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Los esqueletos encontrados en la calle Constitución no corresponderían a los de la capilla donde estuvo enterrado Colón. NORTE DE CASTILLA
La primera tumba de Colón, al descubierto

La primera tumba de Colón, al descubierto

Investigación ·

El equipo granadino que identificó los restos del almirante en Sevilla sitúa el lugar en el centro de la calle Constitución de Valladolid

José Antonio Muñoz

Granada

Domingo, 21 de junio 2020, 00:43

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Esta es la historia de uno más de los enigmas que rodean a Cristóbal Colón, de oficio descubridor, como rezaba el título de la vitriólica película de los 80. El equipo granadino que identificó los restos de Colón que se encuentran en la catedral de Sevilla, liderado por el profesor José Antonio Lorente y en el que se integra el profesor e investigador Marcial Castro, sostiene que las excavaciones que se están realizando en la calle Constitución de Valladolid pueden ser la mejor oportunidad, y quizá la última, de hallar el lugar donde los restos del almirante descansaron tras su muerte un 20 de mayo de 1506, víspera de la fiesta de la Asunción, como rezan las anotaciones de Don Rodrigo de Verdesoto, regidor de la ciudad: «El almirante Colón, que descubrió las Indias y otras muchas tierras, murió en esta villa miércoles víspera de la Ascensión, 20 de mayo de 506. Enterrose en S. Francisco en la capilla de Luis de la Cerda, en la calaostra». La fecha no es anecdótica, señala el estudioso, ya que los Colón y las Casas intentaron vincular la muerte del Almirante con la Ascensión del Señor a los cielos.

La fecha de enterramiento no está muy clara. Solo que el rey católico Fernando, a quien acompañaban parte de los familiares de Colón en Villafranca del Bierzo, supo de la noticia el 2 de junio. Fue quizá Don Diego López de Zúñiga, esposo de Juana de la Cerda, hija de Luis, quien pudo arbitrar que al almirante se le enterrara en la capilla familiar en el convento de San Francisco. La relación de su hijo Diego con la familia podría avalar esta hipótesis. Está demostrada, sin embargo, la relación entre el conde de Cifuentes, sobrino de los fundadores de la capilla, y el almirante, pero según Marcial Castro, es difícil que este pudiera dar la orden de enterramiento, ya que no disponía de los bienes de sus parientes. Sin embargo, el enterramiento en la capilla es señal inequívoca de cercanía y familiaridad.

Colón permaneció en aquella primera tumba unos tres años, desde su enterramiento hasta el traslado de sus restos a Sevilla, en 1609. «Todo lo que afecta al estudio de la primera tumba de Colón en Valladolid resulta extraordinariamente complejo, a lo que se añade que el convento franciscano que la albergaba desapareció con la Desamortización de Mendizábal», afirma Castro. En 1837 se echó abajo por completo. Pero, ¿cómo era? Los estudios la describen como cuadrada con techo de madera con «agrios y viajes a lo antiguo», seguramente morisca, en opinión de Francisco Antón. Según el investigador Canesi, en 1683 se le dio forma ochavada con cimborrio y linterna para su iluminación. No tenía acceso directo a la iglesia cuando fue enterrado Colón, sino que la puerta daba acceso al claustro por el primer paño. Luego se abriría una puerta grande frente a la capilla mayor. El único testimonio del interior de la iglesia nos lo da un dibujo del siglo XIX realizado por el pintor Cardedera, que acompaña estas líneas. Aunque detrás de ese dibujo se identifica esta capilla como la de los Linajes, este dato es erróneo, porque en realidad es la capilla de la Porciúncula, muy parecida en tamaño a la de Colón.

Altar al Este

Las descripciones de la época y la costumbre dictan que el altar de la iglesia se orientara hacia el este, hacia Tierra Santa. Y ello permite, teniendo en cuenta que cada una de las capillas situadas a la derecha del altar según se mira tenía unos 9 metros de lado, ir acotando un espacio para la capilla de los Condes de Cabra o de Luis de la Cerda, lugar de enterramiento del almirante. Si hacemos una sobreposición de planos entre el de 1810-1835 y uno de la actualidad, se podría mantener que la mayor parte de la capilla estaría debajo de los salones del Casino, y de una parte del edificio anexo, hoy ocupado por una tienda de moda. «Gracias a un informe que nos remitió la empresa municipal de aguas de Valladolid, sabemos que a la altura donde estaba la capilla, en el eje de la calle, se colocó una tubería de agua de fundición gris de 25 centímetros de diámetro, instalada a finales del siglo XIX, y aproximadamente a 1,25 metros de profundidad. También hay una alcantarilla de 30 centímetros de diámetro enterrada a unos 2,2 metros. La calle tiene una anchura de 9 metros por lo que es muy probable que aún queden restos del antiguo convento, que saldrían a relucir si se precisara hacer una obra de levantamiento de la calle», afirmó Castro en sus investigaciones en el año 2008.

Sin embargo, a la luz de las últimas excavaciones, la capilla donde se enterró a Colón podría estar situada más en el centro de la calle. Lo encontrado podría ser el muro de separación entre la capilla que se busca, y la siguiente, que es la de los Santiesteban. «Es el momento de buscar la capilla donde estuvo enterrado Colón, aprovechando las obras de peatonalización de la calle. Esta zona es de un altísimo interés arqueológico e histórico. Estamos pidiendo una ampliación en la zona de excavación, que no se busque confirmar una hipótesis anterior, sino que se tenga la mente abierta para interpretar correctamente el espacio, de forma que no se den opciones a nuevas teorías o nuevos escritos de carácter histórico que tengan un sesgo especulativo, sino que se aclare este extremo de una vez por todas», asegura Castro.

El investigador afirma que comenzó a trabajar en esta hipótesis en 2005, y sus teorías se ampliaron en 2008. El azar quiso que el héroe irlandés nacionalista, Red Hugh O'Donnell, fuese enterrado en la misma capilla que Colón. Castro se felicita de que las excavaciones que se están realizando para buscar al irlandés sirvan para encontrar el primer enterramiento del almirante. Aunque su limitado alcance de la zona de excavación no haya permitido esclarecer nada hasta el momento.

Además, pone el énfasis en la importancia de la figura de Colón, conocido por el 100 por 100 de los irlandeses, mientras que O'Donnell es un personaje al que se conoce, y no de forma general, solo en su país de origen y en Estados Unidos. «Hasta que no se excave la zona por completo, ninguna hipótesis podrá ser confirmada ni descartada», dice.

El misterio sigue abierto.

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