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Ihsnana Bentaouit es la imagen elegida para el cartel. VICTORIA GARCÍA-MADRID

Los rostros de la ilusión que viven en Santa Adela

Fotografía ·

La Fundación Don Bosco expone veinte retratos de migrantes del barrio realizados por la fotógrafa Victoria García-Madrid

Jorge Pastor

Granada

Miércoles, 9 de junio 2021, 00:44

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Fue hace un año. M. D, un chaval de dieciocho años, saltaba la valla de Melilla después de un largo y tortuoso viaje en la caja de un camión desde Ghana hasta el norte de Marruecos. Sabía que se la estaba jugando. Ya no era menor de edad, pero su actuación estaba movida por una poderosísima razón: su vida corría peligro. Uno de los dos motivos que, según los tratados, es motivo de protección internacional. Así lo entendieron las autoridades de España, que no dudaron en concederle el asilo. Su periplo continuó luego desde Melilla a Madrid y desde Madrid a Granada. Al barrio de Santa Adela, en el Zaidín, donde ha contado con el apoyo durante estos doce meses de la Fundación Don Bosco. «Tengo la ilusión de formarme igual que tú», asegura. Un periodo en el que, gracias a la Fundación Don Bosco, M. D. ha recibido clases de castellano, matemáticas básicas, legislación y cultura española y andaluza. Y también ha entrado en un programa que posiblemente, a la vuelta de unas semanas, le permitirá trabajar en la construcción y hacer realidad su gran sueño de «ser autónomo y ser feliz».

La sonrisa es uno de los denominadores comunes de todas las imágenes. En la foto, Hanan Bentaouit. VICTORIA GARCÍA-MADRID

M. D. es uno de los veinte hombres y mujeres retratados por la fotógrafa granadina Victoria García-Madrid en la exposición 'Las voces del barrio, rompiendo estereotipos', que se podrá ver hoy –también ayer– de diez de la mañana a seis de la tarde en el aula de la familia salesiana del Colegio San Juan Bosco (calle Almuñécar, 9). Veinte hombres y mujeres con dos denominadores comunes. Todos son inmigrantes y todos han participado –o participan– en alguno de los múltiples proyectos que desarrolla la Fundación Don Bosco en la ciudad de Granada.

Como Habida Bentaouit. «Anhelo el día en que la gente no sea juzgada por el color de su piel;quiero igualdad para todos, no nos merecemos actitudes racistas, solo hay una raza y es la humana», asegura Habida. O como RaniaSakali. «Tenemos que aprender a respetar cada cultura», afirma Rania. O como Jamal Sakali. «Respétame porque quiero convivir y sentirme integrado», dice Sakali.

Todas las personas fotografiadas, como Hasnae El Fertakh, residen en el barrio de Santa Adela, en el Zaidín. VICTORIA GARCÍA-MADRID

Según Javier Cano, director territorial de la Fundación Don Bosco Salesianos Social en Granada, uno de los grandes atractivos de esta muestra es que no solo aparecen personas, sino también espacios reconocibles de Santa Adela que ayudan al espectador a contextualizar la escena. «A que aparezcan integrados en el entorno donde residen y donde intentan labrarse un futuro», explica Cano, quien destaca el gran trabajo realizado por Victoria García-Madrid. Una veintena de imágenes pretendidamente reveladas en blanco y negro «porque el color no es una variable cuando hablamos de seres humanos».

Miradas sonrientes

Victoria García-Madrid se autodefine como una «creadora de contenido audiovisual fabricado con el corazón, enamorada del arte y la naturaleza». Una declaración de intenciones que se percibe perfectamente en 'Las voces del barrio'. Las miradas sonrientes de cada uno de los y las modelos cuentan una historia y cuentan un sueño. La historia del desarraigo y el sueño del arraigo. Aquí, en Granada. García-Madrid desarrolla su trayectoria profesional como docente de fotografía, vídeo y educación en diversos centros de enseñanza. Desde los inicios de su carrera, no ha parado de intervenir en proyectos relacionados con el mundo audiovisual.

Observando la exposición ayer. JORGE PASTOR

Javier Cano explica que la Fundación Don Bosco, con ámbito de implantación nacional, centra su labor en la inserción social de los jóvenes en riesgo de exclusión. Fundamentalmente chavales con bajo nivel académico, migrantes, refugiados y personas que han estado en el sistema de protección de menores y que, tras cumplir los dieciocho años, se quedan desasistidos. «En general, ciudadanos que sufren algún tipo de desigualdad», resume Cano. En función de estos perfiles, la Fundación desarrolla proyectos en varios ámbitos. Entre ellos, el residencial. En el caso de Granada, tutelando dos viviendas en el Zaidín donde sus moradores reciben formación para valerse por sí mismos en el ámbito social y en el mercado laboral. En el Piso 'Mercedes Berdonés' se propicia la emancipación de sus moradores al mismo tiempo que se procura la inclusión profesional. Mientras que el Piso 'Don Calosso' presta cobertura a refugiados de entre 18 y 26 años.

Según Javier Cano, la crisis pandémica está pasando factura a colectivos ya desfavorecidos que están en la órbita de la Fundación. Tanto es así que el número de solicitudes de ayuda a la Fundación se ha incrementado un veinte por ciento en el último año. «En algunos casos, incluso, de usuarios que ya estuvieron bajo el paraguas de la Fundación y que, después de un tiempo, han tenido que llamar nuevamente a la puerta».

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