El quirófano del Museo de Bellas Artes de Granada
Arte ·
Cuatro restauradores 'operan' en dos salas de un museo que suma dos mil piezas y que ya trabaja en una exposición donde mostrará sus fondos inéditosEn el fondo del taller, un lienzo de más dos metros de altura, iluminado por dos focos, sobresale respecto a las cabezas de Daniel Aguilar e Inés Espigares, dos jóvenes restauradores que, tras quitar las capas de barniz oxidado, se afanaban ahora en levantar los repintes realizados durante más de tres siglos en 'Virgen con Niño', un cuadro de autor desconocido en el que trabajan desde hace semanas en el taller de restauración del Museo de Bellas Artes, un 'quirófano' donde se intervienen las obras más perjudicadas de este centro museístico dependiente de la Consejería de Cultura.
Un óleo bellísimo que esconde una serie de incógnitas que, posiblemente, se irán despejando conforme Daniel e Inés, hisopo y bisturí en mano, avancen en la faena. Está casi descartado que el autor fuera Juan Leandro de la Fuente –finales del siglo XVII o principios del XVIII–, aunque sí está claro que es una copia de una estampa en blanco y negro que realizó en su día Shelter Adam Bolswert de un original del gran Pedro Pablos Rubens en el siglo XVII. «La estampa fue el principal medio de difusión del arte hasta que se inventó la imprenta», aclara el director del Museo, Ricardo Tenorio, que personalmente supervisa todos los días los avances que se producen en esta 'Virgen con Niño' rodeada de querubines que representa a María Santísima mostrando al Redentor del mundo.
El Museo de Bellas Artes está a la espera de conocer los análisis de laboratorio de dos muestras de pigmento que permitirán descifrar algo tan importante desde el punto de vista documental como su procedencia geográfica. La examen de la pintura, compuesta por una mezcla de materia mineral y orgánica con aceite –normalmente de nueces o linaza–, aporta datos sobre el lugar de creación. En este caso, las hipótesis más verosímiles apuntan en dos direcciones, que sea un lienzo granadino o flamenco. «Después habrá que buscar al padre», dice Tenorio. Un proceso que requiere de un minucioso estudio histórico y comparativo. ¿Quién pintaba igual? Éste es el quid de la cuestión.
La idea es que esta 'Virgen con Niño', que bebe de la iconografía de la Inmaculada Concepción –la Virgen pisa una serpiente representando el triunfo sobre el mal– y de la Asunción, sea una de las piezas que conformen la gran exposición que el Museo de Bellas Artes de Granada prepara para el año que viene y que se llamará 'Inéditos', donde se podrán contemplar fondos que nunca han sido mostrados al público. «Es un óleo precioso por la simetría, el equilibrio de masa y la composición triangular característica del Renacimiento», resume Ricardo Tenorio, quien añade que otra de las singularidades de esta 'Virgen con Niño' es que no llegó hasta el Museo como consecuencia de la Desamortización de Mendizábal, sino que fue una adquisición estatal a Rafael de la Torre en 1938. ¡Ah! Y una última curiosidad. Cuando vean esta 'Virgen con Niño' en 'Inéditos', fíjense bien en los tres angelitos que hay a la izquierda. El autor fue un adelantado: uno de ellos tiene sexo –el collar de perlas y los pendientes de unos de 'ellos' la delata–.
En pocos datos
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2.000 La colección del Museo de Bellas Artes de Granada está formada por un total de 2.000 obras que comprenden desde el siglo XV hasta el XX.
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300 Se estima que unas 300 de las 2.000 obras que conforman los fondos del Museo de Bellas Artes precisan de restauración. Un proceso que se acomete no solo con recursos propios, sino también con personal externo.
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6% Tan sólo el seis por ciento de las obras del Museo de Bellas Artes se exponen en el Palacio de Carlos V. El 94% restante se guardan y se custodian en Nuevos Museos, donde se encuentran los dos talleres de restauración del Museo.
El Departamento de Conservación del Museo de Bellas Artes no está en el Palacio de Carlos V, donde sí se encuentran las salas expositivas. Se halla dentro del recinto de la Alhambra y el Generalife, en unos edificios situados en la ladera del Cerro del Sol denominados 'Nuevos Museos' –porque se construyeron para eso, para albergar un museo–. En estos inmuebles están los almacenes donde se guarda el noventa y cuatro por ciento de las dos mil piezas de la colección del Bellas Artes, ya que tan solo un seis por ciento, una parte ínfima, es la que se muestra en las diez salas que ocupa el Museo de Bellas Artes en el Palacio de Carlos V.
Carmen Juliá Toledano es la responsable de Conservación. Ella se encarga, junto con Ricardo Tenorio, de la programación, las intervenciones de urgencia y la denominada 'conservación preventiva', la que se realiza para evitar que alguna de las referencias del Museo termine deteriorándose. «Aquí tenemos tajo para varios equipos durante varias décadas», afirma Ricardo Tenorio. Por este motivo, el Bellas Artes tiene que contar con personal externo mediante concursos de contratación que se convocan todos los años. «Es una práctica habitual en todos los museos del mundo», comenta Tenorio, quien agrega que «no sólo estamos hablando de espacios donde se guarda la memoria artística del pasado, sino que también son generadores de empleo».
A pleno rendimiento
Los dos talleres funcionan en estos momentos a pleno rendimiento. En la misma estancia donde se actúa en 'Virgen con Niño', la propia Carmen Juliá Toledano está centrada en dos rehabilitaciones en paralelo. Por una parte, el fragmento de un retablo del siglo XVI, ya muy avanzando, y por otra una talla de la Inmaculada Concepción del siglo XVII de la que tampoco se conoce su paternidad, «aunque sí está claro que es cercana a la Escuela de Pedro de Mena», uno de los grandes escultores del Barroco junto a su progenitor Alonso de Mena. El día que se realizó este reportaje, Juliá Toledano estaba eliminando con disolvente y escalpelo varios estratos de color para llegar al primigenio.
En otra de las dependencias de Nuevos Museos, el restaurador José Cepero estaba 'operando' en los soportes de cuatro tablas del siglo XVII que, antes de llegar al Bellas Artes, habían pasado por una serie de localizaciones donde habían sufrido mucho debido a la humedad y a la acción de insectos xilófagos. En vez de inyectar resina, el Museo ha optado por una técnica más laboriosa que aporta unos excelentes resultados. Incrustar trocitos minúsculos de madera balsa en los intersticios del tablero para devolver al material la consistencia y la capacidad mecánica precisa. Ydarán un paso más, para que no se produzcan desperfectos en el futuro como consecuencia de la manipulación, se respetará la curvatura y se dotará la pieza de un bastidor a medida y un marco en el anverso.
«Tenemos trabajo de restauración para varios equipos durante varias décadas», asegura Ricardo Tenorio
«La labor conservadora es crucial –explica Ricardo Tenorio– porque no sólo se repara lo que está mal, sino que nos anticipamos para que las piezas se deterioren». «El objetivo final es la recuperación del patrimonio no sólo para el disfrute estético, sino para la preservación de los valores formales que luego se legarán a las generaciones venideras». Y es que, más allá de eruditos y expertos, hay desperfectos que se pueden observar a simple vista y que evidencian un mal estado de conservación. Los más habituales a los ojos de los profanos son la oxidación de los barnices, las alteraciones cromáticas y los craquelados (roturas). El Museo de Bellas Artes ha restaurado este 2020 un total de nueve obras. Todas ellas formarán parte de exposiciones temporales o de la permanente en el Palacio de Carlos V.
El Museo de Bellas Artes de Granada fue el primer museo público de España. Fue inaugurado en el año 1839 con los bienes incautados a las órdenes religiosas tras el proceso conocido como la 'Desamortización de Mendizábal'. Desde su primera ubicación en el Convento de Santa Cruz la Real, ha cambiado de sede en varias ocasiones. En 1958 se instaló definitivamente en la planta noble del inacabado Palacio de Carlos V, viendo realizada así una vieja aspiración ciudadana. Entre sus fondos prevalece claramente la pintura granadina de tema religioso realizada entre los siglos XVI y XVIII. Proceden de monasterios como el de la Cartuja o series que decoraron el interior de conventos como los de San Francisco, la Merced, los trinitarios o los agustinos descalzos.
A lo largo del siglo XX hubo múltiples incorporaciones mediante la fórmula del depósito. Al respecto, cabe destacar las obras del desaparecido Museo de Arte Moderno, que fueron a parar al Museo Nacional de Arte Contemporáneo Reina Sofía y el Prado. Uno de los grandes 'culpables' de que la colección estable creciera tanto a lo largo de la pasada centuria fue Emilio Orozco, director del Museo de Bellas Artes entre 1956 y 1972. Él gestionó numerosas donaciones y adquisiciones con las que, entre otros éxitos, se logró cubrir la 'laguna' de la ausencia de artistas de Granada de inicios del XX. Otro importante impulso fue la aportación de los fondos de la Junta de Andalucía –con piezas fundamentalmente de los siglos XIX y XX–.
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