El tenor granadino que cambió los goles por el Manuel de Falla

El tenor granadino Miguel Machado es un joven apasionado de la música y el fútbol. En Granada lo conocen por su gran afán y entusiasmo por el equipo rojiblanco. Desde que era pequeñito «Migue» ha cantado en Los Cármenes a todo pulmón para animar bajo el lema «no veo pero siento», porque eso es lo que mejor se le da, transmitir a través de su voz.Ahora ha dado un salto a la preciosa profesión de la música como tenor y ha tenido que dejar de lado los cánticos futboleros. Migue se esfuerza por conseguir su sueño y comenta, «con mucha dedicación y sacrificio, me dedico a lo que me gusta y estoy muy agradecido». Su profesionalidad le ha llevado a lo más alto, este 6 octubre expondrá un hermoso repertorio lírico de ópera y zarzuela en español e italiano en el Auditorio Manuel de Falla, el templo de la música, acompañado por su pianista Salvador Fajardo. Un sueño hecho realidad por el que lleva trabajando desde hace tres años este granadino que nació con retinosis pigmentaria, es decir, pérdida de la visión lateral. Sin embargo, su trabajo y esfuerzo han hecho que pase de cantar en la afición de Los Cármenes para el Granada CF a dar conciertos de ópera y zarzuela en el Teatro Manuel de Falla.

Miguel habla cuatro idiomas y recita en seis, un talento que no deja indiferente a ninguno de sus oyentes y por el que toda su familia está «muy orgullosa» de su trayectoria, corta pero intensa. Ya ha cantado en varios grupos y en muchos pueblos de Granada, Córdoba y Jaén. «No me importa cantar para 10 o para 1.000 personas, lo importante es transmitirles mi pasión». El recital didáctico consiste en la explicación por parte de su madre, la intérprete de las canciones, para acercarlas al público y hacerlas accesibles para todo el mundo. «Muchas veces la gente no conecta con la ópera y la zarzuela porque no conocen la historia que hay detrás», asegura. El tenor hace una mención especial a sus padres y a su hermano Pepe, «ellos son mis ojos». Él se lo compensa con su gran sentido del humor y esa felicidad tan pegadiza que tanto le caracteriza.

El gusto y la pasión por la música viene desde que Miguel era pequeñito, siempre estaba cantando porque le ayudaba a evadirse de sus problemas. En 2019 empezó a educar su voz y destaca a su primera profesora, Laura Sabatel, la cual se percató de su talento desde el primer momento y quiso ampliar el equipo. Entre los dos profesores y la dedicación constante de Miguel, en pocos meses estaba listo para debutar como profesional y subirse a un escenario. Un 10 de septiembre de 2021 reunió fuerzas y así lo hizo, deleitó a cientos de personas con su interpretación y fueron esos aplausos los que motivaron a Miguel a seguir adelante. «Lo que sentí no puedo ni describirlo, no me esperaba tanto apoyo», admite el tenor. En lo que concierne a su formación, ha recibido clases de uno de los mejores barítonos de España, Santos Ariño, «un gran profesor y amigo de la familia», comentan. Su madre, que siempre está ahí para apoyarlo, explica que Miguel es muy humilde y que no se creía que pudiese hacerlo. «Y claro que podía», explica con orgullo.

Desde primera hora

El día a día de Miguel viene acompañado siempre de la música y el deporte. Desde primera hora de la mañana, Miguel va a clase de canto con una sonrisa que deja ver su sueño cumplido. Los días que su actual profesor, Moisés Marín, no puede atenderlo debido a sus conciertos en Madrid en el Teatro Real, él ensaya en casa. «Nunca dejo de practicar por mi cuenta para ir mejorando las técnicas que mi gran maestro me enseña», admite Miguel. También dedica tiempo a sus animales de la granja, le da de comer a las gallinas, un ritual matutino que le relaja al igual que ir al gimnasio todos los días, explica «mi rutina es muy variada pero esas actividades que tanto me gustan intento no dejarla atrás nunca». Si le preguntas por un concierto que tenga grabado en la retina, él te cuenta con un brillo en los ojos que fue este febrero en el teatro Isabel la Católica, un momento inolvidable con 40 músicos detrás. «Cuando tienes un buen director que confía en ti y hay muchas horas de ensayo, todo sale increible», revela la fórmula del éxito. Esa clave de la que habla le llevó a ser campeón de España de ski adaptado junto a su hermano y ahora quiere crecer en la música, ya lo está haciendo.

Miguel, a pesar de ser una persona ciega, ha demostrado ser un ejemplo de superación, entusiasmo y pasión, unas cualidades que hacen único al tenor granadino que persigue su sueño y ya está viendo esos merecidos resultados. Migue acaba de despegar su carrera como tenor y aunque tenga una dificultad visual significativa, él no se pone límites, la vida de este granadino sería incomprensible sin la música.. Con el apoyo de sus padres, Margarita y Juan Antonio, y su hermano, además de todas esas personas que les gusta su voz, a través de los aplausos y muestras de cariño, le hacen sentir lo que él no puede ver, que va por el camino correcto.

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