora artística en Grupo Hermanos Toro, empresa que gestiona el propio Zaidín Rock. «La Capitalidad Cultural es una oportunidad magnífica para llevar a Granada a la altura que se merece».
La promotora granadina subraya la «acuciante» necesidad de un gran espacio escénico, con un aforo de entre 20.000 y 30.000 personas. «El último que queda para grandes eventos, con espacio para 10.000 asistentes, es el Cortijo del Conde, que no es una parcela adaptada y es un terreno municipal que está en venta». Rodríguez, sobre la agenda única, asegura que es un proyecto «vital» para evitar la coincidencia de grandes eventos. No hay que irse muy lejos para buscar un ejemplo. El Zaidín Rock coincide con un concierto del 1001 Músicas (Silvia Pérez Cruz) y, también, con el Granada Sound.




A la vez Granada Sound, 12 y 13 de septiembre, reunirá a miles de jóvenes de toda España que bailarán con Mikel Izal, Zahara, Miss Caffeina, Paula Mattheus, Viva Suecia... y otra treintena de bandas. Un fin de semana muy divertido que, por desgracia, romperá más de una pandilla que tendrán que decidir entre el Cortijo del Conde y el Zaidín. Eso sin contar a los asistentes del concierto de Silvia Pérez Cruz y Salvador Sobral, con lleno absoluto en el Palacio de Congresos. La pareja forma parte del programa de la quinta edición del ciclo 1001 Músicas-Caixabank, que arrancó el 18 de julio con Michel Camilo y Tomatito, y termina ahora con una traca sensacional: The Cat Empire, 19 de septiembre en Sala Industrial Copera; Antonio Orozco, 20 de septiembre en la Plaza de Toros; y Ana Belén, 26 septiembre en el Palacio de Congresos.




«El objetivo de la Capitalidad está presente para toda la gente del sector. Todos queremos sumar, estar ahí y apoyar», dice Pepe Rodríguez, uno de los promotores con más historia en Granada y director del 1001 Músicas. «El festival ha generado un impacto total en estos cuatro años: un retorno superior a seis millones de euros directos para la ciudad y un público de 42 países». Rodríguez lamenta los problemas que este año han impedido que se celebre en la Alhambra, donde era habitual, y espera que en 2026 se reconduzca la situación. «El festival se ha puesto a disposición de la candidatura para mostrar Granada como ese gran escenario. El tema es que lo comuniquemos bien fuera de nuestras fronteras. Deberíamos coger todo el talento local y establecer pautas de comunicación. ¿Por qué no hay ya un vídeo de Miguel Ríos, Lola Índigo, Lori Meyers, Estrella Morente... diciendo 'Yo creo en Granada 2031'?». Por otro lado, Rodríguez cree que Granada debe volver a ser destino de estrellas internacionales, como Patty Smith y Bob Dylan. «Para la Capitalidad organizaría un concierto con Radiohead, Pearl Jam o Bruce Springsteen».




En cuestión de jazz, no obstante, Granada cuenta con absolutas primeras espadas o, como dice Mariche Huertas, directora del Festival de Jazz, «la aristocracia jazzística internacional». La 45 edición, del 31 de octubre al 8 de noviembre en el Isabel la Católica, presentará su programación el 12 de septiembre. Un cartel en el que habrá nombres como Jazzmeia Horn o Brandee Younger, dos talentos arrebatadores. Una cita que también refuerza la candidatura europea de Granada. «Me parece maravilloso que la cultura se eleve por encima de los colores políticos –reflexiona Huertas–. La labor del equipo de la candidatura es inmensa».
La directora considera que el granadino «toma una actitud extraña ante su ciudad» y que «debe sentirse más orgulloso de sus eventos culturales». «La Alhambra, Sierra Nevada... la propia belleza de la ciudad a veces ahoga o deja sin visibilidad otras riquezas de Granada». ¿Qué nos falta? «Estar más unidos, más coordinados. Y que haya un equilibrio presupuestario en los eventos culturales, una especie de prelación. No puede ser que un festival que lleve 45 años sea tratado igual que uno que acaba de nacer». De cara a 2031, Huertas apuesta por una estrategia de comunicación en colegios, institutos y universidad. «Y también en los barrios más periféricos o que tienen acceso más difícil a la cultura. Lo que más acerca la cultura al vecino es que le lleves la música a su barrio, para ello necesitamos más apoyo económico de los poderes públicos para organizar conciertos gratuitos».
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