Quince años 'maquinando' sonrisas y lágrimas desde Granada

Elia, la niña que resplandece como el sol, balbucea en brazos de María José, la abuela cómica, mientras sus padres ultiman los preparativos para la función de esta noche. Elia es la bebé con cara de angelito de Joaquín Casanova y Elisa Ramos. Ellos son La Maquiné, la compañía de teatro granadina, una de las más importantes de España, que acaba de cumplir quince añitos y que lo va a celebrar esta navidad por todo lo alto. Poniendo en escena tres montajes –sí, tres– en el Teatro Alhambra y en el Isabel la Católica: 'Estación paraíso', 'Historia de una semilla' y 'Parade, el circo de los valientes'.

La historia de La Maquiné comenzó a finales de los noventa. Joaquín y Elisa se cruzaron en los pasillos de la Escuela de Artes y Oficios de Granada, se enamoraron y decidieron emprender un camino conjunto. Después de cursar Bellas Artes, decidieron 'lanzarse a la arena'. «Nos dimos cuenta de que en muchos espectáculos faltaba plasticidad, que no había correspondencia entre lo que pasaba en las tablas y el resto de elementos que conformaban la escenografía», explica Joaquín.

Y así fue como crearon La Maquiné y como se estrenaron en el Festival de Música y Danza de 2007 con 'La encina', una fábula que asimila el nacimiento de la naturaleza al nacimiento de una persona. Fue la primera de las once obras que conforman, por ahora, la exitosa trayectoria de La Maquiné, que ha logrado una veintena de reconocimientos como los Premios Max –también han sido elegidos para dirigir la gala de estos importantes galardones–.

¿Qué hace de las representaciones de La Maquiné algo distinto? «El equilibrio entre lo que los espectadores ven en escena, la música, la iluminación y la coreografía», asegura Elisa. «Es como si el público estuviera disfrutando de una pequeña ópera», apostilla Joaquín. «Somos versátiles y desarrollamos muchas habilidades». Otra de las claves, según comenta el dúo de La Maquiné, es que la dirección, o sea Joaquín Casanova, está presente en todos los bolos –la friolera de 115 en este curso que ya está a punto de finalizar– con dos cometidos igual de importantes. Uno, coordinarlo todo. Otro, estar muy atento a cómo reacciona la platea para, en caso de que sea preciso, retocar los libretos o lo que haga falta para que la conexión entre intérpretes y sala sea total. Un 'work in progress' que les está propiciando unos magníficos resultados.

Todo se cuece en la nave de doscientos sesenta metros cuadrados de Churriana de la Vega donde Joaquín y Elisa se encierran para construir, con sus propias manos de licenciados en Bellas Artes, todo lo que precisa La Maquiné para poner en escena joyitas como 'Estación paraíso', la primera de sus tres propuesta para estas fechas navideñas en Granada (Teatro Alhambra, del 21 al 30 de diciembre). Una ancianita, Mada, que está a punto de marcharse al paraíso. Que sufre la enfermedad del olvido. Y que recupera sus recuerdos gracias a los títeres que salen de su maleta. Una tragicomedia con un mensaje que llega muy adentro y que conmueve al respetable. «Hay algún amigo que nos ha sugerido que repartamos klínex», dice Joaquín.

«Estamos agradecidos a la vida –asegura Elisa– por seguir desarrollándonos profesionalmente en algo que nos apasiona y por tener la oportunidad de generar sinergias a través de la cultura para que todos seamos más sensibles y conscientes de los problemas que nos rodean y para reflexionar juntos sobre el sentido de la vida». Una filosofía que explica la pasión con la que Joaquín y Elisa hablan de La Maquiné y de todos los que les acompañan en este proyecto. Un elenco de nueve actores y técnicos con una solvencia tal como para programar en paralelo durante dos semanas en Granada y atender, al mismo tiempo, compromisos en Valencia y Bilbao.

A lo largo de estos tres lustros, La Maquiné ha actuado en los principales teatros de España. Entre ellos, el Teatro Real de Madrid, la Maestranza de Sevilla o el Gran Teatre del Liceu de Barcelona. También ha girado por una decena de países. En 2023 tienen prevista la reposición de 'La casa flotante', que ha estado durante varios años en el Liceo y en septiembre lanzarán la que será su producción número doce. «Por ahora no podemos dar más detalles», comenta Joaquín.

Pero volvamos al presente. A lo que sucederá en las próximas semanas en Granada. 'Estación paraíso' –del 21 al 30 en el Teatro Alhambra– es una tragicomedia en torno a una pícara y entrañable abuelita. «Abordamos temas sobre los que consideramos que la sociedad tiene la necesidad de hablar, como el rechazo al paso del tiempo, el abandono, la falta de comunicación, la dependencia y la salud mental». Texto, marionetas, magia y música a cargo del compositor accitano José López-Montes. 'Estación paraíso' es una colaboración con la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales.

La Maquiné continúa su 'maratón' en Granada en el Teatro Isabel la Católica. Entre el 25 y el 27 oficiará con 'Historia de una semilla', que es la adaptación de la 'Encina' con la que debutaron allá por 2007. Una pieza cargada de valores como la solidaridad y el respeto hacia el medio ambiente, «imprescindibles en la época en la que vivimos». «Una llamada de alerta –apuntan– respecto a la destrucción que provocan los incendios». En escena, Lola Marín como actriz narradora y Elisa Ramos y Ángela Cáceres en la manipulación titiritera.

Y el periplo 'granaíno' de La Maquiné culmina del 29 de diciembre al 4 de enero, también en el Isabel la Católica', con 'Parade, el circo de los valientes'. Esta obra, que ganó el Premio Lorca de Teatro Andaluz en 2022 en la categoría infantil y familias, está inspirada en el mundo del circo. Vitalidad, humor y ternura para conocer las peripecias de Babar, un elefantito que quedó huérfano.

La Maquiné comparece en Granada con el reto de seguir sorprendiendo como lleva haciendo quince años y como seguirá haciéndolo, como mínimo, otros quince.

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