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Jaime Martín, en la librería El tiempo perdido, con un ejemplar de su novela 'Cuando la singularidad nos alcance'. J. E. C.

«Quiero pensar que la inteligencia artificial nos salvará de nosotros mismos»

El granadino Jaime Martín firma 'Cuando la singularidad nos alcance', novela con tintes de 'Blade Runner' que imagina un futuro muy real en el año 2053

Sábado, 17 de junio 2023, 00:08

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Jaime Martín (Granada, 1987) se acomoda en uno de los sillones de la librería El tiempo perdido y coloca sobre la mesa un ejemplar de 'Cuando la singularidad nos alcance' (Editorial Titanium, 2023). «La humanidad no está preparada para lo que está a punto de suceder», advierte la novela, 464 páginas de la mejor ciencia-ficción con una peculiaridad: hay mucha verdad. Martín, periodista, escritor y responsable de comunicación de la agencia Sidn Digital Thinking, ha estudiado a tantos autores para escribir la novela que podría pasar por un ensayo científico. Un ensayo, claro, tremendamente entretenido. La automatización del trabajo, el cambio climático y una inteligencia artificial capaz de transformarlo todo. ¿Les suena? Una novela fascinante que juega con las voces narrativas y con el tiempo y el espacio a lo largo de 42 capítulos titulados siempre por su última frase.

«¡Un libro de papel!»

–Un libro de papel, sí.

Lo dice uno de los personajes de la novela, fascinado.

–Creo que habrá cosas que no queramos digitalizar. Hay una corriente que trata de recuperar lo físico. El libro de papel será una de esas cosas que permanecerán de una u otra forma, como un producto tal vez menos común, menos cotidiano, pero muy querido.

¿Era el libro el formato adecuado para contar esta historia?

–Sí, porque un libro invita a la reflexión. La novela, más allá de divertir, que es uno de sus objetivos fundamentales, busca hacer reflexionar sobre hacia dónde nos abocamos como civilización, sobre todo con el surgimiento de la IA y el reto del desastre climático que tenemos a las puertas.

Los mayores expertos de IA del mundo han firmado una carta en la que dicen que la IA puede ser un riesgo de extinción para la humanidad, como una pandemia o una guerra nuclear.

–La tecnología no es ni buena ni mala intrínsecamente, depende del uso que le demos. La IA es, sin lugar a duda, la tecnología más relevante de la historia de la humanidad, por encima del fuego. Estamos creando una inteligencia que nos va a superar en todo, una especie de álter ego mucho más potenciado que nosotros. Si no sabemos para qué lo creamos, tendremos un problema gordo.

Lo que está claro es que esos expertos no han leído su novela que es ficción, pero también ensayo, incluso crónica periodística. ¿Cómo la define?

–Para mí es una ventana por la que asomarse al futuro al que podemos llegar. ¿Intento predecir el futuro? No, eso sería ridículo. Lo que sí podemos hacer es entender las tendencias: cambio climático, crisis migratorias... Al final, hay una clave que envuelve a la novela: la sensación de exponencialidad. Cada semana ocurren cosas nuevas muy locas (ríe). Cuando empecé a escribir, me tomé la licencia de poner coches voladores, como en 'Blade Runner' y... qué narices, ya están a la vuelta de la esquina.

Es una novela muy 'Blade Runner', de hecho.

–Es ficción, con personajes y estructura de ficción. Tiene tintes de thriller, de ciberpunk y, algo menos conocido, de solarpunk, que imagina la utopía a la que podríamos llegar si todo sale bien. Aunque una utopía sería aburridísima... El ser humano no está hecho para estar tranquilo y quieto. Lo que nos hace humanos es nuestra capacidad de querer saber más, el gen de la exploración. Sea como sea, no podemos parar lo que se viene.

¿Le da miedo?

–Sí, bueno, más que miedo es respeto. Soy un entusiasta de este tema, pero la novela tampoco es una oda. Es una reflexión. Me da mucho respeto porque las cosas pueden salir bien o tremendamente mal.

«Es la primera vez en la historia en que la tecnología no va a crear suficientes puestos de trabajo para reemplazar a los que se destruyen»

¿Qué pasará con el trabajo?

–Los próximos 20 años van a ser los más transformadores de la historia de la humanidad. Los niños de hoy no tendrán capacidad legal de conducir porque los humanos somos un peligro y las máquinas lo hacen mejor. Seguro que ningún médico operará de aquí a 20 o 30 años. El problema está en qué pasa con todos esos perfiles que desaparecen. Creo que esta es la primera vez en la historia en que la tecnología no va a crear suficientes puestos de trabajo para reemplazar a los que se destruyen. Es un problema y una ventaja porque tenemos que aspirar a que las máquinas nos quiten el empleo. Estoy seguro de que las generaciones futuras pensarán que éramos medievales: ¿de verdad ibais de 8 a 5 a un sitio a trabajar? La concepción de trabajo cambiará radicalmente. ¿Nos quedaremos en el sofá todo el día? No, haremos lo que siempre quisimos hacer sin miedo a tener que subsistir de una actividad concreta.

¿Dejaremos de crear libros, por ejemplo?

–Seguiremos. En 1997, Deep Blue ganó a Kasparov y seguimos jugando al ajedrez.

Pero es distinto, ¿no cree? Siempre habrá algo que lo haga mejor que nosotros.

–¿Habrá una IA que componga una sinfonía como la de Beethoven? La habrá. ¿Dejaremos de apreciar a Beethoven? No creo.

En ese 'no creo' hay duda.

–Hay duda, sí, pero la creación es innata al humano. Quizás las máquinas creen entretenimiento y nosotros creemos por puro placer. Seguro que habrá gente que quiera leer lo que hace un humano, el concepto 'human made' ganará muchísimo peso en los próximos años.

Como cuando pone 'basado en una historia real'.

–Sí, eso es, basado en una experiencia humana real.

«Vamos a crear a Dios. Cuando me paro a pensar qué es lo que no podrá hacer la IA, no se me ocurre ni una sola cosa»

¿La IA podrá crear cualquier cosa?

–Vamos a crear a Dios. Cuando me paro a pensar qué es lo que no podrá hacer la IA, no se me ocurre ni una sola cosa. De facto estamos creando una inteligencia que podrá estar en cualquier sitio a la vez y penar mucho más rápido que todos nosotros juntos. Esa es la singularidad tecnológica.

¿De ahí viene el título?

–Cuando empecé a escribir la novela me topé con Ray Kurzweil, ingeniero jefe de Google, que acuña el término de singularidad tecnológica. Él dice que desde el Big Bang, el universo tiende a crear capas más complejas de información. Va a llegar un momento en el que esa inteligencia explote y lo que era una curva de aprendizaje muy lenta, tienda a infinito. Piensa que desde que creamos el avión hasta que pisamos la Luna pasan 60 años, pero desde el fuego a la revolución industrial pasan más de 10.000. Todo ocurre cada vez más rápido y es inevitable que se nos escape el control de la tecnología. Por un lado me alivia saber que todas las incertidumbres que tenemos ahora pueden tener solución gracias a la IA. Porque nos puede destruir o salvar y quiero pensar que la IAnos salvará de nosotros mismos.

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«Quiero pensar que la inteligencia artificial nos salvará de nosotros mismos»